VALÈNCIA (EP). El Gobierno de Israel ha declarado persona 'non grata' al secretario general de la ONU, António Guterres, y ha vetado su entrada en el país, bajo el argumento de que no condenó de manera "inequívoca" el ataque con misiles lanzado la víspera por Irán y que, por tanto, "no merece poner un pie en suelo israelí".
El ministro de Exteriores, Israel Katz, ha descrito a Guterres como "un secretario general anti israelí que brinda apoyo a terroristas, violadores y asesinos", categorías todas ellas en las que engloba a Hamás, a Hezbolá, a los hutíes yemeníes y a Irán, responsable último "del terror global". "Se le recordará como una mancha de la historia de la ONU", ha zanjado en un comunicado.
El Gobierno israelí ya había criticado públicamente a Guterres en el pasado y, en esta ocasión, considera inadmisible el comunicado que el máximo responsable de Naciones Unidas emitió poco después del inicio del ataque iraní sobre Israel. En él, el ex primer ministro portugués condenaba "la expansión del conflicto en Oriente Próximo", con "una escalada detrás de otra".
"Esto tiene que parar. Necesitamos completamente un alto el fuego", señaló, en una escueta nota en la que no incluía alusiones concretas a ninguno de los actores directamente implicados.
El Ministerio de Exteriores de Israel ha lamentado que "no mencionó a Irán" ni condenó de manera clara su "grave agresión", por lo que considera que ahora no es bienvenido. "Israel seguirá defendiendo a sus ciudadanos y su dignidad nacional con o sin António Guterres", ha advertido Katz.
La primera ministra de Italia, Giorgi Meloni, ha convocado una reunión de urgencia de líderes del G7 para tratar la actual escalada de tensiones en Oriente Próximo tras el inicio de una invasión israelí en Líbano y el ataque con misiles lanzado por Irán contra Israel.
Meloni, en calidad de presidenta de turno del G7, ha invitado al resto de líderes a tratar esta cuestión por la tarde en una reunión telemática, según fuentes citadas por la agencia AdnKronos. La primera ministra italiana ha reivindicado la necesidad de trabajar hacia "una solución diplomática" en el inicio del Consejo de Ministros.
Uno de los focos de preocupación del Gobierno italiano es la situación en la frontera sur de Líbano, donde Italia cuenta con unos mil efectivos en el marco de la misión de la ONU. Meloni ha abogado por "estabilizar" la zona y aplicar de manera "plena" las resoluciones de Naciones Unidas.