BRASILIA (EFE). El líder ultraderechista Jair Bolsonaro se ha convertido en el nuevo presidente de Brasil, en una ceremonia de investidura que ha tenido lugar este martes en el Congreso Nacional, en Brasilia, en medio de una gran expectación internacional por las polémicas medidas anunciadas en campaña electoral. El presidente del Parlamento, Eunicio Oliveira, ha declarado oficialmente a Bolsonaro y a Hamilton Mourao presidente y vicepresidente de Brasil, respectivamente, entre el 1 de enero de 2019 y el 31 de diciembre de 2022, según informa la prensa local.
Bolsonaro pronunciará ahora un discurso ante los legisladores al que luego seguirá otro dirigido a la nación desde el Palacio de Planalto, sede del Gobierno. Poco antes de que comenzará la toma de posesión, ha publicado un vídeo en redes sociales en el que ha pedido a los brasileños que le ayuden a "cambiar el destino de Brasil". Una vez concluidos los discursos, designará a sus 22 ministros, cuyos nombres ha ido avanzando estas semanas por redes sociales, y dará una recepción oficial en el Palacio de Itamaraty, que alberga el Ministerio de Exteriores, para los mandatarios internacionales.
Miles de personas se han congregado en los alrededores del Congreso Nacional para expresar su apoyo al nuevo presidente. Unos 12.000 militares y policías han tomado las calles de Brasilia para garantizar la seguridad durante la jornada. Asimismo dijo en su discurso ante el Congreso que impulsará reformas estructurales para sanear las cuentas públicas, cuya maltrecha situación es considerada una de las mayores amenazas para la economía del país.
"Promoveremos reformas estructurales que serán importantes para la sustentabilidad de las cuentas públicas", afirmó en el discurso de cerca de diez minutos que pronunció poco después de haber sido investido como presidente por los próximos cuatro años.
Pese a que no mencionó ninguna medida, el nuevo jefe de Estado de Brasil ha defendido una profunda reforma al régimen de jubilaciones y pensiones, actualmente deficitario y que, según economistas, puede entrar en colapso en los próximos años. El capitán en la reserva del Ejército brasileño dijo igualmente que, para sanear las cuentas, su Gobierno no gastará más de lo que recauda, pero que, aún así, cumplirá todos los contratos.
Bolsonaro afirmó que el ajuste fiscal para sanear las cuentas públicas es necesario para estabilizar la economía e impulsar su crecimiento. "Necesitamos crear un circulo virtuoso en economía que genere confianza y estimule no sólo nuestro mercado sino también el comercio internacional con todos los países y sin amarras ideológicas", agrego.
Igualmente sobre economía, afirmó que el sector agropecuario, uno de los más importantes de Brasil y responsable por gran parte de las exportaciones brasileñas, tendrá un papel decisivo en su Gobierno. Bolsonaro aclaró que apoyará a los productores rurales, "en consonancia con la preservación ambiental".
La política económica del nuevo Gobierno brasileño, por lo ya admitido por Bolsonaro, tendrá un tinte claramente liberal y será comandada por Paulo Guedes, un economista formado en la Escuela de Chicago y al que el presidente ha dado "carta blanca".
Guedes ha propuesto una ambiciosa apertura al capital extranjero, impopulares ajustes fiscales, una severa reducción del tamaño del Estado y de sus gastos, y privatizaciones en todas las áreas, que incluyen negocios del gigante Petrobras.
El gestor advierte que la divisa brasileña está barata desde un punto de vista fundamental: la balanza de pagos básica de Brasil es positiva