VALÈNCIA. La incertidumbre y la falta de información fueron determinantes en la actuación de los servicios de emergencias durante la noche de la dana. El jefe de Bomberos de València, Enrique Chisbert, intervino en al comisión de reconstrucción de la dana del Ayuntamiento de València este martes, donde explicó la intervención del cuerpo de bomberos durante la emergencia para señalar que, con mayor información, la reacción habría sido más efectiva, y para proponer medidas como la instalación de cámaras o avisos sonoros de cara a futuras danas.
Además de mostrar su agradecimiento al resto de cuerpos y voluntarios y el apoyo a las familias y damnificados por la catástrofe, Chisbert hizo un relato cronológico de las actuaciones de los bomberos y defendió el papel de los bomberos en las primeras horas durante la noche de la riada pero también en los días posteriores. Todo ello semanas después de que el principal sindicato de bomberos, el SPPLB, pidiera el cese de la cúpula del cuerpo por considerar insuficiente la respuesta municipal, críticas de las que se desmarcaron CSIF y UGT.
Su intervención era la primera de la comisión de reconstrucción de la ciudad a la que la oposición se negó a asistir por considerarlo una "farsa". Y en su relato, señaló que durante aquella jornada "la incertidumbre" fue "muy alta" haciendo referencia a la información de la que se disponía en materia meteorológica. "Tomamos las decisiones con la información que teníamos", señaló el jefe de Bomberos ante la comisión para enfatizar en el elevado grado de incertidumbre con los diferentes avisos de Aemet a lo largo del día para la ciudad de València.
Así, recordó que a las 7.45 se estableció nivel naranja por lluvias para el litoral norte de València y el nivel rojo se decretó a las 10 de la mañana. Apenas una hora después, como relató Valencia Plaza, el centro de emergencias municipal (Cecopal) ya estaba constituido, "adelantándose incluso a las medidas del propio plan municipal de inundaciones", según Chisbert. Tanto gobierno como portavoces de la oposición estuvieron presentes hasta en tres ocasiones hasta las 15 de la tarde.
En aquellos encuentros la mirada estaba puesta en el cielo y el jefe de Bomberos relató que el centro de emergencias autonómico (Cecopi) confirmó "la poca incidencia del temporal en la ciudad de Valencia" y que según las previsiones meteorológicas, el temporal se desplazaba hacia el interior y podía "afectar durante la tarde a las comarcas de Los Serranos, Rincón de Ademúz y Serranías de Cuenca". No fue, dijo el responsable, hasta las 20:04 hasta que no se notificó la primera incidencia grave con la llegada de agua a las instalaciones de Valencia Sur del metro.
Entonces, explicó, un vehículo de bomberos se desplazó hasta dicho punto pero al cruzar el puente sobre la V-30, tras la primera rotonda de la CV-400, los agentes se encontraron a la Guardia Civil ya "evacuando y llevando a zona segura" a personas de la residencia de Paiporta. Y es cuando, tras informar de la entrada de agua "masiva" en La Torre, se envían los primeros efectivos a dicha pedanía, "comprobando que el acceso está imposibilitado al final del puente".
"Numerosos (bomberos) voluntarios se presentaron por propia iniciativa", recordó Chisbert, según el cual a las 21.30 la cantidad de efectivos en la zona ya era "importante" y, al encontrarse parte de ellos sobre el puente, se llegó a "trabajar con la hipótesis del desbordamiento del Túria también". Las críticas internas habían pedido más efectivos, pero este martes Chisbert recordó que en la ciudad de València "seguía habiendo demanda de servicios" como una tentativa de suicidio o dos incendios, por lo que, según el jefe de Bomberos, se "trabajó con el máximo de equipos posibles para asegurar su seguridad".
En total, aquella noche se han conseguido registrar en los informes más de 1.000 rescates, pero Chisbert señaló que son sólo los que los agentes y los más de 20 mandos pudieron recordar: "Resulta materialmente imposible recordar todos los rescates realizados". La mayoría de ellos, dijo, se realizaron en la V-30 y V-30 y en la pedanía de La Torre, y en menor proporción, en Forn d'Alcedo y Castellar-l'Oliveral.
Destacó varios casos, como "las más de 20 personas subidas a techos de vehículos y cogidas a fachadas"; "una casa en la que había 1,5 metros de agua y flotando entre los muebles estaba una señora mayor y 2 chicas que eran sus cuidadoras"; "13 personas del techo de un autobús; 12 personas encima del techo del lavadero; un chico joven y un varón de unos 50 años agarrados a una farola; un bombero atrapado en una farola", relató entre muchos otros.
Sobre la reacción municipal, el jefe de Bomberos detalló que aquel día había 67 efectivos de guardia y se incorporaron 68 intervinientes de servicio extraordinario. Al día siguiente, fueron 66 de guardia y 60 de servicio extraordinario y el día 31, 64 efectivos de guardia y 51 de servicio extraordinario. De manera que, durante aquellos primeros días, se dispusieron 376 bomberos del Ayuntamiento de Valencia para hacer frente a las consecuencias de la dana y se realizaron 681 servicios extraordinarios, lo que ha supuesto aproximadamente 7.500 horas de trabajo.
Así, destacó el grupo de rescate acuático, en el que nueve de los once mandos y seis de los once bomberos "disponibles" estuvieron realizando rescates junto al resto de equipos de rescatistas, y participaron en búsquedas de desaparecidos en los días posteriores tanto en la costa como en el cauce del río y l'Albufera. También participó la unidad canina, así como el servicio de drones, que hicieron vuelos diarios desde la misma noche.
Según el portavoz socialista, Borja Sanjuán, la intervención de Chisbert "constata" que "la Generalitat no avisó a un municipio como Valencia de la posible crecida de barrancos" al enterarse el Ayuntamiento por un aviso a las ocho de la tarde. Y que "se incumplió el propio plan de inundaciones" municipal porque ni la Generlitat ni el Ayuntamiento "pusieron los medios que le obligaba a poner" dicho plan, por lo que "existe una ineptitud compartida entre el president de la Generalitat, Carlos Mazón, y la alcaldesa de València, María José Catalá".
De cara a futuro, Chisbert señaló que "todas las emergencias suponen aprendizajes", y en esta, destacó la importancia de la concienciación. Por ello, puso el foco en "cuántos vídeos se subieron a redes sociales" frente a "cuántas llamadas se hicieron a emergencias", por lo que insistió en que "lo primero es protegerse y llamar a los servicios de emergencias" dado que el contenido en redes sociales "a día de hoy no aporta información" a los cuerpos de emergencias. De modo que enfatizó en la importancia de llevar a cabo tareas de concienciación para estas emergencias.
Asimismo, señaló que la administración tiene "la posibilidad de implantar todos los servicios tecnológicos para que el grado de incertidumbre baje" en estas situaciones. Por lo que propuso líneas de trabajo como la implantación de cámaras en tiempo real; sistemas de avisos sonoros a la población; planes de evacuación y confinamiento específicos en zonas de mayor riesgo; o la realización de un nuevo estudio del riesgo de la ciudad "incorporando todas las circunstancias observadas en el episodio de la dana".
Sobre el estudio del riesgo, dijo, cabría centrarse en la existencia de garajes que pueden acumular millones de litros de agua y materiales, arrastrados; la influencia de la gran cantidad de vehículos aparcados en las vías públicas y las consecuencias de los arrastres de los mismos, los nuevos potenciales de precipitaciones de lluvia que superan récords históricos, la influencia de las barreras físicas (líneas férreas, carreteras, construcciones…) y sus consecuencias y el comportamiento humano previsible ante los avisos generados.
Respecto a los protocolos de cierre de colegios en situaciones de alerta meteorológica, Chisbert fue claro al asegurar que es un tema "delicado" porque "cuando tienes a los niños en el colegio y llega la emergencia, protocolizar sacarlos a todos puede provocar un desastre mayor y un colapso espectacular". Por ello, sí consideró posible establecer un protocolo para situaciones que se pueden prever con un día de antelación, pero hacerlo "de hoy para hoy es potencialmente fracasar por defecto o por exceso", debido precisamente a la incertidumbre.
Por su parte, intervino también José María Lozano, catedrático de Proyectos Arquitectónicos de la UPV, quien centró su intervención en la gestión del territorio, "que en el caso de las ciudades se tiene que hacer urbanizando". Así, planteó como medida estratégica para llevar a cabo la regeneración de las pedanías afectadas por la dana, "un reimpulso de Sociópolis", y consideró que "se tendría que fomentar la relación de esta zona de La Torre con la Marina, generadora de tecnología avanzada e incubadora de inteligencia e innovación".
"Podríamos tener en este espacio, que ahora está dando respuesta a la necesidad de realojo de las familias afectadas, un parque de vivienda pública transitoria para, por ejemplo, dar servicio a quienes trabajan en la Marina. Ahí hay mucho suelo dotacional, para equipamientos, pero habría que contemplar que ese uso incluya el de vivienda pública", explicó el profesor.
También sugirió medidas para zonas inundables como la utilización de pavimentaciones porosas, la habilitación de sistemas separativos de alcantarillado o la construcción de edificaciones solidas con aparcamientos en altura, y defendió la reivindicación de la Albufera como reserva de la biosfera. En este sentido, habló de "proteger los vínculos existentes y necesarios entre este parque natural, l’Horta y el cauce de río Túria, con el fin de renaturalizar, que no es hacer más verde, sino hacer natural, lo que implica no ponerle obstáculos al agua sino dejarla pasar".