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ENTREVISTA AL DIRECTOR CIENTÍFICO 

Jörg Claussen (CDTM): "València va a ser uno de los principales 'hubs' de 'startups'"

3/12/2023 - 

VALÈNCIA. El Center for Digital Technology and Management (CDTM) es una iniciativa de la prestigiosa Universidad Técnica de Múnich y la Universidad Ludwig-Maximilian y, como ‘escuela de genios’ que es, tiene muchas peculiaridades. Está gestionado por estudiantes de doctorado y su propósito es formar innovadores en la fase previa a su explosión ya sea como emprendedores (de su seno han salido siete unicornios), ya como profesionales en empresas. 

Después de un proceso de selección tan estricto como el que puede concebirse tratándose un centro de tecnología y gestión digital alemán, València ha sido escogida como la primera ciudad para su expansión internacional. Empresas como Vicky Foods, S2 Grupo y Transvia, además de corporaciones nacionales como Telefónica, ya se han postulado como colaboradoras de CDTM. Jörg Claussen, es su director científico.

-Es interesante para una ciudad conocer los detalles del análisis llevado a cabo por un centro como CDTM. ¿Qué habéis visto en València para elegirla como la primera sede además de Múnich?

- El proceso que llevó a la selección final de València ha sido muy sistemático. Identificamos un conjunto de criterios e hicimos una proyección inicial dentro de Europa, considerando los tamaños de algunas ciudades o las características de los ecosistemas. Comenzamos con una lista muy larga de ciudades y luego la redujimos a un par, que fueron investigadas más a fondo. En València hay una fuerte trayectoria ascendente en muchas dimensiones, pero lo más importante es el ecosistema emprendedor.

 Hay muchas iniciativas, y de creación muy reciente. València se está convirtiendo en uno de los hubs más importantes para las startups, así que ese fue un criterio importante. El segundo es un ecosistema universitario fuerte, porque CDTM trata de conseguir a los mejores estudiantes y empoderarlos. Necesitamos una base sólida para elegir. También ayudó enormemente la voluntad de los actores importantes locales para hacer que esto sucediera. Puedes querer crear un CDTM en, digamos, la Escuela de Negocios de Harvard, pero no hay tanta gente te dé la bienvenida con los ojos y los brazos abiertos. València era como la pieza del rompecabezas perfecta.

-¿Y cómo proyectáis vuestra relación con las empresas? El ecosistema de corporaciones que rodea a Múnich es diferente del valenciano, no sólo por el tamaño o el tipo de actividad, sino también por los modelos de innovación y la relación con los centros de conocimiento.

- En octubre del año pasado, cuando hicimos la primera visita de la delegación, estuvimos en el Valencia Digital Summit. El simple hecho de estar allí nos permitió ver cuánta innovación, cuánto tipo de impulso hay, en el que está involucrado no sólo en el ecosistema emprendedor, sino también las grandes corporaciones. 

-¿Está ya en contacto con empresas locales, puede mencionar algunas dispuestas a comprometerse los próximos años a colaborar con CDTM?

-Como contexto del proyecto, hay una gran empresa internacional que acababa de aterrizar en Valencia, que es Lufthansa Technik, y tenemos a otras tres como principales actores del ecosistema, Vicky Foods, S2 Grupo y Transvia, que han sido realmente pioneros en esta colaboración con CDTM. Tal y como está concebido el centro, el equipo directivo está conformado por estudiantes de doctorado y son ellos los que dirigen el espectáculo. Los profesores supervisores, tanto del lado de Múnich como del valenciano, les dejamos trabajar, los empoderemos, pero ellos son los que ejecutan los contactos. Hay empresas internacionales que están aterrizando en Valencia, con mindset europeo, compañías innovadoras valencianas, y estamos abiertos también a nivel nacional, con compañías como Telefónica y otras con las que hemos comenzado a tener conversaciones. Ese es el perfil. 

-València como punto de encuentro del talento emprendedor en España.

- En Alemania, tenemos muchas colaboraciones, por supuesto, con empresas de Múnich, porque es nuestra ciudad natal y donde estamos más profundamente arraigados, pero el país tiene muchos puntos calientes de innovación diferentes y, por lo tanto, tenemos socios de otras ciudades como el puerto de Hamburgo. Lo que también nos convenció de València es que está conectada con toda la red española, hay mucho intercambio. Hemos visto muchos equipos de Madrid incubar la startup aquí.
Por eso también decidimos que era la apuesta adecuada.

Hay un fenómeno vinculado a este: en Alemania, como el CDTM tiene una reputación tan grande, muchos estudiantes eligen estudiar en Múnich para conectar con nosotros. Espero ver aquí también cosas similares, que quizás estudiantes madrileños o de otras partes de España decidan venir a València, no sólo por el CDTM, sino por su espíritu emprendedor, de forma que atraigamos talento. Queremos llegar a ser el pool de talento nacional, conectarlo cada vez más, especialmente el que tiene un mindset emprendedor.

-Podría decirse que actuáis como una especie de aceleradora de personas. La transferencia del conocimiento a la economía es una de las cuestiones recurrentes en Europa desde hace mucho tiempo y CDTM parece proponer una tercera vía. 

- Me gusta mucho la idea de que somos un acelerador de personas. Creo que somos realmente únicos en la forma en que nos posicionamos. Si echas un vistazo al ecosistema emprendedor, ves docenas de programas de incubación, pero creemos que es más importante comenzar antes, en la fase previa, crear el mindset correcto y reunir a los equipos adecuados para formar estos estrechos lazos sociales. Esto es también lo que hace especial al CDTM. Por supuesto, te preguntarás: “entran sólo 25 cada año y permanecen dos años”, pero reunir a los 50 mejores y más brillantes estudiantes en un programa como este creará mucho más valor al final que si tenemos un programa muy superficial y no tan profundo en el que nos proponemos enseñar a 500 estudiantes. Esto de ser un acelerador de personas solo funciona si realmente inviertes en las personas. 

-¿Cómo de relevante es la tecnología y el conocimiento en vuestro proceso de selección, además de las cualidades de la persona emprendedora, por supuesto?

- CDTM trata realmente de la gente, esto es lo esencial, el core. Una de las claves del éxito es que estamos profundamente integrados en el ecosistema universitario y en el de empresas de tecnología, en las que podrían terminar los proyectos de estudio, tesis o similares que hacen los estudiantes. Por supuesto, vamos a enseñar a los universitarios del área de negocios los conceptos básicos de la tecnología y, al revés, a los estudiantes de tecnología, algo de la parte de gestión. Al final se trata empoderarlos para que sean capaces de pensar en cuáles son los factores clave de éxito que necesita su innovación.

-Lo natural sería pensar en el momento de la selección: “vamos a buscar personas con conocimientos en inteligencia artificial (IA), sistemas autónomos o data analytics porque es lo que necesita el mercado”.

- Esa es una de las claves de todo el programa, porque si no tienes a las personas con el mindset correcto, con las habilidades correctas, con la personalidad correcta, no va a funcionar. Y lo más importante de todo es la diversidad: no queremos 25 personas con el estilo de consultor de McKinsey, ni 25 investigadores de IA, ni 25 súper extrovertidos, ni, por supuesto, 25 introvertidos. Tener la habilidad adecuada entre muchas dimensiones diferentes es realmente lo que impulsa el éxito. A veces un estudiante puede decir: “tengo un promedio de calificaciones mejor que otro, pero no entré. ¿A qué se debe esto?” Tal vez no encajabas en el equilibrio adecuado. Cuando empecé en 2004 como alumno en CDTM, la primera semana fue una pesadilla porque todo el mundo hablaba un idioma diferente, había un informático en el grupo que no se llevaba nada bien con los chicos de management. Después de una semana más o menos, encontramos nuestro lenguaje en el grupo y nos volvimos productivos. Se trata de encontrar un lenguaje común.

-Es como cuando reúnes a niños de diferentes países y al final del campamento usan un idioma que solo ellos entienden.

- Exactamente. Tratamos de traer a personas con diversas perspectivas y distintos orígenes. Sería muy diferente si reuniéramos a 25 consultores de McKinsey en la sala, desde el minuto uno serán muy eficientes, pero no resulta igual. En Múnich recibimos alrededor de 500 solicitudes para 25 plazas.

-Una de las principales científicas españolas en ciencias de la vida, María José Alonso, me decía hace unos días, en efecto, que este es el momento de su carrera en el que más está disfrutando, porque en su equipo colaboran personas de disciplinas muy diferentes. Hasta informáticos. ¿Cuáles son los planes de expansión de CDTM después de su primer salto a València?

- Sería estúpido decir que el plan es Valencia primero, y luego tal vez digamos Estocolmo u otra ciudad. Tenemos que aprender, ver qué funciona, qué se puede mejorar y, a partir de ahí, tomaremos la decisión. No puedo dar una respuesta sobre cuál será la próxima ciudad, porque no lo sabemos. Tampoco podemos decir si será dentro de dos años o si tal vez esperaremos otros cuatro. No tenemos prisa. No estamos financiados por un capital de riesgo que necesita escalar. Por otro lado, CDTM Múnich ha estado enviando estos últimos 25 años a nuestros estudiantes por todo el mundo, hemos establecido muchas colaboraciones y, por supuesto, la idea es hacer exactamente lo mismo aquí en Valencia. No se trata sólo de crear una calle de doble sentido entre València y Múnich, aunque, por supuesto, tenemos muchas esperanzas en que se convierta en una vía fuerte de intercambio, sino que València también debe crear conexiones tanto a nivel nacional como internacional.

-Desde la perspectiva de la empresa, el modelo que proponéis se aproxima más al de la innovación abierta que al de becas de formación. 

- Hacemos principalmente cursos basado en proyectos, así es. Creemos que el mejor modo de aprendizaje es ese, que el estudiante ponga sus manos en problemas reales, no tomarlos prestados de consultores baratos. Es una experiencia verdaderamente colaborativa. Los proyectos más exitosos son aquellos en los que el socio del proyecto realmente tiene una necesidad clara, un problema y realmente dice: “trabajemos juntos para resolver esto”. Ahí es cuando tienes una alineación perfecta. Las perspectivas externas que traen los estudiantes son muy diferentes y valiosas para las empresas; y la idea es que éstas transfieran conocimiento a los universitarios para que se pongan al día. Necesitamos, por eso, estudiantes súper inteligentes y motivados que tengan estas curvas de aprendizaje extremadamente rápidas. 

-La batalla por el talento es descarnada en algunos ámbitos profesionales. 

- Las empresas están luchando por el talento y están ansiosas por acercarse lo más posible a CDTM porque saben que realmente tiene acceso a un gran talento. Creo que en España también estamos empezando a ver ese cambio. Ya no se trata de que las empresas te concedan el honor de trabajar en su despacho, el paradigma ha cambiado por completo, ahora son ellas las que llaman a las puertas de las universidades queriendo hacerse con el mejor talento porque hay escasez de los perfiles que realmente educamos y empoderamos. Hay una carestía en general de mano de obra en toda Europa, pero cuando se trata de los mejores talentos la escasez es aún mayor porque hay muchas oportunidades. 

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