El responsable de Igualdad en la Diversidad recalca la importancia de que sean los colectivos quienes marquen la agenda y explica los cuatro ejes principales de actuación: la ley de transexualidad, la igualdad del pueblo gitano, la lucha contra la intolerancia y reconocer la diversidad familiar y religiosa
VALENCIA. José de Lamo es el primer titular de la nueva Dirección General de Igualdad en la Diversidad, organismo dependiente de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas. Esta dirección tiene atribuidas las funciones relacionadas con la política de igualdad, con especial atención a los colectivos LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales), de diversidad familiar; de diversidad étnica, religiosa y de culto; para la no discriminación, y de garantía de igualdad de oportunidades.
De Lamo proviene del colectivo Lambda (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales), donde ejerció como responsable de Comunicación i del grupo universitario (2003-2004), secretario de organización (de 2004 a 2009) y coordinador general (2009 a 2013). De 2012 a 2015 fue secretario de organización en FELGTB (Federación Estatal del colectivo LGTB).
El activista y ahora responsable de organización comenta las principales líneas de actuación que llevará a cabo su departamento y analiza el contexto en el que se encuentra.
-¿Cómo llega al cargo?
Fue a través de una llamada de la vicepresidenta. Mónica (Oltra) me llamó el día de la manifestación del Orgullo de Madrid. Estaba, como otros años, organizando la manifestación y recibí su llamada con la propuesta de llevar los temas de Igualdad en la Diversidad. Es el nombre de la Dirección General, para tratar los temas y trabajar con diversos colectivos que sufren discriminación por cuestión de identidad, principalmente.
-¿Por qué decidió llamarle a usted?
Nos conocíamos de muchos años. Mónica fue activista de Lamba, llevaba temas legales… Habíamos trabajado juntos. Ella ha intentado buscar gente que conozca los ámbitos, pasar de la trinchera al Gobierno.
-¿Seguirá compatibilizando activismo y política?
Entendí el día que me nombraron que no era compatible la Federación (FELGTB) con la responsabilidad de gobierno, principalmente por el tiempo, que el gobierno lo ocupa todo. Aunque uno no deja nunca de ser activista, pero ambas responsabilidades no son compatibles.
-¿Qué se llevas de Lambda y FELGTB a la Dirección General?
El conocimiento de las realidades de la diversidad y su defensa como un valor social importante. Es importante que se transmita en el gobierno. Desgraciadamente nunca habíamos encontrado en el gobierno una sensibilidad a la diversidad en su amplitud; sexual, familiar, étnica religiosa… Yo formo parte de esos colectivos y esa sensibilidad me la llevo al gobierno para poder empatizar con las reivindicaciones.
"La visión global de los movimientos sociales y trabajar en equipo es un aprendizaje bueno para el gobierno"
También el conocimiento con esas luchas sociales en las que he estado y sigo estando, para buscar las formas de llevarlas a cabo en las políticas públicas. Además, la transversalidad y el trabajo en equipo, porque estas cosas no se resuelven en una Dirección General. La visión global de los movimientos sociales, que hemos aprendido a trabajar conjuntamente en nuestras luchas, de las sinergias que se crean.. es un aprendizaje que es bueno para el gobierno. No tiene sentido que en un gobierno trabaje cada uno en su parcela.
-Los gobiernos, los partidos… ¿Deberían aprender a hacer luchas conjuntas?
Es obligatorio, sino no tendría sentido. Un gobierno tiene que gobernar para la gente, independientemente de donde venga cada cual, y tienes que trabajar conjuntamente. Cualquier política que hagas afecta a muchos colectivos a la vez. Por ejemplo, toda política tiene una perspectiva de género. Ya hay una dirección general para ello, pero no va a solucionarlo sola, tiene que tener una visión global. En mi caso, nuestro objetivo es que todas las políticas del gobierno estén impregnadas de los valores de la diversidad y que no se deje por el camino a colectivos que son invisibles para la sociedad. Si no lo tiene en cuenta, no es un gobierno que funcione.
-¿Nota diferencia en la composición de las nuevas Corts respecto a los colectivos marginados?
Es evidente. El primer presidente, Francesc Colomer, lo primero que hizo fue recibir a colectivos como el LGTB. Ahora hay una mayoría en les Corts que es sensible a estos colectivos, no sólo el Pacto del Botánico, sino también Ciudadanos. Incluso hemos tenido buena sintonía con el PP para empezar a trabajar. El reto también es que la defensa de igualdad en los colectivos no sea patrimonio de nadie, sea lucha de todos. No es un trabajo de una legislatura, sino de años y años.
-¿Cuál es el espíritu de esta dirección general?
Poner la semillita para que el gobierno, sea el que sea, trabaje por estos colectivos
-¿Con qué se han encontrado en la DG y qué líneas de actuación tienen previstas?
Nos hemos encontrado con la nada. El primer paso es dotar la DG de personal y económicamente. A partir del 1 de enero tendremos presupuesto propio para nuestros objetivos. Queremos dotarla de una estructura suficiente para que no sea flor de una legislatura. El trabajo con algunos colectivos se estaba haciendo en otros espacios, pero nuestro enfoque es diferente. Por ejemplo, en el caso del pueblo gitano se trabajaba en la inclusión social. Es importante, pero es consecuencia de la discriminación y hay que hacer políticas para que salgan de la pobreza y de la discriminación que les hace estar en esa situación de pobreza. Esto no puede ser flor de un día. Si vas sumando minoría a minoría, hablamos de mucha gente y todos tienen que sentir que se defienden sus derechos. La DG tiene una labor importante, hacer visible a la gente que ha sido invisible.
- Ha comentado que la DG ha empezado desde cero, ¿Cuentan con algún informe que evidencie cuál es el principal problema que atajar?
Partíamos prácticamente de cero. En algunos colectivos sí había actuaciones, pero no hemos encontrado políticas específicas para trabajar por la igualdad. Eso es lo principal que tenemos que hacer. En octubre empezamos a trabajar con un anteproyecto de ley para las personas transexuales. En ese proyecto está el gobierno, los grupos parlamentarios, los colectivos y personas expertas. Entendemos que hay que trabajar así.
Me reuní en septiembre con todos los grupos para explicar que nuestro primer trabajo legislativo sería este anteproyecto, porque así nos lo pidieron los colectivos, que entendemos que tienen que marcar la agenda.
-¿Hay algún modelo al que hayan mirado para esta ley?
En España, en exclusiva de transexualidad hay varias: Andalucía, Navarra, País Vasco y Canarias. En Extremadura y Cataluña hay una ley global LGTB y en Madrid hay una propuesta, que es la que hemos tomado como base, presentada por PSOE, Ciudadanos y Podemos, también trabajada con los colectivos.
-¿Hacia dónde se enfoca la Ley de Transexualidad?
Tenemos unas competencias a las que no llegamos, como la que permite el cambio de nombre y sexo en los documentos oficiales. La propuesta que trabajamos tiene varios ejes. Uno es el educativo, que a los menores transexuales se les trate con su identidad en los colegios, independientemente del nombre del DNI. Que no dependa del criterio del colegio, sino que sea el derecho de los menores. En el ámbito sanitario es que todo el proceso que necesiten las personas transexuales esté cubierto por la sanidad pública. Los colectivos conseguimos que se incluyeran algunos tratamientos, pero no están todos. El objetivo es que cada persona culmine su proceso donde quiera, no todas quieren operarse de todo. Queremos que, al menos en nuestro ámbito, se despatologice la transexualidad y que sean decisoras de su proceso y puedan decidir sobre su cuerpo. Luego hay otro tipo de medidas en cuanto a las políticas de igualdad y no discriminación. La ley establece una serie de derechos de no discriminación. La discriminación laboral es muy alta, en especial en las mujeres transexuales.
-¿Se han encontrado con algún tipo de oposición a la ley?
Por ahora, no. Todos los grupos están implicados. Tampoco con el rechazo de ningún colectivo.
-Además de la ley de transexualidad ¿Cuáles son los principales objetivos?
Hemos trabajado al lado de los colectivos estos meses. En el ámbito del pueblo gitano, hemos trabajado para conocer su realidad. El objetivo para 2016 es tener una estrategia integral para la igualdad del pueblo gitano que establezca todas las políticas públicas de forma transversal. Tienen que estar implicados Educación, Sanidad, Comercio, Empleo, Igualdad y Políticas Inclusivas… además de los agentes parlamentarios, el gobierno, expertos… El objetivo es trabajar siempre en esa fórmula, que la política de gobierno surja de las necesidades de la gente. Para alguien como yo, que viene del otro lado, es fundamental.
"El objetivo es trabajar siempre en esa fórmula, que la política de gobierno surja de las necesidades de la gente"
En el ámbito de la lucha contra la intolerancia, lo mismo. Nos habíamos encontrado con un plan que estaba caducado desde hace años. Esto sí es un punto del Pacto del Botánico, un plan por la igualdad de trato y contra los delitos de odio. Hemos creado un servicio exclusivo para este tema para poder coordinar las políticas que se hacen en este ámbito. Hay muchos agentes a la vez, Fiscalía, la policía… requiere coordinación. Nosotros nos centraremos en la sensibilización y atención a las víctimas. El patrón debe ser el mismo, trabajar con todos los agentes.
Respecto a la diversidad familiar, hemos avanzado en eses temas. Sobretodo en las familias monoparentales, cuyo reconocimiento no servía para nada. Ahora, con la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos para 2016, se equiparan a las numerosas en la exención de tasas, contarán con los mismos beneficios que las familias numerosas.. Que en educación, la puntuación para acceder a los colegios sea la misma; el ayuntamiento las ha incluido en los descuentos en la EMT… Son las familias que más han sufrido la crisis, hablamos de una persona que se ha encargado de sustentar a sus hijos. Necesitan de una protección especial que hasta ahora no tenían. Nos hemos marcado ese objetivo de una equiparación total a lo largo de la legislatura, en el IBI, en el ámbito local… Incluso en las familias homoparentales, el gobierno había eliminado la posibilidad de que las mujeres sin pareja hombre tuvieran acceso a la reproducción asistida en la sanidad pública y en octubre nos pusimos a trabajar con la consellería para que volvieran a tener ese derecho. Hemos avanzado en algunos temas que requerían una decisión política clara y rápida y lo otro iremos poco a poco.
El último punto clave es el de la diversidad religiosa. Hace bastantes años se trabajó en este ámbito desde la Generalitat, pero después se abandonó el acercamiento a las diferentes religiones. Nuestro objetivo es tratarlas a todas por igual, que no haya discriminación y que todas las personas, independientemente de la religión que profesen, o que no profesen ninguna, sientan que las políticas públicas les incluyen.
Es un objetivo trabajar con el gobierno del Estado; lo estamos haciendo a través de la fundación que tiene el Ministerio de Justicia para las religiones minoritarias, pero también con ayuntamientos para tratar cuestiones como los cementerios.
-¿Dentro de las instituciones cómo se va a trabajar?
Por una parte, el tema de la formación es fundamental. Sobre todo en el ámbito educativo y sanitario, porque tienen un contacto directo y es importante que conozcan cuál es la diversidad existente. Puedes ir al médico y que te pregunte por tu mujer y no tener mujer. O comprender que a una mujer gitana o musulmana hay que hablarle en otros términos. O los calendarios, al convocar oposiciones, comprender que en determinadas religiones hay días que no pueden acudir… No siempre se puede cumplir del todo, pero hay que tenerlo en cuenta y hablar con las comunidades para buscar soluciones posibles. La administración debe tener todo eso en cuenta, que la realidad es más compleja de lo que se ve.
-Y para las escuelas, dentro de la formación ¿hay algún tipo de plan?
Tuvimos una reunión con el conseller Vicent Marzà y hay disposición de trabajar estos temas. Hay colectivos, como Lambda, que van a los institutos, pero esos planes deben coordinarse y hacer un plan general. Habrá que hacerlo poco a poco, planteando un plan piloto en algunos centros con un plan específico…
Hay muchas iniciativas en muchos centros que ya tratan este tema. Semanas culturales, día contra la LGTBfobia… experiencias localizadas y lo interesante sería hacer un catálogo y ver como adaptarlo a cada centro. Dar un abanico de posibilidades y que cada centro lo aplique en función de su capacidad, según el tipo de barrio, el tamaño del centro… Son cambios lentos en educación, pero hay que poner esa semillita para que se acabe asumiendo de manera natural.