ALICANTE. En la provincia de Alicante, un territorio conocido por su dinamismo y espíritu emprendedor, los jóvenes empresarios estamos desempeñando un papel cada vez más relevante. Sin embargo, este prometedor grupo enfrenta una serie de desafíos que combinan las dificultades propias de la juventud con las inherentes al ámbito empresarial.
Uno de los principales escollos para nosotros es el acceso a la financiación. Las instituciones financieras suelen mostrar reservas a la hora de conceder créditos a jóvenes sin garantías suficientes. Aunque existen subvenciones, la burocracia y los requisitos pueden resultar abrumadores. Esta carencia de capital inicial dificulta la inversión en infraestructura, tecnología y talento humano, elementos esenciales para el desarrollo y la sostenibilidad del negocio. Además, navegar el laberinto de permisos, licencias y regulaciones puede ser desalentador, costoso y una barrera significativa al inicio de cualquier actividad empresarial.
Nuestra juventud, aunque aporta una visión renovada y entusiasta, también implica una falta de experiencia en la gestión empresarial. Los conocimientos en contabilidad, estrategia de negocios y gestión de recursos humanos son a menudo insuficientes, lo que puede llevar a decisiones erróneas y costosas. Aunque muchos de nosotros buscamos mentorías y formación adicional, encontrar programas de calidad y accesibles no es una tarea sencilla. Además, Alicante es una región con un mercado altamente competitivo, donde predominan las empresas consolidadas. Esto nos obliga a encontrar formas innovadoras de diferenciar nuestros negocios y atraer a los consumidores.
El equilibrio entre la vida personal y profesional es otro desafío importante. Iniciar y gestionar un negocio requiere dedicación y tiempo, lo que puede ser especialmente estresante para nosotros que también enfrentamos las presiones típicas de nuestra edad. La falta de experiencia en la gestión del tiempo y del estrés puede llevar al agotamiento, afectando tanto a nivel personal como profesional.
A pesar de estos desafíos, nuestra juventud ofrece una serie de ventajas significativas. Podemos identificar oportunidades y soluciones que los más experimentados podrían pasar por alto, lo que nos permite desarrollar productos y servicios que resuenan con las nuevas generaciones, pues estamos en mayor sintonía con las tendencias actuales y las necesidades del mercado juvenil.
Una de nuestras mayores ventajas es la energía y la capacidad de recuperarnos de los fracasos y persistir frente a los desafíos. Asimismo, nuestra disposición a aprender y crecer, adquiriendo constantemente nuevos conocimientos y habilidades, nos permite adaptarnos y evolucionar continuamente. Nuestra juventud nos facilita estar a la vanguardia en la adopción de nuevas tecnologías y métodos de trabajo, otorgándonos una mayor capacidad para adaptarnos rápidamente a los cambios, lo que supone una esencial ventaja competitiva en el entorno empresarial actual.
En conclusión, aunque puedan existir inconvenientes, las ventajas de la juventud ofrecen un contrapeso poderoso. Con el apoyo adecuado en términos de financiación, formación, networking y entendiendo la fuerte competencia del mercado alicantino como una oportunidad para demostrar nuestra valía, nosotros, los jóvenes emprendedores, podemos ser una fuerza motriz para el crecimiento económico y la innovación en Alicante. Ser un joven empresario supone recorrer un camino lleno de desafíos, pero repleto de posibilidades para aquellos dispuestos a tomar el riesgo que les permita conseguir oportunidades únicas, el éxito y la felicidad a largo plazo.
Es nuestra responsabilidad, como comunidad y como sociedad, proporcionar el apoyo necesario para que estos jóvenes talentos puedan alcanzar su pleno potencial, contribuyendo así al desarrollo sostenible y próspero de nuestra querida provincia.
* Alfonso Calero es presidente de Jovempa Alicante