Evelio Mayor es uno de esos (tantos) currantes de la gastronomía valenciana que permanecen un poco alejados del run run de esta tontería de las modas y los egos. Lo conocimos tras los fogones del Orient Express de la calle Roteros y hoy regenta Juan de Juanes en la calle del mismo nombre, a tres pasos de la Plaza Santa Cruz —zona cero de ese Barrio del Carmen que, parece, renace e ilusiona.
Un espacio cálido y abierto, bajo un arco del siglo XVI, un horno de leña (de encina o carrasca secada al sol) de más de 150 años y una cocina honesta que gira en torno a la cocción a leña y la gastronomía tocada por matices ahumados. Pan de masa madre, steak tartar de solomillo de vacuno mayor, cocotte al horno con calabaza con queso Savel y morcilla de buey wagyu, ventresca de atún o un fabuloso lenguado salvaje desde Puerto de Santa María gracias a Alfredo Gil, su proveedor en el Mercado Central. Aquí los proveedores tienen nombre y apellidos: como debe ser.
Yo quiero creer que no siempre hacen falta grandes , tan solo sentido común y amor por las cosas bien hechas. Toda la suerte del mundo, Evelio.