VALENCIA. "He cumplido una etapa complicada con todo el tema de la refinanciación y ya avisé en su momento al consejo de administración que fueran buscándome un sustituto". Son palabras de Juan Ignacio Egaña, que acaba de dejar la presidencia de Natra en manos de Antonio Obieta, tal y como informó la histórica chocolatera valenciana antes de anoche por hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Egaña, que atendió amablemente la llamada de este diario ayer por la mañana, reconoció que era su intención de presentar su dimisión en la pasada junta general de accionistas "pero no había concluido el proceso de búsqueda del candidato porque teníamos dos sobre la mesa". Dos meses después -"el estar el mes de agosto de por medio tampoco tenía tanta incidencia"- llegaba el traspaso de poderes. Un relevo que el mercado se lo tomó bien, dado que ayer las acciones de Natra se revalorizaron un 0,91%, hasta los 0,555 euros -zona de máximos de los últimos doce meses-, en una jornada bursátil de carácter bajista.
"He tratado de darle a Natra un enfoque industrial, desarrollando los mercados en Estados Unidos y Canadá, con un entramado organizativo y buscando nuevas unidades de negocio durante los cinco años que he estado de presidente", apunta Egaña, que no duda en señalar que "con el apoyo de las entidades financieras la empresa tenga que entrar en un proceso de crecimiento y entiendo que es importante una persona con más largo recorrido que el que tenía yo". Así de claro lo tiene este ejecutivo que fue nombrado presidente de la histórica cotizada valenciana -una de las contadas del Mercado Contínuo- a primeros de noviembre de 2011.
"Antonio Obieta es la persona indicada para llevar el timón de Natra porque tiene mucha experiencia en Estados Unidos y Reino Unido, dos mercados donde queremos crecer más. Pero para ello tendrá que afianzar la estructura organizativa y crear una adecuada para que el talento de las personas se pueda desarrollar dentro de la compañía", recomienda este donostiarra que procedía de Zahor, chocolatera adquirida por Natra en 2004, donde ocupó la presidencia durante quince años.
Licenciado en Química por la Universidad de Münster (Alemania) y Máster en Dirección de Empresas por el IESE ha desarrollado su trayectoria profesional ligada al mundo del chocolate y ha tenido que lidiar unos complicados años al frente de la presidencia de Natra, tal y como lo contó en una entrevista en la Revista Plaza en enero pasado pidiendo paciencia a los accionistas. Unas semanas antes se había dado por concluida la tan ansiada reestructuración financiera, cuyos contratos fueron suscritos por la totalidad de las entidades acreedoras de Natra y, además, validadas por un juzgado.
Ahora no pide sino se ofrece "para lo que necesiten en esta transición de mí mientras espero estar de vez en cuando con ellos para intercambiar opiniones, así como acudir a las juntas de accionistas". Todo ello mientras reafirmaba al otro lado del hilo telefónico que "el nuevo presidente va a aportar cosas nuevas y seguro que ve algo diferente a lo que veo yo, pero no cabe duda de que ello le va a suponer un trabajo y sacrificio para el que está muy capacitado".
El relevo en la presidencia de Natra llegó unos días después de que Manuel Moreno, histórico expresidente de la cotizada local, anunciara su vuelta al consejo de administración. Egaña tiene claro que "ha sido simple coincidencia y un asunto particular" de un Moreno "que conté con su apoyo cuando me eligieron de presidente y ahora ha contado con el mío para su vuelta al consejo".
Obieta, licenciado por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster en Finance and Business Administration por la Universidad de Deusto, ha desarrollado toda su carrera profesional en empresas tanto nacionales como multinacionales pertenecientes al sector de food and beverage. Y precisamente una de ellas es una vieja conocida de Natra: Cadbury.
Natra es una multinacional de origen español dedicada a la elaboración de productos de chocolate y derivados del cacao. La compañía cuenta con 1.100 empleados en todo el mundo, y gestiona seis centros de producción en España, Francia, Canadá y Bélgica.
La compañía tiene dos divisiones de producción: productos de consumo (barritas de chocolate, bombones, tabletas de chocolate, etc.) y producto industrial (suministra productos derivados de cacao, sobre todo polvo, manteca de cacao y cobertura de chocolate para la industria).