Juan Luis Gómez-Trenor FosVALENCIA. Valencia Plaza avanzaba ayer el fallecimiento de Juan Luis Gómez-Trenor, una auténtica institución en Valencia y la segunda mayor fortuna en la Comunitat Valenciana (y decimocuarta de España) con un patrimonio estimado en 2.300 millones de euros a 30 de noviembre de 2016, según los últimos datos de la Revista Forbes constatados por este diario. Pero nunca hizo gala de su condición de millonario. "Juan Luis era una persona muy reservada, que no le gustaba hablar de su fortuna, un auténtico caballero en el sentido más amplio de la palabra", apuntan fuentes próximas a una de las familias de más pedigrí de la 'City' valenciana.
"Aunque no era del gusto de estar en actos públicos pocas veces negaba una invitación y cuando había que estar -como en la salida a bolsa de la pasada primavera de Coca-Cola European Partners (CCEP) en el parqué madrileño- allí estuvo", añaden. Y no les falta razón porque bastón en mano, Gómez-Trenor se dejó ver junto con el resto de consejeros en el campanazo de salida de la mayor embotelladora de la celebérrima marca de refrescos.
Aquel 2 de junio de 2016 fue la culminación del proceso de integración de las embotelladoras de Coca-Cola donde dos de los accionistas de referencia eran la familia Gómez-Trenor y José Ignacio Comenge Sánchez Real. Ambos habían fundado años antes Colebega, la embotelladora valenciana de Coca-Cola, que posteriormente se integró en Coca-Cola Iberian Partners (CCIP) y ésta a su vez en Coca-Cola European Partners (CCEP), la actual cotizada donde ambos tenían un sillón en el consejo junto a dos sobrinos de Juan Luis Gómez-Trenor: Javier Gómez-Trenor Vergés y Álvaro Gómez-Trenor Aguilar.
Los Gómez-Trenor controlan el 25% de Coca-Cola Iberian Partners (CCIP), la división ibérica que representa el 34% de CCEP. El 66% restante está en manos de Coca-Cola Enterprises (38%) y The Coca-Cola Company (18%). Por tanto, a los Gómez-Trenor les correspondían prácticamente 41 millones de títulos de la nueva cotizada española, lo que significaba entonces un valor en bolsa de unos 1.435 millones de euros.
No era la única incursión que mantenía en una cotizada, puesto que también estaba en Ebro Foods donde ha venido siendo uno de los accionistas más compradores en los últimos tiempos. Hasta el punto que la semana pasada adquirió más de 100.000 acciones para aumentar su participación hasta el 7,767% en la empresa líder mundial del sector del arroz.
Un porcentaje que lo situaba como uno de los accionistas de referencia, además con sillón en el consejo como su inseparable Comenge. Apenas hace un mes, tal y como avanzó Valencia Plaza, Gómez-Trenor volvió a comprar títulos de Ebro Foods a través de su mercantil Empresas Comerciales e Industriales Valencianas (Ecivsa).
"Juan Luis, soltero y sin descendencia, se dejaba ver acompañado de sus sobrinos, muy especialmente de Javier que apunta a ser el principal beneficiario de la herencia de su tío, por la calle La Paz. Una calle donde contaba con un buen número de inmuebles y donde destacaban sendos palacetes", apuntan las mismas fuentes consultadas por este diario. Precisamente uno de los palacetes es el de la Casa Sagnier, que ocupa la sede de sus diversas empresas como Valrio (cítricos), Dosval (inmuebles), Frugeva (gestión de fondos) y, entre otras, su principal vehículo de inversión Empresas Comerciales e Industriales Valencianas.
Pero dicho palacete 'gaudiano' no solo es la sede social de sus empresas sino también el de la Fundación para la Promoción de Acciones Solidarias constituida en el verano de 2013 para promover, tanto en España como en el extranjero, iniciativas de carácter social, formativo y de cooperación al desarrollo, en favor de toda clase de personas que se encuentren por debajo del umbral de la pobreza o estén en una situación de insuficiencia económica de carácter grave. Una fundación adscrita al Protectorado de Fundaciones del Ministerio de Educación, que se ha mantenido en un plano muy discreto como su valedor.
A finales de mayo pasado, Gómez-Trenor compraba a los Serratosa (Grupo Zriser) el emblemático edificio Generali de la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, tal y como adelantó entonces este diario. Para ello tuvo que pagar más de 30 millones de euros frente a los 21 millones que habían desembolsado los Serratosa en julio de 2011.
Más allá de su faceta empresarial era un valencianista de pro -el 'club ché' ofreció ayer en su twitter las condolencias por la pérdida- y miembro de una de las históricas familias de la burguesía valenciana, cuya exquisita educación, discreción, amabilidad y buena planta se echarán de menos en la 'City' valenciana. Descanse en paz.
