VALÈNCIA. (EP) El Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC) despide esta semana su recorrido por la comedia europea en ¿De qué nos reímos en Europa?. El cine de Aki Kaurismäki arranca esta última semana del ciclo con Kauas Pilvet Karkaavat (Nubes pasajeras, 1996).
El director del CCCC, José Luis Pérez Pont, ha destacado "la originalidad de este ciclo que, por tercer año consecutivo, nos ha permitido conocer un poco mejor la producción cinematográfica europea, con películas que no se encuentran en las plataformas habituales de cine. Títulos muy poco o nada conocidos que han sido traducidos y subtitulados al castellano y al valenciano por el Consorci de Museus, con el apoyo de Daniel Gascó, a propósito para su proyección".
En un comunicado, Pérez Pont ha agradecido un año más "el interés demostrado por los públicos que nos han regalado su sonrisa, tras las mascarillas, disfrutando de la cultura de forma segura desde un lugar extraordinario como es el claustro gótico del CCCC".
En 1996, Aki Kaurismäki se preguntó por qué, siendo en ese momento Finlandia la nación europea con más índice de paro, nadie abordaba artísticamente el tema. Nubes pasajeras es la respuesta. Una obra oscura, divertida, pero también luminosa, en que el cineasta reproduce la estética de Edward Hopper. Como le sucede al pintor americano, Kaurismäki considera que por encima de la macroeconomía, la recesión o el decrecimiento están la soledad y la lucha de un grupo escogido de personas.
La película, que se proyectará en el Centre del Carme el 24 de agosto, iba a ser originalmente una secuela directa de Sombras en el paraíso (1986), con Matti Pellonpää retomando su famoso papel de Nikander. Como Pellonpää murió durante la preproducción, Aki Kaurismäki reescribió todo el guión para convertirlo en un homenaje.
Según Daniel Gascó, director y coordinador del ciclo, "con esta obra maestra Aki Kaurismäki se sitúa entre el realismo pesimista de Vittorio de Sica y el cine optimista de Frank Capra".
El proyecto de I Complessi, que se podrá ver el 25 de agosto, nace como exploración de los complejos del hombre para desarmar a ese macho italiano sobrado que oculta su fragilidad.
A lo largo de los años sesenta, Italia experimentó el 'boom' de las películas de episodios, muy rentables en taquilla y cómodas para los intérpretes, quienes asumían una porción de cada uno de estos proyectos.
Destaca entre ellas Los complejos, capaz de arremeter contra esa fracción de la sociedad italiana sometida por prejuicios y complejos. Perfectamente calculada, reserva para el final una cumbre de la comedia: Guglielmo il dentone, o cómo Alberto Sordi devora la pantalla haciendo sombra a dos grandes: Nino Manfredi y Ugo Tognazzi. Imprescindible.
El 26 de agoto será el turno de Los conspiradores del placer, un film que explora las fantasías eróticas secretas de un grupo de residentes ordinarios de Praga cuyos caminos se cruzan continuamente.
Sin ser en absoluto muda, carece de diálogos y supone el tercer largometraje de Jan Svankmajer, uno de los animadores más famosos del mundo, un visionario surrealista cuyas películas con figuras de arcilla, marionetas, muñecos y objetos cotidianos de inquietante vida tienen la intensidad de unas pesadillas diabólicamente ingeniosas. Aquí cuenta con seis actores que manipula como si fueran personajes animados.
En los créditos finales, Svankmajer reconoce haberse inspirado en la obra de Sigmund Freud, Max Ernst, Luis Buñuel y el Marqués de Sade.
Cada película de Emmanuel Mouret es una pequeña burbuja de champán. Escritos con inteligencia, sus guiones dan vida a personajes de carne y hueso que transmiten sus sentimientos, sus miedos y su placer por amar o ser amados. Aunque servido con dulzura, Caprice -que se proyectará el 27 de agosto- no escapa a su condición de cuento amoral con un poso amargo pero que, sin embargo, deberíamos degustar sin ninguna moderación.
Según Gascó, "como Nanni Moretti, Woody Allen o Albert Brooks, Mouret protagonizaba sus películas. Esta fue la última antes de concentrarse en el guión y la dirección", y añade que "gran parte del metraje de 'Caprice' se ve impregnado por un tono mágico, parece como si la realidad hubiese quedado oculta en un 'espacio off', fuera de la pantalla".
El 28 de agosto se podrá ver Losers, una cinta que revela una nueva generación que ha crecido sin un pasado influyente ni esperanza de futuro, una juventud que en definitiva se entretiene viendo pasar trenes en una ciudad donde simplemente no hay nada que hacer.
Ivaylo Hristov pidió a Emile Christov que la rodara como Nebraska de Alexander Payne, en blanco y negro, para subrayar su carácter modesto, grotesco y punzante. La falta de color le da más credibilidad y realza el contraste entre los grandes sueños y el futuro desesperanzado de los jóvenes protagonistas. Ganadora en el Festival de Moscú, nos brinda la posibilidad de exhibir y conocer una "comedia búlgara".
El 29 de agosto se pasará Mr & Mme Adelman, una película no se limita a narrar la historia de una pareja, sino también el periplo de todo un país, Francia, durante las tres últimas décadas del siglo XX. A su modo es también una crónica de su cine, el romanticismo de Claude Lelouch sumado a la honda sutileza de Claude Sautet. Nicolas Bedos y Doria Tillier construyeron con ella una de los últimos debuts más impactantes del cine francés, que la hizo colocarse en la lista de las 100 mejores películas de las dos primeras décadas de este siglo.
Gascó ha explicado que "Tillier y Bedos se plantearon un film lleno de ritmo, música y efectos visuales que entretuviera incluso a ese espectador de 14 años, adicto al zapping y tocado por la impaciencia de Internet".
Hasta el 29 de agosto, el ciclo de Comedia Europea del Centre del Carme ¿De qué nos reímos en Europa? proyecta un total de 24 títulos que se pueden disfrutar cada noche con entrada gratuita y doble subtitulado en castellano y valenciano.
La asociación señala el "escandaloso vacío" en su programación y el freno a la colección de arte contemporáneo
