Foto: ROBER SOLSONA/EP VALÈNCIA. El cambio del proyecto del cañón peatonal entre las estaciones de Metrovalencia de Xàtiva y Alacant ya es una realidad. La compañía pública Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ha dado luz verde a la modificación del diseño previsto inicialmente para adecuar las obras que ya están en marcha a la posible futura prolongación de la L10 hacia el norte de la ciudad. Una adaptación anunciada el pasado mes de febrero por la consellera de Transportes, Salomé Pradas, y que en total implicará una inversión adicional de más de 8 millones de euros.
Así se desprende de la documentación técnica aprobada por la compañía pública a lo largo del pasado mes de julio, y que supone la tercera modificación del proyecto. Esta, junto a la segunda que se hizo pública en el mes de mayo, tienen como motivo "la voluntad" del Gobierno autonómico de "posibilitar una mayor penetración ferroviaria" de la L10 "hacia centro de Valencia desde la estación de Alacant". Por ello, si bien inicialmente iba a ser sólo una conexión peatonal, los cambios implementados permitirán "dejar preparada" la infraestructura" para "la futura prolongación" de la L10.
Cabe recordar que las obras del cañón se iniciaron en marzo del año pasado, por lo que la administración autonómica tuvo que hacer el modificado de mayo para actuar "en los tramos de la conexión peatonal donde todavía no se han ejecutado los muros pantalla, para aumentar su separación y conseguir de esta manera el suficiente espacio para el futuro paso de la línea 10 mediante vía doble con el gálibo necesario". Y ahora, los últimos cambios técnicos buscan adaptar "la infraestructura ya construida previamente" para completar el proyecto.
Concretamente, los técnicos de la empresa pública explican que este tercer modificado incluye "los trabajos de adaptación y refuerzo de aquella estructura ya construida que no permite el paso futuro ferroviario". Entre ellos, la modificación de planta y alzado de la estructura donde ya están ejecutadas las pantallas y el refuerzo estructural de las mismas cerca de las viviendas para permitir soportar la mayor profundidad.
El secretario autonómico de Infraestructuras y Transportes, José Vicente Dómine, dio luz verde el pasado 31 de julio a estos cambios, que según los técnicos son los "estrictamente indispensables" para responder a las necesidades planteadas por el gobierno autonómico y han contado con el visto bueno tanto de la empresa contratista, Rover Infraestructuras, como del autor del proyecto inicial, que no han presentado alegaciones en el proceso de audiencia.
La compañía pública adjudicó inicialmente el contrato por valor de 16,5 millones de euros (IVA incluido). En noviembre de 2023, aprobó un primer modificado que no supuso ninguna variación en cuanto al coste de las obras. Han sido los dos últimos rediseños para adaptar el proyecto a la prolongación de la L10 los que han incrementado notablemente la inversión proyectada. El segundo modificado supuso un sobrecoste de más de 3,1 millones, mientras que este último implicará casi cinco millones adicionales. En total, y si no hay más cambios, se espera que la obra cueste algo más de 24,7 millones de euros, siempre IVA incluido, un 49% más respecto a la proyección inicial.
El cambio en el proyecto supone su reconfiguración estratégica de cara a la futura ampliación de la L10 por el subsuelo del centro de la ciudad, que se ha convertido en una de las prioridades de la administración en el plan de expansión de la red de Metrovalencia junto a las nuevas líneas 11 y 21. Y como publicó Valencia Plaza, la previsión de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) es que haya dos fases de finalización de las obras: por una parte, la terminación de las obras en superficie, y por otra, la culminación de los trabajos subterráneos.
Así pues, las obras en superficie se extenderán hasta marzo, tal como anunció la consellera en su visita a las obras en febrero junto a la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá. Un cronograma que evitará las molestias a vecinos y turistas en el mes de Fallas. Pero la actuación continuará en el paso inferior para dejarlo listo antes de su apertura al público, que se produciría pasado el verano. De hecho, con el último modificado, se aprueba la ampliación del plazo de ejecución hasta finales de julio de 2025.
Por el momento, las obras avanzan según lo previsto. Este mes de julio se inició una nueva fase con la construcción de la losa superior del túnel. Esta actuación permite "avanzar en el proceso de apertura de una paso de peatones más amplio en la zona afectada por las obras" con el objetivo de conseguir que tras este verano quede libre parte de la calle Alicante desde el cruce con la calle Xàtiva y el acceso a la calle Castelló. De manera previa, y en función de la evolución de las obras se irán abriendo parcialmente nuevas zonas de paso en este tramo.
