VALÈNCIA. La asamblea del Sepla acordó este lunes tumbar el preacuerdo alcanzado entre el comité de pilotos y la dirección de la aerolínea valenciana Air Nostrum mediante el cual la empresa introducía nuevas medidas de flexibilidad en la organización del trabajo de este colectivo sin contrapartidas en forma de mantenimiento de la carga de trabajo.
Tal y como publicó este periódico, el preacuerdo alcanzado el pasado 12 de enero estaba pendiente de ratificación en las respectivas asambleas del Uppa y Sepla, pero en los últimos días determinados círculos del colectivo se habían movilizado para evitar la ratificación de un preacuerdo que consideran que podría facilitar el traspaso de parte de la producción que ahora realiza Air Nostrum a otras aerolíneas recientemente creadas por los dueños de la compañía.
El rechazo al principio de acuerdo fue muy amplio. En la votación llevada a cabo este lunes, de los 158 votos emitidos solo 25 se mostraron a favor de la ratificación del preacuerdo, mientras que 131 expresaron su oposición al mismo. Los dos sufragios restantes fueron en blanco.
La dirección de Air Nostrum justificó ante los sindicatos la necesidad de renovar los acuerdos sobre destacamentos europeos ante la existencia de "numerosas oportunidades de contratos en Europa".
Ls socios de la aerolínea, con Carlos Bertomeu al frente, han creado un gran grupo de transporte internacional con nuevas divisiones de negocio en el sector del transporte aéreo, ferroviario o de extinción de incendios. Entre otras, han creado una firma con sede en Irlanda –llamada Saimer– que utilizan como vehículo para tener los aviones en arrendamiento operativo fuera del balance de Air Nostrum, de forma que externaliza el riesgo y evita que los posibles impagos repercutan en la cuenta de resultados de la empresa principal.
Además de esta mercantil, también han creado desde cero una aerolínea con sede en el mismo país, Hibernian Airlines, cuyo negocio consiste en alquilar aviones en régimen de wet lease –con mantenimiento, seguro y tripulación incluidos–, a grandes compañías como Lufthansa o SAS.
Por ese motivo, colectivo de pilotos interpretaba que las facilidades a la empresa para atender picos puntuales de demanda podría anteceder al traspaso de la carga de trabajo que ahora realiza Air Nostrum hacia otras firmas del grupo.