La atención a las víctimas, otro de los problemas para Mazón en la gestión de la tragedia

VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, tiene ante sí una serie de retos duros y complejos en los próximos meses. La terrible Dana que azotó la provincia de Valencia arrojó daños materiales difícilmente calculables pero, lo peor de todo, dejó 222 víctimas mortales. Un balance casi inasumible para cualquier dirigente político que el jefe del Consell ha decidido hacer frente tanto desde el punto de vista de la gestión como desde el ámbito político. El objetivo: lograr una recuperación rápida y efectiva y, con ello, también reconstruir al mismo tiempo su imagen política para optar a una reelección que ahora se encuentra en entredicho.

En esta hoja de ruta, un asunto crucial para la imagen del presidente va a ser la relación con los afectados y, en especial, el tratamiento que se dispense a los familiares y allegados de las víctimas. En este sentido, y aparte de las dos manifestaciones multitudinarias en València solicitando su dimisión, los momentos probablemente más difíciles vividos por el jefe del Consell se han producido en sus actos públicos en las zonas afectadas -recibió críticas e insultos en Paiporta, Torrent o Utiel- y también en la misa funeral celebrada este lunes en la Catedral de València. Unos reproches que, obviamente, afectan a la imagen y al propio ánimo de cualquier dirigente político: de hecho, en los últimos días se han podido ver convocatorias del presidente que se producían en lugares en cierta medida apartados quizá para evitar posibles situaciones de este tipo.

Ahora bien, casi un mes y medio después de la tragedia, la pregunta sobre la atención institucional a las víctimas es obligada. Cabe recordar que Mazón fue especialmente sensible con los afectados, por ejemplo, por el incidente en agosto de 2022 del tren de Bejís, que se vio cercado por las llamas al no haberse impedido su partida mientras se producía un importante incendio en la zona, lo que causó una quincena de heridos, algunos de ellos graves. En aquel momento, el PPCV pidió la dimisión la consellera de Justicia, Interior y Administraciones Públicas, Gabriela Bravo, e incluso el propio Mazón exigió al entonces presidente de la Generalitat, el socialista, Ximo Puig, que asumiera "responsabilidades políticas". Cuando el líder del PP alcanzó la Generalitat, recibió en dos ocasiones (una el 8 de noviembre de 2023 y otra el 7 de mayo de 2024) a las víctimas de este suceso, además de aprobar ayudas directas para los afectados. 

Este talante mostrado entonces por el jefe del Consell se pone ahora a prueba ante una catástrofe más global y dañina. El propio Mazón, con motivo de la misa funeral de este lunes, fue preguntado respecto a si tenía previsto reunirse con los familiares de las víctimas de la Dana."No se ha planteado todavía, quiero respetar la fase de duelo", respondió el presidente de la Generalitat, quien mostró su intención de hacerlo en el futuro. "Estamos a su absoluta disposición permanente, cuando estimen oportuno y necesario, para lo que puedan necesitar. Se les ha atendido desde el primer momento. El tratamiento de cadáveres se ha hecho de manera respetuosa y adecuada y el acompañamiento desde el primer momento ha sido muy detallado y próximo a todos ellos y así seguirá", manifestó, en referencia a la relación con las familias de las víctimas mortales.

Preguntado por si la Generalitat tenía previsto organizar algún acto de homenaje al igual que prepara el Gobierno de España, Mazón mostró su voluntad de organizarlo "cuando corresponda" y de manera coordinada con el Gobierno. "Es lo mínimo que podemos hacer y tenemos que hacer un pequeño o un gran esfuerzo para que sea así", comentó.

Así, el jefe del Consell, por el momento, ha decidido mantener un espacio temporal antes de situar un escenario de encuentro con las víctimas. Una manera de esperar a que, en cierto modo, se calmen las aguas y generar un tiempo de reflexión para analizar cuál es la mejor manera de abordar la situación. En este sentido, el presidente, tal y como expresó este lunes, se muestra más cómodo para afrontar como siguiente parada en la atención a las víctimas un homenaje coordinado con el Gobierno de España de carácter nacional, quizá porque en todo caso los posibles reproches públicos podrían ser compartidos con la administración central.

En cualquier caso, a medio plazo la atención concreta y encuentros con los familiares de las víctimas deberá ser abordada por el presidente de la Generalitat y su equipo, de lo contrario podría producirse una fractura difícil de resolver con un colectivo sensible, lo que conllevaría un fuerte impacto en la opinión pública. Especialmente con el recuerdo en la Comunitat de sucesos como el accidente del metro, donde el entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps, no llegó a recibirlas -más allá de un encuentro casi a escondidas con el presidente de la asociación en 2007- y delegó esta tarea en su vicepresidente Víctor Campos. Casi cinco años después, el presidente de la Generalitat, también del PP, Alberto Fabra, sí recibió en encuentro oficial a una delegación de las víctimas del metro.

Así pues, Mazón y su equipo tienen por delante, además de la ardua tarea de reconstrucción, otro problema cuya resolución debe plantearse a corto plazo: la manera de actuar y proceder con los familiares de las víctimas en los próximos meses, algo que puede servir de termómetro para su propia situación ante la opinión pública.