VALÈNCIA. El PSPV celebrará este domingo las primarias que enfrentan al actual líder y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y al alcalde de Burjassot, Rafa García, por la Secretaría General del partido. Un envite que viene precedido de una intensa campaña por parte de ambos candidatos -este miércoles hay debate en la sede de Blanquerías- y que será decisivo de cara al planteamiento estratégico de la formación socialista en lo que queda de legislatura.
Pero este duelo tiene también otras consecuencias de cara a los diferentes procesos orgánicos que quedan por delante, como por ejemplo los congresos comarcales donde uno sobresale por encima de los demás: el de València ciudad.
Así, cabe recordar que el nuevo y flamante secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, siempre ha gozado de su mayor poder en la capital; un dominio que según diferentes etapas de las últimas décadas se ha llegado a situar en casi cuatro distritos de control en los puntos álgidos, más de un tercio de la militancia de la ciudad.
Con estos precedentes, no resultó extraño en las primarias federales que Pedro Sánchez, merced a su tirón y al respaldo activo de Ábalos, lograra en València capital 747 votos frente a los 394 conseguidos por Susana Díaz, apoyada por Puig y por la portavoz en el Ayuntamiento, Sandra Gómez, y a los 105 de Patxi López.
Ahora, en un proceso totalmente distinto, el presidente de la Generalitat parece haber conseguido al menos en el proceso de avales darle la vuelta a la situación y convencer a un buen número de militantes que respaldaron a Sánchez y a López de que se sumen a su proyecto y no a la bicefalia que pone sobre la mesa García. Hasta el momento, la única prueba de ello -no siempre fiable como ya se vio en el proceso federal- es la recogida de avales en el ámbito autonómico, donde Puig logró 7.584 firmas de respaldo por las 4.411 de García.
Al margen de este resultado, que a priori otorga el papel de favorito al actual secretario general del PSPV; una de las plazas interesantes donde poner el foco en el proceso será la capital. Aunque las fuentes de ambas candidaturas son reacias a facilitar datos de agrupaciones concretas, distintos dirigentes apuntan a que el equipo de Puig habría recogido por encima de 560 avales en València, mientras los seguidores de García se situarían por debajo a una distancia que ronda el centenar de firmas, extremo este último no confirmado desde este sector.
Una situación, en cualquier caso, que evidencia que en este caso el duelo en el Cap i Casal estará más apretado que en las primarias federales. En esta línea, aunque la dirección federal y el propio Ábalos han proclamado neutralidad en el proceso, resulta obvio el respaldo del responsable de Organización -a través de su equipo- a García, por lo que de no poder ganarle con García las primarias a Puig sería importante al menos superarle en la capital para mantener intacto el feudo de cara al siguiente proceso orgánico en el que se prevé que Sandra Gómez, afín a Puig, se presentará y tendrá como rival a algún dirigente próximo a Ábalos.
En el proceso, uno de los factores que pueden desequilibrar la balanza serían los llamados afiliados directos. Una figura que creó el anterior secretario de Organización federal, César Luena, en el anterior mandato de Sánchez que permitía la inscripción online como militante a través de Madrid con una cuota inferior y con ciertas vías de participación restringidas, como el caso de los congresos comarcales. Así, fuentes socialistas estiman en unos 200 afiliados los que están registrados de esta manera que proceden de València capital, por lo que si votaran a través de las agrupaciones podrían ser decisivos para el resultado puesto que a la gran mayoría de los mismos se les atribuye una tendencia a respaldar a García, aspirante apoyado en la sombra por Ábalos.
Una posibilidad que desde la candidatura de Puig rechazan, asegurando que su propuesta irá dirigida a que los llamados afiliados directos voten en la sede central del partido situada en la calle Blanquerías y el sufragio se contabilice de forma separada a cualquier agrupación.