La Catedral de València restaura 24 pergaminos de privilegios reales del siglo XIV al XVII

VALÈNCIA (EP/VP). La Catedral de Valencia, a través del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración (IVC+R), ha restaurado 24 pergaminos del Archivo de la Seo, todos ellos privilegios reales desde Alfonso IV hasta Felipe III, según ha informado este martes el Arzobispado en un comunicado. El periodo de los documentos restaurados abarca del siglo XIV al XVII.

Junto a los pergaminos se ha llevado a cabo la recomposición de los sellos reales, según el canónigo responsable del Archivo de la Catedral, Vicente Pons, un trabajo "muy minucioso y de gran dificultad debido al estado en el que se encontraban algunas piezas". Estas labores, que se han desarrollado durante seis meses, han permitido la restauración de un pergamino firmado por el rey Alfonso IV (1327-1336), cuatro pertenecientes a Pedro IV (1336-1387), dos documentos de Juan I (1387-1396) y de Martín el Humano (1396-1410), del que se han restaurado un total de diez piezas. Además, se han recuperado tres pergaminos del rey Alfonso V (1416-1458), uno de Felipe III (1598-1621) y dos documentos de Felipe IV (1621-1665), así como un pergamino de María de Luna, mujer del rey Martín el Humano.

Todos los documentos contienen privilegios concedidos por los monarcas, en su mayoría, de amortizaciones, por las que concedían permisos para invertir determinadas cantidades en obras benéficas, ha explicado Pons. Concretamente, se trata del Legajo 619 'Libro de Reales Privilegios de Amortización de la S.I. Catedral Metropolitana de Valencia', formado por un cuadernillo en papel y 24 pergaminos de diferentes formatos que se cosen plegados a la cubierta. De este total, once conservan sellos pendientes en cera de diferentes tamaños, con protecciones originales en bolsas de pergamino o cajas de metal, como ha precisado la técnico en conservación y restauración del ICV+R Patricia Real Machado.

Los deterioros que muestran los documentos, han señalado los responsables de sus restauración, son "suciedad general, marcas de pliegues por almacenarse doblados, así como desgarros y faltas de soporte localizados en los bordes o donde concurren las juntas". Igualmente, presentan como daños "falta de adherencia del aglutinante de las tintas, un efecto de descohesión que se observa más acusado en las letras capitales", han precisado. Patricia Real ha comentado que "el estado de conservación de los sellos de cera no es aceptable" porque "la mayoría está totalmente fragmentados o se han perdido trozos". La técnico ha señalado que los enlaces de tela "se encuentran debilitados debido a su fragilidad y al peso de los sellos que deben soportar".

Respecto a los pergaminos con sellos protegidos con cajas de metal, de hoja de lata, plancha de hierro con un baño de estaño fundido, Real ha indicado que "por su resistencia mecánica se trata de un material adecuado para la fabricación de recipientes protectores" aunque "cuando envejece va perdiendo el baño de estaño que lo protege" y muestra "oscurecimiento de la capa inferior y la corrosión del hierro".

Proceso de restauración

La labor de restauración ha consistido en la limpieza y planchado de los pergaminos, "muy deteriorados por el paso del tiempo", así como la restauración y consolidación de los sellos, que en algunos casos se hallaban descompuestos en piezas muy pequeñas. El IVC+R ha editado un video con todo el proceso de reconstrucción de un sello de Felipe IV.

En primer lugar, han apuntado los responsables de estas labores, se aspiró la suciedad de los pergaminos y se limpiaron en seco, con medios mecánicos como son el bisturí y las gomas de látex. Los rasgados y desgarros del soporte "se reforzaron utilizando papel japonés de fibras largas y como adhesivo almidón de trigo".

En cuanto a los sellos, previamente a la restauración se realizaron análisis científicos para la identificación de los componentes inorgánicos, ha resaltado Patricia Real. Por otro lado, para las partes fragmentadas y la reposición de faltantes se utilizó una mezcla de cera virgen de abeja con resina para endurecer la mezcla, y pigmentos con una tonalidad similar al original. Finalmente, se confeccionaron soportes de cartón con reserva alcalina para cada pergamino con el fin de que sirva para almacenar y exponer correctamente los pergaminos y sellos.