VALENCIA. La economía valenciana mantuvo durante el segundo trimestre del año un ritmo de crecimiento próximo al 1 por ciento en tasa trimestral, de manera que sigue sosteniendo el vigor mostrado en los trimestres anteriores. No obstante, pese a los favorables ritmos de avance en la mayoría de los agregados macroeconómicos, la elevada tasa de paro y los menores niveles de renta disponible retrasan la percepción de la salida definitiva de la crisis.
Además, advierte que "la incertidumbre política no está ayudando a fomentar la actividad económica ni a generar empleo". "Muchas inversiones privadas --apuntan desde la entidad-- están a la espera de que se despeje la incertidumbre sobre la continuidad de las reformas estructurales".
Así lo señala la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) en su 'Informe de coyuntura y perspectivas económicas-septiembre 2016'. Según la organización, durante un trimestre más, el dinamismo de las empresas valencianas en los mercados exteriores sustentó gran parte de la actividad de nuestra economía real. En paralelo, el principal componente de la demanda interna privada -el consumo de los hogares- mantuvo su mejoría. La inversión privada acentuó su dinamismo, sobre todo en bienes de equipo.
En el ámbito público destacan "la ausencia en la inversión, que siguió penetrando en terreno contractivo, así como un consumo público menor". Las expectativas sobre el consumo de los hogares y la inversión empresarial son positivas, aunque se vislumbra una tendencia a la ralentización.
Por el lado de la oferta, prosiguen, se interrumpió el panorama sectorial, que hasta el primer trimestre era cada vez más homogéneo y sólido. Los sectores primario y construcción presentaron tasas de crecimiento trimestrales inferiores a las del trimestre anterior (incluso negativas), mientras que los sectores servicios e industrial avanzaron con mayor dinamismo. No obstante, en tasa anual todos los sectores continuaron en zona positiva.
Destacaron las ramas y empresas más volcadas hacia incrementos en sus niveles de productividad y con mayor enfoque hacia la internacionalización y la innovación que, en términos generales, mostraron mejores índices de actividad. La agricultura valenciana se ve seriamente afectada por la extrema sequía, las temperaturas anormalmente altas y el aumento de sus costes. Dentro del sector secundario, la industria manufacturera ha ralentizado su dinamismo.
Las ramas que mejor comportamiento han mostrado fueron maquinaria y equipo, textil y confección, madera y azulejos. En sentido opuesto han evolucionado cuero y calzado, material y equipo eléctrico, electrónico, informático y óptico y manufacturas diversas. No obstante, en su conjunto, la actividad industrial evolucionó y mostró mejores perspectivas que la media nacional.
En cuanto a la actividad en la construcción, continuó mostrando cierto dinamismo en la compraventa de viviendas nuevas, aunque sigue predominando la compraventa de viviendas usadas. También el número de visados de vivienda creció. Las licitaciones de obra pública mostraron un repunte en junio. Gracias a este, entre enero y junio su crecimiento se situó en el 7,84 %.
El sector servicios en su conjunto sostuvo su actividad durante el segundo trimestre del año en tasas en torno al 5 %, mostrando más dinamismo en los sectores relacionados con las actividades profesionales, científicas y técnicas, así como información y comunicaciones y hostelería.
El sector comercio continuó mostrando dinamismo, primando la rama no alimentaria. Las ventas de vehículos continuaron mostrando un notable avance gracias al plan PIVE, que finalizó en julio. El comercio en su conjunto mantuvo sus expectativas favorables, pero muy dependientes del restablecimiento de la estabilidad política. El sector turístico ha vivido un verano "récord", más positivo en alojamiento que en hostelería.
La rama hotelera mejora en todos sus parámetros. Por su parte, la rama de transportes y almacenamiento mantuvo un perfil bajo durante el segundo trimestre del año y mostró datos ligeramente inferiores a la media nacional.
La demanda externa continuó evolucionando favorablemente, en gran parte gracias al esfuerzo realizado por las empresas por incrementar el valor de las exportaciones y profundizar sus procesos de internacionalización. En el acumulado enero-junio, las exportaciones de nuestra Comunitat crecieron un 8,9 % y las importaciones un 5,0 %. Como resultado, la tasa de cobertura acumulada se situó en junio en el 123,5 %. Destacó el fuerte impulso de automóviles, alimentos, semimanufacturas no químicas y productos químicos. Gracias a las bajas cotizaciones del precio del petróleo, las importaciones en petróleo y derivados descendieron en un 26,7 % en tasa anual.
Pese a la ralentización del comercio internacional, en la Comunitat las expectativas sobre el sector exterior se mantienen favorables. Por su parte, el Brexit tendrá a medio plazo repercusiones negativas tanto sobre nuestro comercio exterior de bienes (el R.U. es el tercer destino de nuestras exportaciones) como sobre el turismo (el R.U. es el primer mercado turístico emisor).
En el ámbito laboral, el paro descendió durante el segundo trimestre de 2016 en un 6,95 % en tasa anual. Según la EPA del segundo trimestre, el número de desempleados en nuestra Comunitat se situó en 519.600 personas, fijando la tasa de paro en el 21,30 %.
El paro descendió en julio, pero volvió a subir en agosto, situándose en nuestra Comunitat en 437.569 desempleados. No obstante, en términos interanuales, el paro descendió en agosto en 43.925 personas. En paralelo, el número de afiliados a la Seguridad Social se situó en 1.697.090 afiliados. La inflación moderó su senda negativa, situándose en agosto en el (-0,1 %) en tasa anual y la inflación subyacente en el 0,7 %. Las previsiones apuntan a que el año finalice con una tasa media anual del (-0,3 %). Con respecto al futuro, los registros indican que nuestra economía continúa avanzando y consolida una senda de crecimiento cada vez más robusta, aunque el sector público es muy dependiente del déficit y la deuda.
El avance del PIB durante el tercer trimestre de 2016 ha sido ligeramente inferior al de los trimestres anteriores, pero por encima de la media nacional y a más del doble que la zona euro y la Unión Europea. La demanda interna y la externa seguirán creciendo, aunque a ritmos ligeramente inferiores.
Desde el punto de vista de la oferta, las empresas deberán continuar apostando por las palancas estratégicas de la innovación y la internacionalización para consolidar y afianzar las mejoras de productividad y competitividad. "Con todo, la incertidumbre política no está ayudando a fomentar la actividad económica ni a generar empleo. Muchas inversiones privadas están a la espera de que se despeje la incertidumbre sobre la continuidad de las reformas estructurales", concluye.