Catalá critica que se continúe con el proyecto del Túria tras la dana: "Ahora mismo hay que estar en proyectos eficaces en momentos de lluvias y no de renaturalización"
VALÈNCIA. Muchas miradas están puestas ahora, después de la dana del pasado 29 de octubre, en las actuaciones de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), encargada de las inversiones y obras en presas, cauces y barrancos. Y la entidad que preside Miguel Polo presentó este jueves ante su junta de gobierno las líneas generales de su plan de inversiones para 25. Una relación de obras donde, además de restaurar las infraestructuras dañadas, hay proyectos como el de la renaturalización del río Túria y un genérico "planteamiento integral de la solución a la inundabilidad de l'Horta Sud".
Polo ya se comprometió ante los alcaldes de la zona afectada por las inundaciones a acelerar el plan de intervenciones en los barrancos del Poyo, La Saleta, l'Horteta y el Pozalet. Actuaciones que los muninicipios llevan lustros reclamando al Gobierno central, del que depende la Confederación, pero que todavía no se habían llevado a cabo. Así pues, entre las acciones programadas para 2025 se encuentra sin mayor detalle este "planteamiento integral" que está conformado por siete proyectos pero de los cuales sólo espera poder licitar uno el año que viene, por lo que la Generalitat afeó la falta de inversiones nuevas contra inundaciones para el próximo ejercicio.
En el organismo, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, reconocen que el estado de tramitación de los siete proyectos de este plan se encuentra en diferentes situaciones y que sólo la adecuación del barranco de la Saleta entre Aldaia y el nuevo cauce del Túria podría llegar al estadio del concurso público para adjudicar las obras. La redacción del proyecto se encargó en 2021 y ya "se ha adaptado" por lo que "está en la fase final de la tramitación ambiental simplificada" que se inició en agosto de 2022. En julio de este año, el ente recibió uno de los últimos informes de la Generalitat Valenciana, que debe aprobar el estudio de integración paisajística. Tras superar los últimos pasos, podría pasarse a la contratación de las obras.
El resto de proyectos incluidos en el plan contra inundaciones de esta zona deberá esperar más, previsiblemente, porque "están más retrasados", admiten fuentes de la CHJ. "Se avanzará en la medida en que se pueda", aseguran en este sentido, y recuerdan que estas iniciativas pendientes se van a reestudiar para aumentar su capacidad en la medida de lo posible ante la riada del pasado 29 de octubre. Asimismo, deberán superar los trámites ambientales y de alegaciones, de los que dependerán la rapidez de la materialización de las obras.
Lo que sí incluye con detalle el plan de actuaciones para 2025 son las actuaciones de emergencia para reparar las infraestructuras hidráulicas por los daños de la dana, y que asciende a más de 176,5 millones de euros. Aquí se detallan hasta nueve contratos, entre los que destacan la reparación de los márgenes del río Magro y afluentes, la reparación de los daños en el canal de abastecimiento Júcar-Túria, la reparación del barranco del Poyo o las reparaciones en el sistema de alertas, la prensa de Forata o los canales del Campo del Túria o el Magro.
Desde la Generalitat Valenciana, el secretario autonómico de Medio Ambiente y Territorio, Raúl Mérida, junto a la directora general de Agua y Desarrollo Rural, Sabina Goretti, señalaron como "absolutamente aberrante" que durante el año 2024 la Confederación "destinó a obras nuevas en la Comunitat la cantidad de casi un millón de euros y ejecutó cero euros". Mérida afirmó que es "más grave aún" que para 2025 la destinada a nuevas obras "sea de cero euros".
Goretti, afeó que la Confederación no incluyera "absolutamente ninguna de las partidas presupuestarias que la Dirección General del Agua de la Conselleria de Agricultura" remitió al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, trasladándole la "necesidad de unos 500 millones anuales para llevar a cabo obras importantes, como las presas en los diferentes elementos de inundaciones o los nuevos sistemas de detección del SAIH o de alerta temprana".
Por su parte, el organismo sigue con la idea de renaturalizar el nuevo cauce del Túria. Un proyecto que supondrá recuperar parte del caudal hasta el mar y permitir así el crecimiento y movimiento de fauna en el lecho del plan sur. Como publicó Valencia Plaza, la entidad tenía previsto adjudicar antes de la dana la redacción del proyecto a la multinacional madrileña Typsa y la compañía valenciana Gecival. Tras la adjudicación en septiembre, el 4 de noviembre se formalizó el contrato con las compañías, que tendrán un año para entregar el trabajo.
La actuación aspira a generar "una franja ribereña" en el cauce con el objetivo de "dotar" a la infraestructura, construida con el Plan Sur del pasado siglo para desviar el curso natural del río por fuera de la ciudad, "de todas las funciones ecológicas presentes en su último tramo". Para ello se garantizará "un caudal mínimo de agua permanente que permita mantener los diferentes ecosistemas existentes en los cursos fluviales de las cuencas mediterráneas, y que además permita "el libre paso de las especies y la distribución natural de sedimentos y biota". La actuación impactará principalmente en los tramos del río que atraviesan los municipios de Xirivella, Mislata y Quart de Poblet, así como en la carretera CV-30.
Sin embargo, desde el Ayuntamiento de València dejaron claro que, a su juicio, no es el momento de llevar a cabo esta actuación. "Estamos absolutamente en contra del proyecto de renaturalización del nuevo cauce del río que ha planteado la Confederación Hidrográfica del Júcar", señaló la alcaldesa, María José Catalá: "No sabemos a qué están en la Confederación; ahora mismo hay que estar a trabajar en proyectos que generen seguridad en la población, que desde luego sean eficaces en un momento de fuertes lluvias y no a proyectos de renaturalización".
"Nos parece indignante, nos parece una falta de prioridad absoluta y la verdad es que estamos absolutamente en contra y lo hemos manifestado nosotros y la Generalitat Valenciana", aseguró la primera edil, quien aseguró que la Confederación "primero tendrá que asumir sus responsabilidades", segundo "tendrá que empezar a trabajar en proyectos que encaucen los barrancos y que sobre todo generen seguridad a los ciudadanos" y en tercer lugar "tendrá que estar a medidores, a sensores y a sistemas de alerta a la población y no a proyectos de renaturalización".
Desde la CHJ insistieron en que se sigue adelante "para evaluar su viabilidad y su posible, o no, conveniencia en el futuro". "Cabe destacar, además, que este proyecto forma parte del Plan Hidrológico del Júcar del periodo 2023-2027, por lo que no es nada nuevo; simplemente se trata de dar cumplimiento a lo que se dice en dicho plan", aseguraron, para añadir que este viernes se abre el proceso de información pública del cuarto ciclo de planificación hidrológica "donde se informará del calendario y programación del mismo, donde se podrían incluir objeciones a este y otros proyectos".