La Colección Lladró desembarca en el Palau de les Comunicacions

VALÈNCIA (C.G./ EP). Hace algunos meses que la Generalitat Valenciana anunciaba uno de sus grandes movimientos en el ámbito artístico de la legislatura: la compra de la Colección Lladró. Compuesta por más de setenta obras, la operación, que se cerraba por 3,7 millones de euros, llegaba para engrosar el patrimonio pictórico valenciano y, especialmente, los fondos de un Museu de Belles Arts que se está preparando para la recepción de las piezas. Pero para su desembarco en el museo habrá que esperar un poco todavía, pues no será su primera parada. 

Será el Palau de les Comunicacions, el antiguo edificio de Correos, la primera casa de la colección tras la compra, espacio en el que se exhibirá de manera íntegra durante al menos seis meses, antes de recalar en el Museu de Belles Arts. Con su inauguración prevista para antes de Fallas, las obras de arte ya han comenzado a llegar el inmueble para culminar el montaje de una exposición que será comisariada por el propio director del museo, Pablo González Tornel, y que trasformará -de manera efímera- el interior de edificio en una suerte de subsede de la pinacoteca. 

Entre las obras que han llegado hoy, destacan cinco de las siete pinturas de Joaquín Sorolla de la colección. Labradora valenciana, una obra maestra del creador valenciano, será imagen de la exposición, destacan desde Presidencia. Precisamente la presencia de Sorolla en la colección es clave en la operación, pues las piezas, entre las que se incluye la 'estrella' Yo soy el pan de la vida, pasarán a formar parte de la nueva Sala Sorolla que el Museu de Belles Arts inaugurará a final de año, un espacio que reivindica la presencia del autor en la colección y en el circuito cultural valenciano, una sala que recupera el espacio perdido hace años, aunque con un nuevo enfoque.  

"Ese montaje iba en contra de cualquier criterio museológico o museográfico científico sólido. Eso no se puede hacer, nosotros no vendemos cuadros, no ponemos los comerciales más cerca de la puerta porque son los más fáciles de vender. Sorolla debe estar dónde le corresponde dentro del discurso de la institución", expresó el director del museo durante una entrevista con este diario. Además de las mencionadas, las obras que suma la Colección Lladró son Majo valenciano, Huertano Valenciano, El jardín del convento, patio del Cabañal y La cocina de la huerta.

La Colección Lladró -cuya formación contó con el asesoramiento del que fuera director de El Prado Alfonso Emilio Pérez Sánchez- se mostró en el museo que la empresa valenciana abrió en su sede de Tavernes Blanques. Con la inclusión en el Museo de Bellas Artes, la pinacoteca incrementa su oferta con piezas de autores valencianos y otros, como Zurbarán que, con la llegada de dos piezas, particularmente la Virgen en meditación, ayudarán a completar el discurso de la pintura barroca del Siglo de Oro.