La Compañía Nacional de Danza trae a Les Arts uno de sus talismanes: un "remix" de 'Carmen'

VALÈNCIA. La Compañía Nacional de Danza (CND) es la encargada de cerrar la temporada 2022/2023 en Les Arts. Lo hará con Carmen, uno de sus “pilares”, según ha confesado el director de la compañía, Joaquín de Luz. Y es que el montaje, estrenado en 2015, no ha parado de girar desde entonces, convirtiéndose en una de sus producciones más icónicas. ¿Por qué? “Porque es muy buena”, dijo ayer en la rueda de prensa De Luz.

Será la primera vez que se pueda ver en València, aunque se ha disfrutado de ella desde grandes escenarios hasta en plazas de toros de pueblos medianos. “Es una obra muy versátil y muy adaptable”, comentó el director del CND. En todo caso, en Les Arts se podrá ver a lo grande, con la Orquesta de la Comunitat Valenciana como gran valedora de una propuesta que es, en realidad, una alineación de buenas aportaciones.

La obra archiconocida de Georges Bizet fue adaptada, en 1967, por Rodión Shchedrín, haciendo “bailable” una partitura que no se había pensado para la danza. La suite que propone el ruso convierte la original en algo imprevisible, poniendo el acento en las cuerdas y en la percusión, e introduciendo huellas sutiles de una gran modernidad, propia de su época.

A esta, se le ha unido otra parte de una partitura de nueva creación a cargo de Marc Alvárez que genera el montaje que se presenta en Les Arts durante lo que resta de semana y que es inédita en la ciudad. La coreografía corre a cargo de Johan Inger, que fue premiado en 2016 en los Benois de la Danse. El sueco, afincado desde hace más de una década en Sevilla, asume al completo el carácter español de la historia “sin caer en la caricatura”, en opinión de Joaquín de Luz.

La propuesta de Inger es la de contar esta historia brutal donde la violencia es la gran protagonista desde el punto de vista de un niño, que, ajeno a la historia pero a la vez encargado de su narración, bien podría ser la conciencia de Don José o simplemente un futuro empañado por la genealogía que dejan los personajes de la obra.

A la crudeza de la historia de la cigarrera y su amante despechado no le ha querido quitar ni un ápice el director musical Óliver Díaz, que debuta en la dirección de esta versión. “Es muy enérgica y al final uno deja llevar”, confiesa. Más aún, en su opinión, con una formación como la Orquesta de la Comunitat Valenciana, que según él “tiene una capacidad técnica y también se contagia de la energía”.

Díaz destaca de la obra un ‘verismo’ que debe reflejarse en la crudeza de su ejecución: “Yo les digo que no tienen que buscar la belleza en esta partitura. La composición es cruda y muy directa”. 

Creación aparte, el montaje cuenta con un elenco liderado por Jon Vallejo, que hará el papel de Don José el 1 de julio. El guipuzcuano se pondrá el traje de luces diseñado por David Delfín: una chaqueta de cuero sesentera a la que el diseñador añadió lentejuelas negras. Delfín diseñó un vestuario que, al igual que el concepto de Inger, imprimiera el carácter español sin caer en lo folklórico.

Completan la propuesta la escenografía de Curt Allen Vilmer, la dramaturgia de Gregor Acuña, y la iluminación de Tom Visser.