VALÈNCIA. Cumplir con los objetivos de descarbonización y lograr la independencia energética se han convertido en prioridades para muchas Administraciones. Cierto es que en los últimos años la fotovoltaica ha sido una de las energías 'verdes' que más despliegue ha tenido en España, después de un largo ocaso, pero existen otras fuentes renovables a explorar. Una de ellas es el biogás, un gas de origen renovable que ya ha despertado en muchos países europeos, pero que todavía es muy incipiente en España.
Este gas renovable tiene su origen en la digestión anaeróbica de material orgánico como desechos ganaderos, agrícolas, industriales o residuos urbanos, por lo que, además, contribuye al fomento de la economía circular. Además, es una alternativa a los combustibles fósiles y es un vector energético fundamental para lograr la neutralidad de carbono y cumplir con los objetivos que fija Bruselas en este sentido. De hecho, la Comisión Europea ha diseñado una estrategia, dentro del plan REPowerEU, con unos hitos a cumplir en cuanto a potencia y desarrollo del biogás para minimizar la dependencia de gases fósiles.
De igual forma, el Gobierno de España ha elaborado una 'Hoja de Ruta del Biogás', que plantea multiplicar por 3,8 su producción hasta 2030, superando los 10,4 TWh que fija el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, lo que pone de manifiesto su relevancia en el camino para esa transición verde. Estima, además, que su producción permitirá la emisión a la atmósfera de aproximadamente 2,1 toneladas de CO2 al año.
De hecho, en la pasada legislatura del Govern del Botànic se creó una 'Ruta valenciana del biogás' para favorecer su producción en la Comunitat Valenciana como respuesta a la crisis energética, agravada por la invasión de Ucrania. El objetivo era alcanzar las 100 plantas y los 6.000 empleos en 2030, pero poco se avanzó en este sentido. Ahora, el nuevo gobierno autonómico de PP y VOX quiere dar un impulso a esta tecnología y ya ha anunciado una nueva estrategia valenciana para impulsar "el desarrollo real del biogás en la Comunitat Valenciana".
Así lo aseguró hace unas semanas el secretario autonómico de Industria, Comercio y Consumo, Felipe Carrasco, quien recordó que la autonomía está "a la cola" en renovables en España y lamentó que la herencia de la anterior legislatura "son centenares de proyectos atascados, especialmente en el de la energía solar". De esta forma, el biogás cobrará protagonismo estos años, de acuerdo con el compromiso de Carrasco.
Y es que tanto el biogás como el biometano -procedente del primero tras pasar por un proceso de purificación- aportan claras ventajas a nivel medioambiental, socioeconómico y técnico para el sistema energético. Así, según un estudio realizado por PwC y publicado por la Fundación Naturgy, estos gases proporcionan "una mayor fiabilidad y flexibilidad al sistema energético, además de reducir la dependencia energética del exterior y permitir la descarbonización de sectores de difícil electrificación como pueden ser la agricultura, la ganadería, el calor doméstico o, especialmente, el sector del transporte".
En este contexto, el potencial de producción en España de este gas verde es de 163 TWh al año, lo que equivale a cubrir el 45% de la demanda nacional de gas natural, de acuerdo con los datos de la Asociación Española del Gas. Esto supondría "la puesta en marcha de 2.326 plantas con una inversión asociada de 40.500 millones de euros – un 3,6% del PIB – y la generación de 62.000 puestos de trabajo – directos e indirectos – asociados a su construcción y mantenimiento", señala la organización.
Actualmente, la Comunitat Valenciana cuenta con 28 plantas de biogás, con una potencia instalada de 17.043 KW. De ellas, dos instalaciones son en vertedero; 20
de depuración de residuos, EDAR; y finalmente otras seis pertenecen al sector agropecuarios y agroalimetario para la producción de calor y electricidad para consumo propio y venta, a través de la inyección a la red eléctrica, según datos de Ivace+i facilitados a este diario.
Por provincias, Castellón es la que más instalaciones tiene, 15, pero paradójicamente es la que cuenta con una menor potencia, 1.500 KW, ya que la mayoría son plantas para aguas residuales. Por su parte, Alicante cuanta con nueve desarrollos y una potencia total de 5.687 KW, mientras que Valencia tiene la mayor capacidad, 9.856 KW y, a su vez, el menor número de plantas, pero la mayoría son para el sector 'agro', lo que maximiza la potencia.
Según apuntan fuentes de la Conselleria de Nuria Montes, "en los últimos ocho años solo han entrado un par de instalaciones en funcionamiento". Respecto al número de solicitudes, Industria indica que en este momento no disponen de datos sobre nuevas peticiones.
A nivel nacional, el número de instalaciones no ha dejado de crecer de manera progresiva en los últimos años, pero su penetración sigue estando por debajo de otros países del entorno europeo. Según el informe de PwC y Fundación Naturgy, a finales de 2020 existían 210 plantas de biogás activas en España, de las cuales la mayoría correspondían a depuradoras de aguas residuales, seguidas de instalaciones agrícolas y de vertedero. Ese número, según datos de la European Biogas Association, refleja que la producción de biogás en 2020 era de 8.079 GWh, lo que supone tan solo un 2% del consumo de gas total de España.
Cataluña, Madrid y Castilla y León son tres de las comunidades autónomas en las que se encuentran más instalaciones. Destaca el caso del territorio castellano, con plantas ubicadas en las plantas de Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca y Valladolid, mientras que Cataluña tiene en Barcelona y Tarragona, según datos de la empresa valenciana Genia.
Precisamente esta compañía es una de las empresas que está intentado revertir esta situación e impulsar el biogás en España. Tanto es así que una de sus divisiones está especializada en este tipo de plantas. En este momento tiene en marcha desarrollos para producir más de 2,8TWh/año, cerca del 30% de su objetivo de alcanzar en 2030 los 10TWh/año. Recientemente se asoció con Enagás Renovable, a través de la plataforma ‘The Green Vector’, participada al 50% por cada empresa, para impulsar el desarrollo de 10 plantas a partir de residuos orgánicos en España.
Su hoja de ruta se dividirá en dos fases. En la primera, se prevé el desarrollo de cinco instalaciones de producción de biometano hasta 2024, con puesta en marcha hasta 2026, y que permitirán producir en torno a 500 GWh. Ya en la segunda, la plataforma acometerá las otras cinco plantas, que sumarán otros 500 GWh hasta 2030, doblando la cantidad de residuos gestionados.
Ahora, la Comunitat diseñará un nuevo plan para favorecer la implantación de empresas y la revalorización de residuos. Todavía no hay nada concreto, pero se está trabajando en esa nueva hoja de ruta que cambie la actual fotografía."Los gases renovables han surgido como una alternativa clave en la búsqueda de soluciones que impulsen la competitividad y la sostenibilidad de las industrias por su enorme capacidad para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y mitigar el impacto ambiental", remarcó el secretario autonómico. Por ello, la próxima parada de su equipo será hacer frente a este nuevo desafío.