«La Comunitat tiene un gran potencial para convertirse en un ‘hub’ de banca digital»

VALÈNCIA.- A Christian Dürr (Baden, Suiza, 1972) la primera Copa América celebrada en València en 2007 le cambió la vida, dado que fue trasladado al cap i casal desde la oficina de Ginebra de UBS. El gigante helvético era el patrocinador principal del barco Alinghi, que a la postre se alzó con la prestigiosa Jarra de las Cien Guineas. «En 2005 trabajaba en UBS para inversores principalmente de Cataluña. El banco decidió reforzar la atención a los muchos clientes internacionales que llegaron a València a las regatas de la America’s Cup y me trasladaron a la sucursal valenciana en enero de 2006». Así lo explica este hijo de un suizo y una española, con la licenciatura de ADE —en versión helvética— bajo el brazo, analista ESG por el IEAF y más de dos décadas de experiencia en la gestión de patrimonios en Suiza, Reino Unido y España.

Amante de los viajes, la gastronomía, el fútbol, el footing y el yoga, Dürr recuerda que le picó el gusanillo por los mercados en su adolescencia. «Veía a mi padre recortando artículos de prensa financiera que los guardaba en un cajón y cuando pasaba un tiempo los sacaba para ver si se habían cumplido las previsiones. Me decía que tenía que haber un método más sencillo para detectar valores con proyección; eso me llevó a investigar el mundo de los mercados y acabó apasionándome», reconoce, como también el haber tenido «la gran suerte de recibir una formación técnica ejemplar en una de las entidades más importantes del planeta como es UBS. El hecho de haber trabajado en plazas financieras internacionales de peso me aporta un gran plus en mi trabajo diario».

Preguntado por la pérdida de peso de la plaza financiera valenciana en los últimos años, Dürr considera que lo importante no es competir con otros lugares sino analizar las fortalezas y crear un nicho de especialización en torno a ellas. En este sentido destaca el emprendimiento en la Comunitat Valenciana, así como «la creación de empresas de nueva generación que estarán bien posicionadas para el mundo que nos espera. 

El sector financiero debe adaptarse a las nuevas tecnologías y en este sentido la Comunitat tiene un gran potencial para convertirse en un hub de banca digital y de startups. BME Growth, el antiguo Mercado Alternativo Bursátil (MAB), sería un gran trampolín para esas compañías, mientras que el objetivo debe ser que reciban apoyo local para acercarse al mundo bursátil».

En 2009 dejaba la banca y se incorporaba a la empresa de asesoramiento financiero (EAF) valenciana Ética Patrimonios, que doce años después se ha convertido en un multifamily office bajo la bandera de la inversión socialmente responsable (ISR). «Buscaban un experto de banca privada para su expansión y sinceramente no quería regresar a Suiza (sonríe). Era una propuesta en un buen momento y en un buen lugar, así que no lo dudé». ¿Y cuál es el valor diferencial de Ética Patrimonios? «El cliente siempre es el centro sobre el que se construye la solución y no al revés. Apostamos por la transformación sostenible del sistema financiero y empresarial; además ayudamos a las empresas a cambiar sus modelos de negocio a otros más sostenibles. Somos pioneros nacionales en ISR desde hace 18 años».

¿Por qué en España hay poco más de un centenar de EAF mientras en países de nuestro entorno es una figura común? «Puede deberse a la ‘barrera económica’ para constituir una EAF y el mínimo volumen bajo gestión que debes reunir para un proyecto viable. Luego está la alternativa de operar como agente de una entidad, que en muchos otros países no existe», apunta.

Entonces, ¿qué le falta al español de la calle para que se conciencie y sepa que recibir asesoramiento financiero tiene un coste como, por ejemplo, ir al notario o al taller de coches? «Hasta hace poco el inversor no era consciente de la suma de comisiones que pagaba. Sin embargo, poco a poco se está dando cuenta de que el coste de un asesoramiento financiero personalizado realmente ya lo estaba pagando a las entidades financieras sin ser consciente de ello».

En otro orden de cosas, explica que su receta para paliar uno de los males endémicos de este país, como es el de la falta de cultura financiera, es la de «impartir formación financiera en las aulas desde una edad temprana; mientras, los profesionales del sector debemos difundir nuestro conocimiento y experiencia a los ahorradores porque sigue habiendo un gran volumen de ahorro particular en cuentas y depósitos a la vista».

La quinta ola del coronavirus está frenando una reactivación económica que para Dürr tiene «forma de letra ‘W’ a medio plazo y una ‘V’ a largo. La incertidumbre actual hace que a pocos meses vista la figura se pueda parecer más a una ‘W’». Una recuperación económica donde los bancos centrales tienen mucho que decir, dado que todavía mantienen sus estímulos monetarios inyectando ingentes cantidades de dinero en los mercados. Pero, ¿qué pasará el día que los retiren o lo que se conoce en la jerga financiera como tapering? «Una versión de tapering es bastante probable, pero ya sabemos que a la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) no le gusta asustar demasiado a los mercados, por lo que seguramente apostará por una solución que suavice cualquier impacto demasiado negativo en los mercados».  

* Lea el artículo íntegramente en el número 83 (septiembre 2021) de la revista Plaza