VALÈNCIA / MADRID (EFE). La Comunitat Valenciana concentró el 12,5 % de los incidentes islamófobos registrados en toda España durante el año pasado, lo que supone el tercer registro más alto, tras Cataluña (32 %) y Andalucía (13,7 %) y por delante de Madrid (10 %).
Las agresiones e incidentes de carácter islamófobo han aumentado a lo largo del pasado año fundamentalmente a través de las redes sociales y Cataluña es, "con diferencia", la comunidad que más ataques ha registrado hacia los musulmanes, con especial virulencia tras los atentados de Barcelona y Cambrils.
Esta es una de las principales conclusiones del 4º Informe Anual de la Islamofobia en España, realizado por la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia, presentado hoy y que ha documentado un total de 546 incidentes a lo largo de 2017, la mayoría en medios digitales y redes sociales.
Cataluña sigue siendo la comunidad autónoma que más ataques registra y, de los 160 incidentes de los que se tiene constancia en toda España, casi el 32 % tuvieron lugar en esta región, cifras que los autores del informe vinculan con los atentados de agosto, si bien advierten de que se trata de una comunidad "conflictiva" con "políticas poco integradoras".
Así, Bárbara Ruiz, coordinadora del informe, ha destacado las dificultades impuestas por Cataluña a la hora de abrir nuevas mezquitas para las que se ceden espacios en polígonos industriales muy alejados del centro de las ciudades, así como las múltiples manifestaciones de vecinos con "caceroladas" posicionándose en contra de la apertura de estos lugares de culto.
El estudio también destaca que con el referéndum catalán y la declaración unilateral de independencia, el número de ataques descendió e incluso han apuntado a que las agresiones que antes recibían en las redes sociales los musulmanes, se desviaron a partir de ese momento hacia los catalanes en forma de "catalanofobia".
Después de Cataluña, los autores del informe señalan a Andalucía (13,7 % de casos), Comunidad Valenciana (12,5 %) y Madrid (10 %) como regiones que registran más incidentes islamófobos.
El incidente más frecuente fue la difamación o la calumnia y, en general, a los musulmanes se les tacha de violentos, machistas, pedófilos, atrasados, intolerantes o terroristas, mientras que a ellas suelen tildarlas de sumisas, oprimidas, ignorantes o atrasadas.
También hay casos de discriminación, omisión o negación de un derecho.
En cuanto al autor de la agresión, los autores admiten que no siempre es fácil identificarles, pero apuntan a perfiles de extrema derecha y señalan también a instituciones y grupos políticos.
Sobre los objetivos de los ataques, están en primer lugar las mujeres, a las que es más fácil de identificar por el uso de la hiyab y también son frecuentes los ataques a los menores y a las mezquitas (a través de cócteles molotov, con cabezas de cerdo o con pintadas hechas con sangre de cerdo).
Ruiz ha denunciado asimismo el "discurso negacionista" del legado islámico de España, la manipulación de la historia de Al-Andalus y las interpretaciones históricas islamófobas "al servicio de estrategias de descrédito de todo lo musulmán".
Ha lamentado que este negacionismo haya fomentado, por ejemplo, que la historia andalusí, mudéjar o morisca de España se obvie en los libros de texto o que se "extranjerice" a los musulmanes españoles y se pretenda que Al Andalus fue la ocupación de un grupo de extranjeros, árabes o bereberes, durante 800 años.
Por otra parte, en 2017 "se ha disparado el ciberodio de tal manera que es imposible hacer un seguimiento exhaustivo y contabilizar todos los casos" y, aunque los incidentes "en la calle" han descendido con respecto a 2016, los experimentados en los medios on line y las redes sociales han aumentado considerablemente y suponen un 70 % del total.
Según ha explicado Aurora Ali, de la Plataforma, se trata de la proliferación de mensajes y bulos islamófobos en internet, amenazas a través de vídeos y mensajes públicos y privados en forma de ataques de odio coordinado que se producen cuando una sola persona recibe en un período breve de tiempo decenas o hasta cientos de comentarios de odio.
Ante esta situación, el presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, ha instado al Ministerio del Interior a incorporar el ítem de islamofobia en los informes que presenta sobre delitos de odio y a impulsar un Plan para recuperar el pasado histórico del Islam en España, con la revisión de los libros de texto.
Además, ha reclamado una ley orgánica integral sobre delitos de odio, así como una ley contra la discriminación y que la Fiscalía actúe de oficio ante este tipo de ataques.