VALÈNCIA. El término “violencia obstétrica” se acuñó por primera vez en 1827, y desde entonces se ha utilizado para denunciar aquellas conductas médicas que, por acción u omisión, atentan contra el cuerpo de las mujeres embarazadas. A finales del pasado mes de mayo, Produccions Ultramar subía al escenario La Confiança, su primer montaje teatral y su particular denuncia explícita a una violencia silenciosa capaz de poner en riesgo el bienestar de las madres y sus bebés. La buena acogida de la pieza, estrenada en la propia Sala Ultramar, suponía una invitación a representarla en otros recintos como La Mutant, donde llega los próximos 22 y 23 de octubre (20:30 horas).
Fue la autora Guadalupe Sáez quien, a partir de su propia experiencia al dar a luz, comenzó a dar forma a la pieza durante un taller impartido por el dramaturgo francouruguayo Sergio Blanco. Sáez enlazó aquella idea con la imagen de una orangutana luchando por salvar su casa en la selva de Borneo, y poco a poco fue construyendo una reflexión sobre la violencia en el mundo, con la desigualdad de género como eje en torno al cual articular todo el texto. “En el siglo de la violencia, la autora da a luz”, reza el argumento. “Lo hace después de diecisiete horas de parto por cesárea. Lo hace sola en un quirófano, sin más compañía que la de los sanitarios del hospital, sin ningún rostro conocido”. La Confiança es una obra sobre las mujeres hecha por mujeres: a Sáez se unen Eva Zapico en la dirección y la actriz Mertxe Aguilar representando sobre las tablas la experiencia de una madre que, tras sufrir una violencia innecesaria durante el parto, se pregunta qué debe hacer para que su hijo no sea engullido por esa barbarie imparable que gobierna nuestro mundo.