VALÈNCIA. Este miércoles empezaron a trabajar los 1.000 auxiliares de playa que ha contratado la Generalitat Valenciana para vigilar que se mantienen las distancias de seguridad en las costas este verano y se siguen las recomendaciones sanitarias marcadas por el Ministerio de Sanidad.
Un comienzo con algún que otro tropiezo publicado por Valencia Plaza que al parecer no ha sentado bien en el Consell, y en particular en la Conselleria de Justicia e Interior, de quien depende la puesta en marcha de este plan de empleo.
Si un periodista se acercaba este jueves a un informador de playa recibía por respuesta que no podían hablar con la prensa y remitían al servicio de comunicación de la Conselleria de Justicia para que le atendieran ante cualquier duda. "Nos han dicho que no podemos hablar con la prensa", explicaba este jueves un auxiliar, que incluso mostraba un mensaje recibido en su teléfono móvil con esta instrucción de parte de su coordinador.
Una reacción motivada porque desde este departamento del Gobierno valenciano se dio este jueves una directriz a los ayuntamientos para que instaran a sus auxiliares de playa a no hablar con periodistas y en su lugar remitieran directamente al gabinete de comunicación de la Conselleria de Justicia.