VALÈNCIA. Piles, localidad con alrededor de 2.750 habitantes, despunta por su histórica torre vigía y por una preciosa playa de kilómetro y medio. Ubicada en el sur de la comarca de la Safor, más cerca de Oliva que de Gandia, la mayor parte de su superficie está destinada al cultivo de cítricos. Se halla situada a unos 80 kilómetros de la ciudad de València y forma parte del cogollo de municipios en los que productos como el figatell o la coca de dacsa alcanzan su cénit gastronómico.
Su alcaldesa, Cristina Fornet, destaca, entre otras cuestiones, por su vinculación al mundo de la música. Además de presidenta en la Safor de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana, en 2020 ingresó como vocal en la Confederación Española de Sociedad Musicales. Milita en el Partido Socialista.
Aunque las dos anteriores referencias resultan singulares, una tercera hace más original la figura de Fornet desde el punto de vista político: gobierna en coalición con Compromís y Partido Popular. En las pasadas elecciones su candidatura no fue la más votada. Ganó la de Independents per Piles, abanderada por el hasta el 17 de junio alcalde David Morant.
No obstante, como también ocurrió en San Antonio de Benágeber, una conjunción de votos de la oposición provocó su caída. Si en 2019, los tres partidos, con los mismos concejales que en la actualidad (3 el PSPV, 2 Compromís y 1 PP), le dejaron gobernar en minoría; en 2023 ya no han estado dispuestos. Las discrepancias resultaban irresolubles.
"Se trata de un caso paradigmático y único, que nace de un acuerdo para apartar a un alcalde independiente que venía de una escisión del PP", apuntan desde el PSPV, que sostiene la vara de mando de Piles "con un apoyo sólido".
La formación popular, por medio de su edil, Antonio Ramiro, dirige las delegaciones de Salud, Bienestar Animal y Participación, además de ostentar la primera tenencia de alcaldía. En Compromís recae la segunda tenencia de alcaldía en la persona de su concejal Antonio Fernández, responsable de Deportes y Servicios Urbanos.
Cumplido el primer medio año de gobierno, los tres partidos que configuran el ejecutivo local siguen con la gestión de Piles y el enfrentamiento con Morant y sus concejales -a quienes acusaron de dejarles como herencia una deuda de un millón de euros- como nexos fundamentales. "El estado económico no ha sido el esperado y hemos tenido que ajustar las prioridades", señalaron al unísono en su balance de los primeros cien días de gestión.
Sin llegar a ese modelo inusual de colaboración que demuestra que es posible que PSPV, Compromís y PP puedan compartir gobierno, en Oliva ha surgido una convergencia desde la oposición. La han gestado el primero y el tercero de los tres partidos antes citados también frente a una alcaldesa, Yolanda Pastor, que encabezaba una candidatura local. En su caso se trata de Projecte Oliva.
Sus respectivos portavoces: Ana Morell (PSPV) y Germán Salazar (PP), se reunieron el pasado lunes, junto a representantes de diferentes colectivos locales de jubilados, con la directora general de Infraestructuras Sociosanitarias, Mari-Ángels Ramón-Llín, con el fin de reivindicar un centro de día para Oliva.
Ambos partidos -que conjuntamente suman seis munícipes (4 PSPV y 2 PP)- enviaron casi a la par una nota anunciando la futura inversión en la población y explicando la cita conjunta, "ante la importancia de anteponer el bienestar de la población a siglas políticas y por la pasividad de equipo de gobierno".
Ana Morell fue vicealcaldesa el pasado mandato con Yolanda Pastor en la oposición, mientras que el líder de Ucin, Salvador Llopis, encabezaba el PP local hasta que la dirección regional de su partido decidió que no optara a la alcaldía y que ese puesto lo ocupara el escritor Germán Salazar. Ahora este último y Morell han enlazado sus caminos políticos desde la oposición. Las siglas de partidos, para empezar en el caso del centro de día, quedan en segundo lugar.
La pujanza de las formaciones locales, que en la Safor alcanza su apogeo en las citadas poblaciones de Oliva o Piles, obliga a los partidos autonómicos o nacionales a modificar sus estrategias y a buscar acuerdos que, en otro contexto, resultarían más complicados o, directamente, desautorizados por sus cúpulas autonómicas o nacionales.
La Mancomunitat de la Safor, cuyo presidente, el alcalde socialista de l´Alqueria de la Comtessa, Voro Femenia, fue elegido por unanimidad con los votos de PP incluidos- constituye otro ejemplo. Rotará con Compromís en 2025 y el PP dirige la vicepresidencia.