VALÈNCIA. "Mazón redobla la presión por la Copa América". Así titulaba una noticia Valencia Plaza la mañana del 29 de octubre. Entonces, el ya enquistado debate sobre la vuelta de la Copa América de Vela a la ciudad de València era uno de los temas que marcaba la agenda no sólo en la capital del Túria sino también a nivel autonómico. Horas después, la dana había anegado decenas de municipios, incluidas tres pedanías de València, y sepultado la controversia con dramáticas imágenes.
La tarde del 29 de octubre cambió muchas cosas y también algunas prioridades. Al menos de momento. La alcaldesa de València, María José Catalá, reconoció este jueves a preguntas de los medios de comunicación sobre el futuro de la Copa América tras la dana que la agenda municipal se ha modificado por la catástrofe: "La verdad es que teníamos una hoja de ruta hasta el día 29 y del 29 hasta ahora tenemos otra", aseguró.
La alcaldesa reforzó así el marco en el que se está moviendo en las últimas semanas, en las que ha rehuido lo máximo posible las polémicas que han envuelto la actuación del Consell y ha mantenido un perfil público muy centrado en la gestión para la reconstrucción de las zonas más afectadas. El ejemplo de este jueves fue otro más, cuando explicó al respecto de la Copa América que para ella, "lo prioritario y principal es que la ciudad sea segura para los vecinos y vecinas". "Seguridad en toda su dimesión", explicó: "Sentirse seguros en sus casas, sentirse seguros con sus administraciones, sentirse seguros".
Ahora mismo, dijo Catalá, "no me planteo nada más allá de eso". Unas palabras que ciertamente no suponen ninguna decisión definitiva sino más bien una patada hacia adelante con una nota de sensibilidad mientras las poblaciones afectadas siguen intentando recuperarse. "Ahora no nos estamos planteando la Copa América", insistían este jueves fuentes municipales.
¿Eso significa que queda descartado? Ni mucho menos. La postura fijada por la primera edil se refiere exclusivamente a este momento. "Dentro de unos meses ya veremos como estamos", apostillan las fuentes consultadas. En este sentido, ni en la Generalitat Valenciana ni en el Ayuntamiento de València dan por perdido completamente el interés por el evento náutico, si bien habrá que ver cómo evoluciona la recuperación de los municipios arrasados por las inundaciones, la restitución de las infraestructuras dañadas y la vuelta a una cierta normalidad.
Si bien en ambas administraciones valencianas se reconoce que ahora no es el momento de hablar de la Copa América, también hay quien considera su consecución como una baza de ilusión de cara a la reconstrucción de la provincia. Especialmente tras la grave crisis en la que se ha sumido el Consell por la gestión de la dana, que sin la dimisión de Mazón, ha supuesto por el momento el cese de dos conselleras y la reestructuración interna del Gobierno valenciano.
La cita náutica, en este sentido, se ve como un revulsivo para restaurar la imagen de la provincia, seriamente dañada tras las dramáticas imágenes. Y el argumento económico, que se había convertido en la principal defensa de los dirigentes populares para batallar por la Copa América, adquiere tras la catástrofe una nueva vida, en un contexto de recuperación de la actividad tras el golpe de la riada.
Por otro lado, la atracción de la competición de regatas requeriría en principio de financiación pública (en Barcelona las administraciones pagaron 45 millones de euros), aspecto que ya había sido blanco de numerosas críticas por parte de la oposición -Compromís y PSPV- para rechazar una nueva edición en València. Así, la pregunta de "quién pagaría la Copa América", que ya sobrevolaba el debate antes del 29 de octubre, tendría ahora un nuevo sentido: "¿Quién pagaría la Copa América en plena reconstrucción?".
Desde la administración autonómica todavía no se han pronunciado públicamente sobre el futuro de las negociaciones. Cabe recordar que Presidencia de la Generalitat, con Carlos Mazón al frente, contrató a un consultor experto, Carlos de Beltrán, para llevar a buen puerto estas conversaciones y traer el campeonato de vela de nuevo a la Marina de València, como adelantó Valencia Plaza. Por el momento, no se ha comunicado si estos contactos se han frenado, precisamente en unos meses clave para batallar por ser la sede del campeonato de regatas.
Tras la ruptura "amistosa" entre el equipo organizador de la cita, el Team New Zeland, y la ciudad de Barcelona, que acaba de acoger la edición número 37 de la competición, el CEO del equipo, Grant Dalton, se propuso buscar otros destinos entre los cuales el Puerto de València era uno de las más probables. Antes de la dana, la ciudad estaba a la espera de que se abriera el período para presentarse candidata, que debería presentarla la Generalitat en colaboración con el Ayuntamiento. Dalton se había dado hasta enero para pasar el examen a las propuestas.