MADRID (EP). Los Comisionados de la Iglesia, el fondo que gestiona los activos de la Iglesia de Inglaterra y cuyos recursos alcanzan los 7.900 millones de libras esterlinas (9.172 millones de euros), logró una rentabilidad del 17,1% en 2016, superando así ampliamente su objetivo anual, que establece una meta igual a la tasa de inflación más cinco puntos porcentuales, situándose el año pasado en el 7,5%.
La entidad atribuyó este "resultado estelar" a la fuerte rentabilidad de las inversiones en acciones (32,9%), que reflejó en parte el impacto de la depreciación de la libra. Por su parte, el retorno de las estrategias privadas de crédito fue del 33,1% y el del capital privado un 26,1%, mientras las explotaciones de bosques madereros ofrecieron una rentabilidad del 24,3% y la inversión en propiedades residenciales del 14,1%.
"Nuestro objetivo es la inflación más cinco puntos porcentuales. En 2016, el retorno del fondo fue del 17,1% cuando la inflación más cinco puntos fue del 7,5%, por lo que estuvimos muy por delante", declaró Andreas Whittam Smith, primer comisionado del vehículo inversor de la Iglesia de Inglaterra. De este modo, el fondo que gestiona los activos de la Iglesia de Inglaterra ha obtenido una rentabilidad media anual del 9,6% en los últimos 30 años, frente a una meta del 8,3% al tener en cuenta la inflación.
Desde el estallido de la crisis financiera en 2007 que acabaría desencadenando la Gran Recesión, el fondo ha logrado una rentabilidad media anual del 8,3%, frente a una meta del 7,8%. En los últimos cinco años, el retorno medio anual alcanzado por la entidad se sitúa en el 13%, por encima de una meta del 7,2%, mientras que en los últimos tres ejercicios la rentabilidad media ha sido del 13,2%, frente al 6,8% del objetivo anual al tener en cuenta la inflación más cinco puntos porcentuales.
Los Comisionados de la Iglesia mantienen un perfil ético en sus planteamientos que impide al fondo realizar inversiones directas en empresas involucradas en la fabricación de armamento, así como relacionadas con el juego, el tabaco, la pornografía, las apuestas, la clonación de embriones humanos o la explotación de arenas bituminosas, mientras mantiene restricciones a las inversiones en empresas de bebidas alcohólicas.