VALÈNCIA. (EP). La repercusión de la dermatitis atópica en la calidad de vida de los pacientes es muy alta, cuanto mayor es la gravedad de la enfermedad la vida del paciente está más alterada y afecta a su vida personal, laboral y familiar, según ha explicado el jefe del servicio de Dermatología en el Hospital Infanta Leonor (Madrid) y presidente de la SCADEV, el doctor Pablo de la Cueva, en un simposio organizado por Pfizer, en el marco del 47º Congreso Nacional de Alergología y Venereología.
La dermatitis atópica es una enfermedad crónica frecuente de la piel caracterizada por un picor intenso y lesiones eccematosas en la piel. Se calcula que en los países desarrollados entre el 15 por ciento y el 30 por ciento de los niños sufren la enfermedad y está causada por diferentes factores genéticos, ambientales e inmunológicos. La intensidad, frecuencia y duración del picor y los brotes (empeoramiento general de los síntomas) aumentan con la gravedad de la enfermedad.
El intenso prurito-picor, las importantes alteraciones del sueño, o la disminución del estado de ánimo de muchos pacientes "son componentes muy importantes que ya tenemos en cuenta en la consulta, pero que a veces necesitan un abordaje psicológico específico", ha continuado explicando el doctor.
Asimismo, entre los retos más comunes a los que se enfrentan los dermatólogos en el simposio se destacó: el constante estudio de los mecanismos fisiopatogénicos que condicionan la aparición de la enfermedad; la necesidad de una estandarización de los métodos diagnósticos o el avance en el uso de los resultados en salud reportados por los pacientes.
"Además, nos enfrentamos a una enfermedad crónica que, a veces, afecta a una población tan sensible como la pediátrica, lo que incrementa la preocupación del entorno", ha señalado el doctor Cueva. Sin embargo, ha continuado, "mediante una buena comunicación en consulta, que permita al paciente estar informado y seguir unas pautas de cómo cuidar la piel y realizar el tratamiento, conseguiremos que mejoren sus lesiones y su calidad de vida".
Por último, el simposio ha destacado los avances que en los últimos cinco años se están haciendo en el área de la investigación clínica a nivel terapéutico para lograr objetivar los datos de eficacia y seguridad a través de los instrumentos de valoración de medidas de gravedad comunes para la comunidad científica y por los propios pacientes.