El analista independiente de fondos de inversión y renta variable advierte de lo que conllevaría una posible compra de acciones directas en los mercados europeos por parte del BCE
VALENCIA. La rumorología vuelve hacer de las suyas en la red; no hay informaciones confirmadas sobre una posible estimulación económica aplicada por el BCE, que consistiría en la compra de acciones directas en los mercados europeos. Esta nueva posibilidad ha entrado después de saber que el G20 ha manifestado que los estímulos económicos estaban agotados, puesto que no se encontraban dando los frutos que se esperaban.
Por otro lado, la rentabilidad negativa de los bonos solo alimentan esa posibilidad y de hecho el banco central suizo lleva aplicando esta compra de acciones desde que sus tipos de interés los configurará en el terreno negativo (2014), esto se incluye dentro de su particular QE.
La posibilidad de que el BCE quiera aplicar la compra de acciones dentro de su programa de compra masivas de deuda sería el mayor 'robo' de la historia del capitalismo. Autorizar la impresión de dinero por parte del BCE y sin ningún tipo de activo que lo respalde (dinero digital ficticio), acompañado de que ese dinero en circulación se inyectará en acciones del mercado europeo, crearía una subida artificial del precio de las empresas cotizadas debido a que el BCE estaría comprando acciones, aumentando así la demanda y reduciendo el free float de las compañías.
A su vez, el BCE se transformaría en accionista de todas las empresas seleccionadas en su programa de compras sin olvidar que ese dinero es público y que a priori los ciudadanos no percibirán nada a cambio. Estas empresas recibirán una inyección de dinero, por lo que lo podrán utilizar para las necesidades que las empresas vean oportunas o en tal caso y ¿por qué no? para 'manipular' sus balances. Esto podría darse si el BCE no ejerciese unas directrices con una transparencia 100% clara porque si empezamos con las ambigüedades o los resquicios legales, solo conseguirán tirar el dinero por el retrete.
Para los inversores institucionales y sobre todo para los hedge funds, esta medida es perfecta para poder conseguir plusvalías millonarias en muy corto plazo, aplicando derivados muy apalancados sabiendo que tendrán un soporte del BCE. Los accionistas minoritarios podrían verse beneficiados por una posible subida artificial de los mercados de renta variable, pero no podrán olvidar que los precios serán irreales y serán precios distorsionados por culpa del BCE; por lo que cabría la posibilidad de que las referencias sobre los precios se viesen perdidas y no se sabría si uno está comprando caro o barato.
En caso de un entorno económico en recesión, ver el mercado alcista, desde luego crearía un tanto de confusión, al igual que ha pasado cuando se hicieron los recortes de tipos de interés o la aplicación de la QE europea. Subidas inmediatas en los mercados y a continuación bajadas a corto plazo, pero en este caso, al influir directamente en el capital social de las cotizadas, es muy posible una incertidumbre en la normalización de los precios.
En cuanto a la política de las empresas en sus consejos de administración habría que saber si el BCE entra con un alto porcentaje de participación en una cotizada pero hay más cuestiones que me surgen. Como si ¿se hará con un asiento en alguna compañía?, ¿usarán este sistema para impulsar las puertas giratorias en la UE al estilo Durao Barroso con Goldman Sachs?, ¿será capaz el BCE de no influir en las decisiones de las compañías?, ¿se eliminará el derecho de voto del BCE?, ¿dejará el BCE que el dinero público en las cotizadas sea controlado por personas ajenas al BCE?, ¿a dónde irán los dividendos de las cotizadas? ¿se reinvertirán los beneficios en la ciudadanía europea mediante inversión pública o políticas sociales?...
Creo que a todo el mundo nos gustaría saber cómo elaboraría este supuesto programa el presidente Mario Draghi, puesto que sería otro caladero de perdidas si no se aplica un contundente rigor; por lo que daría de nuevo alas a enriquecer más a las altas clases y empobrecería de nuevo a las clases inferiores.
Finalmente me pregunto si ¿esto es otra locura más como el 'helicóptero monetario'?, ¿quién se va a responsabilizar de los posibles y nefastos resultados de esta supuesta medida que pudiera aplicarse? De nuevo, los ciudadanos europeos... ¡como siempre!.
Juan Ignacio Aneiros García es analista independiente de fondos de inversión y renta variable