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aprobado el informe ambiental

La diana ya apunta al Museu de Belles Arts

31/10/2018 - 

VALÈNCIA. Comienza la cuenta atrás. Cuatro años según lo que dispone la legislación. La urbanización del entorno del Museo de Bellas Artes de València ya cuenta con el informe ambiental y territorial estratégico aprobado. Salió publicado este martes en el DOGV y supone la modificación puntual del PGOU PEP-BIC 8.

El acuerdo fue adoptado hace poco más de dos semanas por la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de València y en la práctica se traducirá en que el museo valenciano cuente en el futuro, cuando se realicen las obras, con una entrada por los Jardines de Viveros donde inicialmente se plantea instalar un jardín escultórico, explican desde el consistorio.

La resolución no es susceptible de recurso alguno ya que se considera un acto de trámite, sin perjuicio de los recursos que, en su caso, procedan en vía contencioso-administrativa. No es un pistoletazo de salida; empleando la analogía deportiva, se trata de abrir el estadio.

Aún queda mucho para la carrera, pero el tiempo apremia porque, como recuerda la propia resolución, ésta no será considerara vigente si, una vez publicada en el DOGV, no se hubiera procedido a la aprobación del plan “en el plazo máximo de cuatro años”. En tal caso, se debería iniciar de nuevo todo el proceso. Y es un plazo justo de tiempo habida cuenta la lentitud ministerial con este asunto, legendaria y hasta universal pues no entiende de colores. Gobierne quien gobierne, no hay prisas con el San Pío V.

Depende del Ministerio de Cultura

El proyecto general de ampliación depende del Ministerio de Cultura, recuerdan desde el consistorio. Con esta intervención en particular lo que se pretende es dotar de dignidad a un espacio del Museo hasta ahora infrautilizado por sus características urbanísticas, el de la calle Volta del Rossinyol. La propuesta es convertirlo en una plaza pública para que así el Museo pierda la trasera y tenga zonas visibles, derribar el actual muro que afea su perfil y le convierte en un espacio inhóspito.

La preocupación que plantean algunos es que la zona se degrade, al ser un espacio aislado en sí. Lo que se propone es que, además de urbanizar la zona, se habiliten u organicen los servicios para que la plaza no se convierta en un lugar degradado y sí una zona “agradable y que mejora la calidad de vida de la zona”, explican fuentes consultadas. Y entre las opciones se plantea, por ejemplo, ubicar un retén de la Policía Local.

A cambio de esa plaza que gana la ciudad a costa del Museo, éste recibirá su añorado acceso desde los jardines de Viveros, una propuesta tan antigua que ya entra dentro del listado de reivindicaciones históricas. La idea inicial que se planteó es aprovechar esta entrada por los Jardines del Real para transformarlo en una suerte de jardín escultórico que aproxime a los ciudadanos la riqueza que atesora el centro.

La publicación este martes en el DOGV culmina lo que debe ser el primero de muchos pasos encaminados a conseguir el reto de que el centro vuelva a ingresar en el siglo XXI, con unas instalaciones y unos accesos equiparables a los de centros similares europeos. La primera piedra de este nuevo museo que, metafóricamente, se levantará en el momento que se derribe el muro que ahora le aísla de parte de la ciudad.

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