VALÈNCIA. La hasta ahora directora de Recursos Humanos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), Vanessa Montañana, ha dejado su puesto en la empresa pública. Así lo publicaba este miércoles el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), donde se recogía el cese a petición propia tras su nombramiento hace menos de un año. Ésta se incorporó en la nueva etapa de la empresa pública de ferrocarril, con Alfonso Novo al frente como gerente.
Este mismo miércoles, también el comité de empresa de FGV denunciaba en un comunicado "falta de gobernanza" a la plantilla y lamentaba el"estancamiento" de las negociaciones del nuevo convenio colectivo en un momento en el que los trabajadores tienen "la percepción de un total abandono" dado que las decisiones tomadas por las diferentes jefaturas "no han hecho más que generar un ambiente de crispación y malestar".
Respecto al cese de Montaña, han criticado la falta de mando al frente de personal. "Ha durado en el equipo de gobierno del PP apenas nueve meses y abandona la empresa sin dejar sucesor alguno, provocando un vacío en la dirección y la incapacidad de tomar decisiones en un momento crítico como el que vive FGV", lamentaba el comité.
En este sentido, advertía de la "falta de gobernanza" que vive la compañía desde la llegada de Alfonso Novo a la gerencia, cargo que ocupa desde septiembre de 2023, del que "es ejemplo el hecho de que no fue hasta abril de 2024, con la llegada de Montañana, cuando se activaron ciertos asuntos urgentes para la empresa y que ahora se quedan inconclusos". Además, apuntaban que Novo "únicamente" ha tenido contacto con el comité y los sindicatos "en una ocasión, que fue la de su presentación".
Por todo ello, denuncian que, con el "abandono" de la hasta ahora responsable de RRHH, FGV "desemboca en el estancamiento" de las negociaciones del nuevo convenio colectivo, tras finalizar el anterior en diciembre de 2023, en un momento en el que la plantilla, según el comité, tiene "la percepción de un total abandono" y en el que las decisiones tomadas por las diferentes jefaturas "no han hecho más que generar un ambiente de crispación y malestar entre las personas trabajadoras".