VALÈNCIA. El pasado 2 de enero expiró el mandato de los secretarios generales de Podemos en algunos municipios. Entre ellos, el de València que hasta entonces ocupaba Jaime Paulino. Desde entonces, la formación no cuenta con líder a nivel municipal, y tampoco con una ejecutiva local, ya que el Consejo Ciudadano Municipal también se disolvió con el fin del mandato del 'número 1' del partido en la ciudad.
Un escenario que genera no pocas preocupaciones en la formación, ya que, de momento, se desconoce cuándo tendrá lugar la asamblea ciudadana para elegir al nuevo o nueva dirigente morado. Fuentes del partido, de hecho, aseguran que la convocatoria se podría posponer hasta el próximo mes de junio, con las incógnitas que todo este limbo plantearía para la estructura, organización y actividad de la formación. Y, a pesar de que el proceso todavía no se ha abierto, ya hay una candidatura confirmada: la del concejal en el Ayuntamiento de València y diputado provincial Berto Jaramillo.
Precisamente otra candidatura parecía confirmarse la semana pasada. Paulino ofrecía una rueda de prensa en La Morada -sede de Podemos municipal- en la que afirmaba, a la pregunta de los periodistas sobre si optaría a su reelección, que tenía "voluntad" de continuar con el proyecto político desarrollado hasta ahora en la capital del Túria. Unas palabras que replicarían un escenario que ya se produjo antes de las elecciones de 2015, cuando el exmandatario morado y Jaramillo ya se enfrentaron en las primarias locales de Podemos.
A esta situación de stand by a la espera de que Organización dé el pistoletazo de salida para que arranque una nueva contienda electoral para elegir al nuevo líder, se contraponen las últimas decisiones del Consejo Ciudadano Valenciano -Ejecutiva autonómica de Podemos en la Comunitat-, que en su última reunión aprobó contratar a Paulino en el área de Secretaría Política que ocupa el senador por València y de la órbita del actual secretario general en la autonomía Antonio Estañ, Ferran Martínez. El contrato, no obstante, se firmará en las próximas semanas, ya que previamente se debe comunicar al departamento de recursos humanos del partido. También se validó la contratación de Carla Monleón, que ostentará la secretaría de Comunicación del partido.
Conviene señalar que la contratación de Paulino no le impediría, por otra parte, presentar candidatura para su reelección como secretario general. Esto es porque, aunque los documentos políticos del partido de los círculos impiden que se ostenten dos cargos -siempre y cuando no sean uno orgánico y otro institucional-, el que ocupará cuando se formalice el contrato no será un puesto orgánico, sino que se validará una relación laboral de "perfil técnico".
Así, en el área de la secretaría Política trabajará en cuestiones como desarrollo de argumentario. No en vano, tal y como publicó la delegación valenciana del diario El Mundo, en las últimas reuniones del CCV, los integrantes de la dirección admitieron que el procés independentista catalán había sido "un marrón" y no habían tenido un "discurso propio trabajado desde la secretaria política". Por lo que, con esta contratación, se reforzará el trabajo que desarrolla esta área.
A la espera de que se repitan las lógicas vividas en Vistalegre estatal II y la Asamblea Ciudadana Valenciana del pasado mes de mayo -en la que se presentaron tres sensibilidades-, Paulino asegura a Valencia Plaza que mantiene la "voluntad" de continuar con el proyecto y no descarta presentarse. Si bien también admite que si en una asamblea ciudadana los inscritos deciden que no lo haga, no tendrá problema acatar la decisión.