MADRID (EP). La patronal Anesco y los sindicatos de estibadores retoman esta semana las negociaciones sobre los aspectos laborales de la reforma del sector que promueve el Gobierno, después de que el pasado jueves las conversaciones quedaran en vía muerta y con las posturas enfrentadas.
La nueva reunión de los agentes del sector de carga y descarga de barcos en los puertos está prevista para este miércoles y volverá a contar con asistencia de representantes del Gobierno, según indicaron a Europa Press en fuentes del sector. En el encuentro tratarán de acercar las posturas a partir de las tres distintas propuestas de acuerdo que se pusieron sobre la mesa en la última semana, la del Gobierno, la de los sindicatos y la de la patronal. Por el momento, lo único en común de todas ellas es que ocupan cuatro folios y que demandan ayudas públicas.
Las partes vuelven a reunirse mientras el Gobierno urge a cerrar la reforma del régimen legal de la estiba para que deje de ser un monopolio y cumpla con la normativa comunitaria, a la que actualmente contraviene. El fin último es evitar que el Tribunal de Justicia de la UE imponga una sanción a España que, según el Ministerio de Fomento, es inminente.
Por ello, ante la expectativa de falta de acuerdo entre los agentes del sector, el titular de este Departamento, Íñigo de la Serna, apela a la responsabilidad de los grupos políticos para que permitan aprobar la reforma en el Congreso y cumplir con Europa.
Hasta ahora, De la Serna confiaba en que un acuerdo entre patronal y sindicatos permitiera levantar el bloqueo político que muestran a la reforma distintos grupos políticos, especialmente PSOE y Ciudadanos, y que provocó el histórico rechazo del Congreso al primer Decreto Ley con el que Fomento pretendía reestructurar la estiba.
Con el fin de facilitar el acuerdo, el Gobierno fue el primero en presentar en la mesa de negociación una propuesta de acuerdo que plantea la "subrogación como nuevos empleadores" a los estibadores. Además, ofrece ayudas públicas para abordar posibles excedentes de personal mediante un plan de prejubilaciones voluntarias a partir de 50 años y con el 70% del salario y el compromiso de "elevar un eventual acuerdo a un rango normativo".
A esta propuesta sucedió la planteada por los sindicatos del ramo (Coordinadora de Trabajadores del Mar, CC.OO., UGT, CIG y USO). Los estibadores piden "disponer con rango de ley" su subrogación. Además, reclaman prejubilaciones voluntarias con el 80% del salario y siempre con un mínimo de tres veces el salario mínimo interprofesional (2.122 euros), y "participar en la formación para el acceso a la profesión".
No obstante, dos días después la patronal Anesco presentó la suya. El plan de las empresas pasa, en primer término, por ajustar la plantilla de los 6.150 estibadores para adecuarla "a las necesidades de cada puerto" y sólo contempla subrogaciones a través de Centros de Empleo Portuario que, en su caso, formaran varias empresas. Además, plantea una completa reestructuración de la forma de trabajo en los puertos, para flexibilizar horarios y reparto de tareas y reducir costes hasta un 30%.
La presentación de la propuesta empresarial bloqueó la negociación, dado que no sólo choca con la principal reivindicación de los estibadores de garantizar por ley sus trabajos, sino con el compromiso de mantenimiento del empleo defendido también por el Gobierno.