VALENCIA (EP). El Parlamento Europeo ha reclamado este jueves el etiquetado obligatorio del lugar de origen para todos los tipos de leche y productos lácteos y cárnicos y ha sugerido a Bruselas que estudie la posibilidad de ampliar esta obligación a otros productos compuestos por un solo ingrediente o que tengan un ingrediente predominante.
En una resolución aprobada con 422 a favor, 159 en contra y 68 abstenciones, los europarlamentarios han defendido que esta información "introducirá transparencia en la cadena alimentaria y reforzará la confianza de los consumidores".
De la misma forma, la Eurocámara ha pedido el etiquetado obligatorio sobre el origen de la carne en alimentos procesados y han recordad el escándalo de la carne de caballo y otros casos de fraude.
La resolución remarca además que el 84% de los ciudadanos de la UE ven necesario indicar el origen de la leche, el 88% lo reclama para todo tipo de carnes y el 90% demanda la información sobre el país de origen en el caso de los alimentos procesado.
El texto, destaca que los costes de implantación del etiquetado obligatorio del país de origen para las carnes "serían relativamente poco importantes".
El Partido Popular Europeo (PPE) se ha mostrado en contra de esta resolución, que ha calificado en un comunicado como "irreal y populista". En concreto, la eurodiputada del PP Pilar Ayuso ha defendido en el debate previo a la votación que esta obligación iría en contra de las normas del mercado único, generaría mucha burocracia y supondrá un aumento de los costes que repercutiría en el precio final.
Por otro lado, otra resolución aprobada a mano alzada ha demandado la creación de un "fuerte sistema de trazabilidad" para productos pesqueros, desde el desembarco hasta el consumo final, que permita "aumentar la confianza de los consumidores y fortalecer el mercado comunitario".
En este sentido, el Parlamento Europeo ha instado al Ejecutivo comunitario a estudiar los beneficios de establecer un sistema europeo de etiquetado, necesario para "asegurar la transparencia y credibilidad" del proceso de certificación y para aportar información "demostrable, comprensible y adecuada".
Según defienden los eurodiputados, esta política de etiquetado sería un "factor clave" para impulsar el desarrollo económico de las comunidades costeras, para reconocer las mejores prácticas de los pescadores y para destacar la calidad de sus productos.
La organización de conservación marina Oceana ha celebrado esta votación y ha pedido a Bruselas un estudio en toda la UE sobre la identificación errónea de pescado en restaurantes "para entender mejor la magnitud del problema, identificar en qué punto de la cadena de suministro se produce, cuáles son los motivos y razones y cuál es el mejor modo de atajarlo en el plano comunitario", ha expresado en un comunicado.