Las madres con altos niveles de plomo en la sangre no sólo producen efectos en las células fetales de sus hijos al nacer, sino también en sus nietos
MADRID (EP). Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Wayne, en Detroit, Michigan, Estados Unidos, ha descubierto que las madres con altos niveles de plomo en la sangre no sólo producen efectos en las células fetales de sus hijos al nacer, sino también en sus nietos. Su estudio, Herencia epigenética multigeneracional en los seres humanos: los cambios de metilación del ADN asociados con la exposición materna al plomo pueden ser transmitidos a los nietos, se ha publicado en Scientific Reports.
Es un hecho conocido que los bebés en el útero pueden verse afectados por bajos niveles de exposición al plomo. Si una mujer embarazada está expuesta al plomo, éste pasa a través de la placenta a los huesos en desarrollo del bebé y otros órganos.
Las mujeres embarazadas con una exposición en el pasado al plomo también puede afectar el cerebro del feto, causando problemas de desarrollo en el futuro. Investigaciones anteriores han sugerido que la exposición a metales pesados tóxicos puede influir en el perfil global de la metilación del ADN de una persona.
En este estudio, liderado por Douglas Ruden, profesor en el Departamento de Obstetricia y Ginecología y el Instituto de Ciencias de Salud Ambiental, director de Epigenómica, y líder del programa en el Centro de Respuestas Urbanas a factores de estrés ambiental, los autores revelan que la exposición al plomo puede causar cambios específicos en la metilación del ADN, que pueden ser detectados en muestras de sangre seca más allá de una generación.
Las muestras de sangre neonatal tanto de las madres como de los niños en este estudio se obtuvieron del Biobanco Neonatal de Michigan Neonatal, un recurso único que posee la mayoría de las manchas de sangre seca neonatales de los niños nacidos en Michigan desde 1984.
todavía no se habían demostrado los efectos epigenéticos de las exposiciones ambientales más allá de una generación en los seres humanos antes de este estudio
Según Ruden, todavía no se habían demostrado los efectos epigenéticos de las exposiciones ambientales más allá de una generación en los seres humanos antes de este estudio. Este investigador y su equipo probaron la hipótesis de que la exposición de células germinales del feto humano a toxinas ambientales provoca cambios epigenéticos en la sangre del recién nacido nieto de una mujer embarazada expuesta.
"Nuestros resultados sugieren que la exposición al plomo durante el embarazo afecta al estado de metilación del ADN de las células germinales fetales, lo que conduce a la alteración de la metilación del ADN en manchas de sangre seca neonatales de los nietos", afirma Ruden. "Esta es la primera demostración de que una exposición ambiental en las madres embarazadas puede tener un efecto epigenético en el patrón de metilación del ADN de los nietos", resalta.
"Sin embargo, los perfiles de metilación del ADN alterados de la sangre de los nietos aparentemente se normalizan durante el desarrollo postnatal. Asimismo, la exposición de la línea germinal del feto al plomo aparentemente tiene diferentes consecuencias epigenéticas que la exposición aguda infantil", concluye.