MADRID. El segundo trimestre se cerró con cifras positivas en las bolsas de Europa y Estados Unidos. Desde el punto de vista geográfico, el comportamiento de las grandes regiones ha sido bastante uniforme durante el último mes (expresado en euros). La confirmación de que los presidentes Trump y Xi se reunirían finalmente en la cumbre del G20 en Japón -aunque las expectativas de una resolución del conflicto comercial no eran altas- y las perspectivas de una política monetaria más flexible por parte de los bancos centrales llevaron a una mejora de la confianza de los inversores en junio.
Ahora, los inversores esperan el comienzo de la 'temporada de beneficios'. Para las empresas del S&P500, el consenso prevé una contracción de los beneficios del -2,6%. Si se confirma esta cifra, representaría el segundo trimestre consecutivo de crecimiento negativo de los beneficios de las empresas cotizadas estadounidenses.
Los comentarios de los bancos centrales sobre una política monetaria más acomodaticia cobraron impulso el mes pasado. El presidente del BCE, Mario Draghi, fue explícito al decir que la política monetaria se volvería más acomodaticia a menos que se produjera una mejora en las perspectivas económicas y de inflación. Una reducción de los tipos de interés y el relanzamiento de la expansión cuantitativa son algunas de las posibilidades que tiene el organismo europeo.
Jerome Powell, por su parte, declaró que la Reserva Federal (FED) tomaría las medidas adecuadas para mantener la expansión económica y, ahora, el mercado prevé una reducción de los tipos de interés de 25 puntos básicos a finales de este mes de julio. Incluso existe una pequeña posibilidad de que recorten los tipos de interés en 50 puntos básicos. Sin embargo, otros agentes del mercado creen que esto último podría interpretarse como una confirmación por parte de la Fed de que la economía de EE UU se dirige hacia una fuerte desaceleración. Una acción más matizada (reducción limitada de los tipos de interés o una reducción sólo en septiembre) estaría más en consonancia con el mensaje del organismo de una "reducción cautelar de los tipos de interés".
Después de que la FED se mostrara favorable a una política monetaria más dovish, el dólar estadounidense ha perdido terreno frente a la mayoría de las divisas principales. Aunque otros bancos centrales, como el BCE, han tomado una postura más acomodaticia, las expectativas de los mercados respecto a la Reserva Federal son más agresivas. Ahora, el hecho de que el dólar se dirija a un período más débil dependerá de si las perspectivas del mercado para los recortes de los tipos de interés se hacen realidad.
Johan Gallopyn es analista de Inversiones de Bank Degroof Petercam