VALÈNCIA. La Galería Jorge Juan se dirige hacia una transformación integral de su modelo comercial junto al Mercado de Colón, un proceso parecido -aunque con diferencias- al que ya ha emprendido Boulevard Austria en la céntrica calle peatonal de València que le da nombre, Don Juan de Austria.
Si en el bulevar la revolución llega de la mano de Inditex, que ha elegido la propiedad del empresario Andrés Ballester para instalar en sus 9.000 metros cuadrados la flagship de Zara -la tienda de referencia de la marca en la ciudad-, en el caso de la galería la iniciativa parte de los actuales dueños.
El activo es propiedad de la sociedad Clubisa SA, de la familia Gómez-Lechón, que quiere aprovechar el buen momento inmobiliario y comercial de la zona prime de València para rentabilizarlo mediante una venta, según confirman a este diario fuentes conocedoras de la operación.
Hasta donde ha podido averiguar Valencia Plaza el mandato de comercialización y venta de este importante inmueble ha sido encomendado a Olivares Consultores, que rehusa a ofrecer detalles sobre la transacción.
La propiedad la componen cerca de 5.000 metros cuadrados de superficie comercial y 220 plazas de aparcamiento frente a un enclave en alza de la ciudad: el Mercado de Colón; y el proyecto persigue pasar de la atomización comercial actual a un modelo de tan solo entre 2 y 4 operadores de gran tamaño, según indican las mismas fuentes.
Por lo que respecta a los aspirantes a la compra parece una operación destinada a grandes fondos e inversores, y en cuanto a futuros inquilinos ha sonado el nombre de Decathlon, uno de los habituales en las quinielas de todos los grandes locales que han quedado disponibles recientemente en la ciudad por su intención de llevar al centro de València uno de sus Decathlon City.
De materializarse la operación de venta y transformación del espacio podría tratarse de una solución para una galería comercial en decadencia durante los últimos años, donde resisten como grandes enseñas las marcas Hábitat y Dideco.
Recientemente, como informó este diario, el entorno comercial perdió su acceso por la Gran Vía, un espacio donde la firma valenciana Voltereta ha montado un restaurante.