VALÈNCIA. Labora, el servicio valenciano de empleo y formación, presentó este jueves el sistema trianual de ayudas a las empresas que se acojan a la jornada de 32 horas para todos o parte de sus trabajadores sin reducir los salarios. Será decreciente y subvencionará a las compañías con 5.492 euros por cada empleado que entre en este nuevo marco laboral en su primer año, el único al que se comprometen puesto que luego podrán renunciar. Esa cantidad bajará a los 2.746 el segundo ejercicio y acabará en 1.373 euros el tercer y último año para un total de 9.611 euros, aunque además se podrán sumar otras ayudas de fomento a la contratación y de formación.
La cifra establecida para el primer año viene a ser un 20% del salario medio y se ha buscado compensar una reducción de horas de trabajo que corresponde a esa misma proporción. Bajarían de 40 a 32, también una quinta parte, en formato de cuatro días o de cinco. El secretario autonómico de empleo y director general de Labora, Enric Nomdedeu, explicó la razón de ese sistema decreciente, que a la vez es la base de todo el programa. "Si la teoría es cierta, y lo es, las ayudas han de ser así porque irá subiendo la productividad", apuntó.
El anuncio de la cuantía de las ayudas llega dos semanas antes de que, el 26 y 27 de mayo, València acoja un congreso internacional sobre esta 'Jornada de 4 días' con expertos de trece países y opiniones a favor y en contra. "Vamos con muchas hojas en blanco en la libreta para aprender. No sabemos qué va a decir cada uno. Si alguien dice que nos equivocamos estará muy bien, sólo pedimos que se razone", destacó. No sólo algunos empresarios, también varios sindicatos han mostrado su escepticismo con la propuesta en estos meses de debate publico.
En cambio, como avales para esa reducción y según los estudios que manejan, Nomdedeu destacó, más allá del mayor tiempo propio de los trabajadores, el menor consumo de energía, una mejora en otras cuestiones medioambientales como la movilidad, la previsible reducción de accidentes laborales (cuyo pico estableció en las horas en las que los trabajadores están mas cansados) y el citado aumento de la productividad, que asegura ya experimentan las empresas que aplican este sistema. Destacó, además, que esa semana laboral puede ser "una manera de atraer talento". Eso sí, admitió que no es "ni para todo el mundo ni para todos los sectores". Avanzó que el tecnológico es el más proclive pero señaló que también hay alguna empresa de hosteleria que lo aplica con buenos resultados.
La incertidumbre económica y la escasez de materias primas podría llevar a pensar en que no es el mejor momento pero Nomdedeu echó mano de la historia económica para defender lo contrario. "No hay momento más oportuno. En 1974 cuando los productores de petróleo se enfadaron por los acuerdos de Camp David y cerraron el grifo, Inglaterra tuvo que bajar de seis a tres días el trabajo en la industria. Pensaban que iba a perder entre un 50 y un 60% y seis meses después cuando se recuperó la normalidad sólo habían perdido el 6%", destacó el secretario autonómico que insistió en el "problema" de productividad que existe.
Nomdedeu explicó que esperan que la normativa esté lista para el segundo semestre del año y que hay presupuestados 1,5 millones para esta partida de ayudas. "Si morimos de éxito, lo revisaremos", apuntó. También se espera que posteriormente el Ministerio de Industria saque unas para la mejora de la productividad que sean compatibles. No hay otra comunidad con ayudas similares aunque Cataluña prepara un programa parecido y pidió conocer el valenciano.
El programa, se insiste una y otra vez desde Labora, es voluntario y los requisitos son que haya un acuerdo social previo con los trabajadores y un plan de mejora de la productividad (que se puede hacer de manera independiente o 'guiado' por este servicio de empleo y formación ). Para las empresas de menos de diez empleados el porcentaje de trabajadores que se acojan al menos debe ser del 30% (y siempre de un mínimo de dos); para compañías de entre 10 y 49 empleados el mínimo será el 30%; y para aquellas que tienen 50 o más el porcentaje bajará al 20%. Se ha reservado un 25% del presupuesto de las ayudas para las primeras, el mismo para las segundas y el 50% restante para las grandes.
El programa tiene también una perspectiva de género y el porcentaje de hombres y mujeres que se acojan no puede variar en más de un 10% del general que tenga la empresa. Las cotizaciones a la Seguridad Social ejercerán de control principal, más allá de la labor de la Inspección, señalaron desde Labora