Enrique Ortiz
Rafael BlascoVALENCIA. El Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) puso este lunes punto y final a la aventura empresarial de la Generalitat Valenciana junto al constructor alicantino Enrique Ortiz en la sociedad mixta Tarea, una de las varias firmas que impulsó la administración valenciana para desarrollar proyectos inmobiliarios en suelo público.
En el caso de Tarea Promotora Valenciana de Vivienda, fundada en 2004 con Rafael Blasco al frente de la Conselleria de Territorio y Vivienda para la construcción de miles de viviendas -en particular destacaba el hoy fallido proyecto urbanístico denominado Nou Manises- la Generalitat ostentaba el 49% de la propiedad a través del Ivvsa mientras que el empresario poseía el 51% restante.
La salida de la sociedad por parte del la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat (EIGE) -heredera de los activos del Ivvsa- fue una de las prioridades de la directora general, Blanca Marín, tras su llegada al cargo hace un año. La empresa se encontraba en cifras de concurso de acreedores y liquidación al contar con un patrimonio neto negativo y estar más de tres años sin hacer frente a sus deudas.
Ante tal coyuntura, la sociedad solicitó el preconcurso en julio de 2015, activando así la cuenta atrás de cuatro meses para su entrada en suspensión de pagos, pero se daba la circunstancia de que Ortí había realizado un préstamo a la sociedad de 5 millones y tenía mucho interés en evitar el concurso de acreedores para que su deuda no se convertiría en subordinada.
Este escenario facilitó una solución pactada que permitió a la Generalitat salir de la sociedad sin coste alguno. Se acordó una operación acordeón: hacer una minoración de capital compensando pérdidas de ejercicios anteriores y después una ampliación de capital a la que la Generalitat no acudió. Ortiz sí lo hizo cambiando su préstamo por acciones.
Meses después de aquel acuerdo, el Boletín Oficial del Registro Mercantil daba fe este lunes tanto de la mencionada operación acordeón como del cambio de consejeros y administradores de la sociedad, ahora ya sólo en manos de Ortiz.
