VALÈNCIA. La Generalitat Valenciana paraliza la adjudicación de las 184 viviendas de la conocida como torre de Sociópolis que se iban destinar a alquiler asequible en un proceso que comenzaba este lunes. Una decisión que viene motivada por la tragedia de la Dana, ya que, a priori, el edificio se destinará a damnificados por las inundaciones. Por ello, la Conselleria de Vivienda ha suspendido este lunes la presentación de solicitudes, que se abría, de hecho, este 11 de noviembre. A la convocatoria únicamente podían presentarse personas inscritas en el Registro de Demanda de Vivienda de la Comunitat y que cumplieran unos requisitos para ser adjudicatarios.
No obstante, esta situación de emergencia ha obligado al departamento que dirige Susana Camarero a tener que cambiar sus planes para atender la urgencia habitacional que las inundaciones han provocado en muchas localidades del sur de la provincia de Valencia. Por el momento, el Gobierno Valenciano ha anunciado que prepara más de 300 viviendas para su acceso inmediato, de las que 184 inmuebles son las de este residencial.
Por ahora, no se han podido habilitar dado que el complejo se ubica en el barrio de La Torre, una de las zonas más afectadas por el temporal. Aunque las viviendas se han conservado en buen estado, el agua sí ha afectado a los bajos del edificio, por lo que se trabaja en su limpieza, achicando agua del garaje, que quedó inundado, explican fuentes de este departamento. Por tanto, se trabaja en su reacondicionamiento para su utilización "de forma casi inmediata", señalan.
Con este movimiento, la Conselleria actúa de igual modo que hizo el Ayuntamiento de València con el edificio de 133 pisos en Safranar, que adquirió por tanteo para alquiler asequible de demandantes de vivienda pública, y que sirvió para realojar a familias afectadas por el incendio en el barrio valenciano de Campanar.
"Ante el cambio de circunstancias por la incidencia de la Dana, que afectó a determinados grupos del parque público de la Generalitat y a otras viviendas particulares con inundaciones en numerosas poblaciones de Valencia, se suspende el inicio del proceso de adjudicación de las 184 viviendas, hasta que se analicen las nuevas necesidades provocadas por la catástrofe natural", señala en su web la Entidad Valenciana de Suelo y Vivienda (EVha), gestora del parque público valenciano.
Cabe recordar que fue el pasado 18 de octubre cuando Vivienda publicó en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) una resolución por la que declaraba excepcional este proceso y establecía el procedimiento para la adjudicación de estos pisos en régimen de alquiler.
La intención era destinar el 50% de las unidades a los jóvenes, es decir, un total de 92 inmuebles. El resto iban a ser para otros colectivos como mayores de 60 años, personas con diversidad funcional, familias numerosas o víctimas de violencia sobre la mujer. Asimismo, también se habían reservado 30 viviendas a familias numerosas y otras 16 a monomarentales/parentales (25 % del total). Una planificación que, por el momento, queda en stand by a la espera de analizar las necesidades para minimizar los efectos de las inundaciones.
Lo cierto es que la torre de Sociópolis ha sido durante años un símbolo de los vestigios de la crisis inmobiliaria en Valencia. Ha permanecido más de una década asomando sobre el cielo de la ciudad sin acabar, luciendo un esqueleto de cimientos dañados por varios grafitis y degradación. Este residencial formaba parte de un 'megaproyecto' urbanístico de más de 2.000 viviendas en el barrio de La Torre en València, impulsado en 2005 por la Conselleria de Obras Públicas, entonces dirigida por el 'popular' Rafael Blasco -condenado por el 'caso Cooperación'-, a través del ya desaparecido Instituto Valenciano de la Vivienda (IVVSA), actual EVha.
Pero la crisis truncó esos planes y desde 2011 el edificio exhibía inacabado. El presupuesto ascendía a los 18,3 millones, un gasto que en plena crisis económica la Generalitat no pudo asumir. De esta forma, el dinero se agotó y solo se ejecutó un 35% de la obra. Y, desde entonces, estaba parado a falta de ejecutar el 65% restante.
No obstante, el empeño de la Generalitat Valenciana durante la pasada legislatura por culminarlo es lo que ha permitido que ahora presente una nueva imagen. Fue en la primera etapa del Botànic de Ximo Puig cuando se urbanizó el entorno y ya a principios de 2021, la Vicepresidencia Segunda y Conselleria de Vivienda, liderada por Podem y en manos primero de Rubén Martínez Dalmau y después Héctor Illueca, inició las actuaciones necesarias para retomar las obras, que se licitaron en 2022 y se adjudicó Dragados. El objetivo era que este proyecto fuera una de las primeras promociones pública en régimen de alquiler.
La actuación ha consistido en la restauración del complejo, dividido en dos volúmenes uno de 20 plantas y otro de 14 sobre un zócalo de cuatro. En la cubierta se han instalado paneles fotovoltaicos, así como recuperadores para la instalación de ventilación. Además, en la cuarta planta se ha proyectado una terraza accesible como entorno colectivo para los residentes y un local comunitario, a la que se podrá acceder desde los cuatro zaguanes, de acuerdo con la licitación
Una de las condiciones era que se tenía que respetar, como así ha sido, la propiedad intelectual de los arquitectos que proyectaron el edificio en su momento, un diseño del estudio francés Colomer Dumont. Además, de las 184 viviendas, la actuación también ha incluido la construcción de locales y garajes ubicados en el bajo del inmueble, que han quedado afectados por la Dana. Ahora, la Conselleria tendrá finalmente que determinar el futuro a corto plazo de este edificio.