VALENCIA. La banca pública valenciana será una realidad en 2017. Ese es el año marcado por el Consell para materializar la promesa plasmada en el Pacto del Botánico de impulsar un banco autóctono que nace desde lo público pero que operará como una entidad privada. Será, según sostuvo el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en la presentación de este lunes, un "revulsivo" en el arrasado sistema financiero valenciano y una apuesta por la colaboración público privada que contrasta con la estrategia que siguen otras áreas del Consell.
La "recuperación del sistema financiero valenciano" en los términos previstos en ese acuerdo de gobierno no se ejercerá a través de una sola entidad, sino de dos: el nuevo Banc de la Generalitat, el nombre que recibirá la escisión del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) que tendrá ficha bancaria y acceso al Banco Central Europeo para canalizar crédito al sector privado; y el propio IVF, que ejercerá las tareas de supervisión de las entidades tuteladas por la Generalitat y desarrollará el cariz más social. El primero quedará fuera del perímetro SEC de la Generalitat y, por tanto, podrá captar financiación ajena.
El autor intelectual del proyecto de reconversión del IVF es su director general, Manuel Illueca. Illueca comenzó a trabajar en el proyecto desde que aceptó la propuesta de Puig para participar en la redacción del programa de los socialistas en las últimas elecciones autonómicas. Posteriormente tuvo que vencer la enorme resistencia que planteó el Ivace para devolver al IVF las competencias para dar crédito al sector privado y sacar adelante el saneamiento de una entidad con una morosidad del 62% y una cartera cargada de operaciones que se aprobaron "contra el criterio de los técnicos", según él mismo reconoció este lunes.
El dibujo estará plenamente operativo a finales de 2017. Hasta entonces, el IVF entra en un régimen transitorio en el que tendrá una nueva organización interna a modo de ensayo previo a la escisión. La actividad pública se separará de facto de la financiación privada. La primera dependerá fundamentalmente de la Dirección General del IVF, mientras que la segunda estará controlada por un consejo general integrado por diez vocales, con mayoría de independientes.
Cuando la nueva estructura esté completada, el IVF desarrollará la actividad pública del nuevo modelo de banca autonómica: gestionará la deuda, dará créditos a las empresas y fundaciones públicas y actuará como experto financiero del Consell. El IVF se queda también como acreedor de la Generalitat, que debe 700 millones de euros a este ente.
Pero la parte pública del futuro IVF también será, según la definición de la Generalitat, un banco "para las personas" que dará microcréditos para desempleados en colaboración con el Servef, para autónomos y microempresas o para vivienda social, anticipará ayudas para residencias de la tercera edad y garantizará los servicios financieros en los municipios que se han quedado sin entidades tradicionales.
En paralelo, el Banc de la Generalitat funcionará como ente separado de la administración y competirá con las entidades bancarias tradicionales. En su balance se quedarán los créditos al sector privado que antes estaban en el IVF y los créditos públicos "con retorno". Tendrá un activo de 450 millones y un capital de partida de 200 millones con el objetivo de llegar a 600. Ese es el nivel óptimo con el que, según Illueca, podrá cumplir sus objetivos de partida.
Estos serán sus rasgos esenciales:
Illueca, que reconoce haberse inspirado en gran medida en el funcionamiento del Institut Catalá de Finances (ICF), siempre ha defendido que una de las claves que el Banc de la Generalitat fuera viable es que funcionara de forma autónoma como un instrumento profesionalizado con consejeros independientes y al margen de la administración. Según el director de IVF, será "una empresa independiente al servicio de la sociedad valenciana".
El Banc de la Generalitat estará gobernado por un consejo general con mayoría de independientes. El nuevo Reglamento Orgánico y Funcional (ROF) del IVF, que está previsto que se apruebe antes del próximo agosto, definirá la primera estructura de ese consejo de diez vocales entre 5 consejeros dominicales (altos cargos de la Generalitat) y otros 5 consejeros independientes (un representante sindical, otro de la patronal y tres "expertos de reconocido prestigio"). Tanto estos como el director general del IVF deberán cumplir los criterios de idoneidad del Banco de España.
El nuevo ROF también contempla la creación de varias comisiones (de Inversiones, de Riesgos y Auditoría, de Nombramientos y de Transparencia y RSC) y un aumento del presupuesto para auditoria externa desde este mismo año.
Ese refuerzo de la gobernanza y de los controles internos culminará con uno de los principales hitos marcados en el horizonte: la supervisión por parte del Banco de España. Se concibe como una garantía de cara el exterior sobre el funcionamiento de la entidad imprescindible para su proyecto. Los responsables del IVF ya negocian con el supervisor un acuerdo de supervisión que esperan tener listo el próximo año.
Ya lo dijo en Les Corts el pasado septiembre: el nuevo banco público debe contar con ficha bancaria. "La ficha bancaria costará, pero estamos trabajando en esa dirección", reconocía este lunes Illueca. Este debería ser el siguiente hito tras el acuerdo de supervisión con el Banco de España. "Con él podremos demostrar que podemos hacer las cosas en y lo demás ira llegando", añadió.
Esa ficha es la llave a la independencia en la captación de recursos, ya que dará acceso a la entidad al crédito del Banco Central Europeo, unos recursos que se obtienen en condiciones muy ventajosas, y a los fondos del Banco Europeo de Inversiones. El proceso lleva al menos seis meses, aunque en la práctica suele prolongarse hasta los dos años.
Será un banco online, sin oficinas físicas. A finales de julio el IVF tendrá una nueva página web. Recientemente ha contratado un nuevo sistema de información contable y próximamente se podrán realizar por internet las operaciones típicas del negocio bancario. Tendrá su propio portal de transparencia.
El Banc de la Generalitat asumirá los créditos al sector privado que actualmente están en el balance del IVF. Según Illueca, la entidad tendrá potencial para conceder financiación por un importe global de 600 millones. Este lunes ya presentó sus primeras líneas orientadas al sector privado con una dotación conjunta de 45 millones de euros con los que espera obtener un impacto de 90 gracias a la implicación de las entidades tradicionales.
Si el destino del Banc de la Generalitat es acabar funcionando como un banco separado de la Generalitat y con una actividad paralela a la que continuará desempeñando el IVF (financiación al sector público, lucha contra la exclusión financiera, etcétera), ¿para que necesita la Generalitat un banco?
Según el director general del IVF, hay mercado para competir con garantías con las entidades financieras privadas. "Queremos ser un jugador más", aseguró Illueca, quien considera que las operaciones que financiará "no necesariamente" han de ser de mayor riesgo de las que acepta la banca tradicional.
Según explicó, la razón de ser del futuro Banc de la Generalitat es su carácter anticíclico, esto es, la de actuar como un banco promocional con productos para dar apoyo financiero a las empresas valencianas en sus diferentes fases de desarrollo.