VALÈNCIA. Este viernes no fue el soñado por el edil de Innovación del Ayuntamiento de València, Carlos Galiana, que no sólo no despertó habiendo convertido al Cap i Casal en Capital Europea de la Innovación, sino que lo hizo todavía con el mal sueño del día anterior, tras haberse viralizado su playback ante la Comisión Europea simulando hablar inglés mientras cubría su boca con mascarilla. Una actuación de la que se hicieron eco tanto medios regionales como nacionales y europeos, y por la que el edil pidió disculpas a mediodía, en escueto y honroso comentario.
Llano y directo: "La decisión que tomé ayer de realizar mi intervención con un traductor fue con la intención de que el mensaje a transmitir llegase de la manera más clara posible, pero visto con distancia me he dado cuenta que no fue la más adecuada". La Comisión Europea pedía que fueran los alcaldes de cada ciudad aspirante los que hicieran el último discurso antes de conocer la ganadora. En el caso de Viena y de València, sin embargo se hizo una excepción y fueron los regidores del ramo los responsables. El alcalde de València, Joan Ribó, se encontraba en esos momentos en el pleno municipal, si bien nada hubiera impedido que el primer edil hubiese emitido la defensa final del Cap i Casal ante Europa.
Fuera como fuere, lo cierto es que finalmente Galiana fue el escogido para desarrollar el breve discurso -de unos dos minutos- en inglés desde Las Naves, el centro de innovación dependiente del consistorio que preside él mismo. Según fuentes próximas, la idea inicial habría sido que el edil hiciera el discurso en lengua inglesa, pese a su nivel "básico" en expresión oral. De hecho, Galiana habría estado preparándose en las últimas semanas el discurso con ayuda de personal de la casa, lo cual no fue rémora para que la indecisión y el temor a caer en un relaxing cup of café con leche in plaza mayor hicieran cambiar de idea en el último momento, optando por una grabación realizada por un nativo británico, empleado de Las Naves.
El regidor, que ya había interiorizado y practicado el discurso, lo haría tal cual se había ensayado, pero por encima se le cubriría con la voz del nativo. Galiana, actor de profesión, hizo una interpretación adecuada al relato hasta el punto de que se colocó la mano en el pecho mientras decía "it's a honour" -"es un honor"-. Los empleados de Las Naves no pudieron más que sorprenderse, pues desconocían que la intervención se iba a realizar mediante este sistema. A partir de ahí, lo sucedido es historia: la filtración no tardó en llegar, y tras la publicarse la grabación en Valencia Plaza y otros medios, se viralizó.
Los hechos no cayeron nada bien en el sector de la innovación. Si la administración municipal y el ecosistema del ramo habían aunado esfuerzos en una generosa y sonora campaña para promover la ciudad como capital europea, dos minutos echaron al traste la unidad, según ha podido saber este diario de varias fuentes consultadas, quienes manifestaron su malestar y decepción por la imagen mostrada ante Europa. Pero más allá de la responsabilidad en tanto publicidad internacional, el edil se enfrentaba este viernes al examen en casa, en el consistorio.
El regidor acudía a la Junta de Gobierno Local con el resto de compañeros de gobierno, y según fuentes presenciales, fueron pocas las palabras que cruzó. "Tocado" fue el adjetivo más utilizado. Más tarde, decenas de medios se agolpaban a media mañana en la segunda planta consistorial. El edil tenía una reunión en agenda en el despacho de su concejalía, pero no apareció en los pasillos -sí lo hicieron miembros de su equipo-. Eso sí, ningún apoyo público desde miembros de su partido y tampoco de sus compañeros de gobierno: la vicealcaldesa socialista, Sandra Gómez, y el vicealcalde, compañero de formación de Galiana, Sergi Campillo, pedían explicaciones en rueda de prensa, aunque el segundo no creía que fueran necesarias las disculpas.
No fue hasta mediodía cuando el equipo de comunicación del regidor enviaba el mencionado comunicado, en el que el concejal recordaba que su "máxima prioridad" siempre ha sido "promover a València como una ciudad referente en Europa a nivel de políticas de innovación y emprendimiento", y que en este caso se había presentado ante Europa un "proyecto serio y riguroso" para optar a la capitalidad. De hecho, cierto es que al ser finalista la ciudad recibirá 100.000 euros. A continuación, rezaba: "Lamento profundamente que una acción puntual e individual esté quitando protagonismo a todo este recorrido".
El edil está convencido de que la intervención "en ningún momento restó puntos a la candidatura", por lo que descartó dimitir. Eso sí, no realizó ninguna intervención pública hasta acabada la tarde, en un acto de la Sección Especial de las Fallas, pues también es presidente de la Junta Central Fallera y edil de Fiestas. Ahora bien, este acto no evitó estar envuelto en interrogantes. Si la agenda municipal recogía a primera hora de la mañana que el edil acudiría al evento, tras la comida su concurrencia había desaparecido, ante la sorpresa de muchos. Es más, el equipo de comunicación confirmó que la agenda estaba en lo cierto.
Sin embargo, finalmente el edil sí hizo acto de presencia, y de presencia destacada en el estrado, según confirmaron fuentes presenciales. Allí, el edil, más distendido, incluso se permitió bromear, diciendo que se quitaba la mascarilla porque no tenía que hablar en inglés. Admitió también que inicialmente se había planteado no acudir a la cita vespertina, pero que finalmente lo había hecho porque las fallas le han enseñado que "siempre hay que tirar hacia delante", que "hay que renacer, pase lo que pase. Quemamos lo que no nos gusta y volvemos a construir". Fueron esta la jornada en la que el concejal tuvo incluso que hacer privada su cuenta de Twitter.