VALÈNCIA. (EFE) La hostelería de la Comunitat Valenciana vive este miércoles su última jornada con la persiana subida, antes de que esta medianoche entre en vigor su cierre por catorce días, entre anuncios de protestas de un sector que considera que se le "criminaliza", y de la puesta en marcha de las primeras ayudas de la Generalitat.
El sector hostelero valenciano, que desde que empezó la pandemia ha vivido el cierre del 30 % de las empresas y la destrucción de más de 20.000 empleos, ha acogido a sus últimos clientes mientras anulaba las reservas de los próximos días y decidía qué hacer con el género, y como ocurre desde el 7 de enero, cerrará sus puertas a las cinco de la tarde, aunque esta vez con la duda de cuándo podrá reabrir.
Un "duro golpe", un "jarro de agua fría", "siempre pagamos los mismos" o "estamos siendo acosados injustamente" han sido algunas de las expresiones utilizadas por algunos trabajadores y responsables de locales hosteleros, que también han destacado que "otra vez" se irá "todo el género a la basura" dado el escaso margen entre el anuncio del cierre y su aplicación.
Las pymes hosteleras y del ocio de las provincias de Alicante, Castellón y Alicante agrupadas en la Coordinadora Empresarial del Ocio y la Hostelería han anunciado que intensificarán sus actos de protesta y movilizaciones ante el cierre de bares, restaurantes, cafeterías y locales de ocio.
Una cacerolada ante el Palau de la Generalitat y caravanas de coches en Castellón, Alicante y Elche este jueves son algunas de las movilizaciones que han convocado, para rechazar la "estigmatización" de un sector que, según destacan, no ha recibido "ninguna compensación", y evidenciar que esta medida es "arbitraria".
"Si hay que tomar decisiones drásticas, que se tomen y se suspendan todas las actividades económicas no esenciales. Ya está bien de agravios comparativos y de culpabilizar a la hostelería y al ocio, poniéndolos en el mapa del foco de contagios", señalan desde la Coordinadora.
Conhostur y la Federación de Hostelería de Valencia han pedido un plan de rescate y que se les compense con la cobertura de los costes fijos de los negocios, y SOS Hostelería ha reclamado que se suspenda el pago del último trimestre de 2020 del IRPF, el IVA y las cuotas de la Seguridad Social, y el pago de servicios como agua, luz y gas.
En Castellón, los empresarios del sector turístico se han concentrado ya este miércoles, convocado por Ashotur, para protestar contra estas medidas y alertar de que "peligra la temporada de verano", mientras que municipios como Paterna (Valencia) han puesto en marcha la campaña "Hoy no cocines", de apoyo al servicio de comida a domicilio de locales de la ciudad.
El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha anunciado que desde este jueves se pueden solicitar las primeras ayudas del Plan Resiste, el plan de choque consensuado con los agentes sociales y que está dotado con 340 millones de euros para ayudar a los sectores económicos más afectados por la pandemia.
Esta primera línea de ayudas está dotada con 50 millones de euros y consiste en préstamos bonificados de entre 15.000 y 75.000 euros que concederá el Instituto Valenciano de Finanzas, con tramos no reembolsables de hasta el 30 %, un tipo de interés del 0,5 % y un plazo de devolución de 5 años y uno de carencia.
Por su parte, desde la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana, su responsable, Gloria Calero, ha indicado que las fuerzas de seguridad reforzarán los dispositivos para el control de las nuevas medidas anticovid, y ha insistido en que se intensifique la responsabilidad individual.
En el ámbito político, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, ha opinado que "igual" la próxima semana "toca ser más estrictos" con las grandes superficies comerciales y ha lamentado: "Parece que aquí vamos siempre con una semana de decalaje". El alcalde de València, Joan Ribó, ha indicado que deberían haberse "tomado antes" las restricciones.
El síndic del PSPV en Les Corts, Manolo Mata, ha lamentado que haya sectores que "injustamente y por responsabilidad de todos se ven abocados al cierre" y ha instado a la ciudadanía a "ayudar al bar y al comercio de la esquina pidiendo comida para llevar y comprando allí", y Podem ha indicado que si no resultan suficientes estas medidas habrá que ir al confinamiento domiciliario.
Desde la oposición, el PP ha indicado que las nuevas restricciones no son "las que necesita" la Comunitat para salir de su situación "dramática"; Ciudadanos ha afirmado que "no se puede condenar" al sector hostelero con unas restricciones "tan duras" y "sin acompañarlas de un plan de ayudas que realmente lleguen"; y Vox ha presentado una iniciativa para que el Consell dé ayudas directas a la hostelería a la que obliga a cerrar.
Además de la hostelería, también se preparan para el cierre total gimnasios y centros deportivos, pese a que algunos de sus responsables sostienen que son "un sector esencial" porque ofrecen "salud, no solo física sino también mental".
El resto del comercio no esencial cierra desde este jueves a las seis de la tarde, si bien algunos se plantean cerrar incluso una hora antes, pues señalan que desde que los bares cierran a las cinco "la gente ya no sale" por la tarde y han bajado las ventas.