VALENCIA. Temperantia, templanza en latín, una de las cuatro virtudes cardinales del Catecismo de la Iglesia Católica, es el nombre que lleva el nuevo fondo de inversión gestionado por el gigante suizo Julius Bär cuya historia se remonta a finales del siglo XIX. Un vehículo de inversión que ya cuenta con el pertinente visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para ser comercializado en España y de hecho ya se está vendiendo.
Se trata de un fondo de renta variable mixta internacional, que toma como referencia la rentabilidad del índice MSCI Word en Euros (50%) y EFFAS Euro Govt 1-3 (50%). Su política de inversión pasa por aplicar, además de criterios financieros, criterios de inversión socialmente responsable excluyentes (impiden invertir en empresas que atenten contra la vida y la dignidad humana, salud, medioambiente y que produzcan armamento) y valorativos (evalúan conductas de empresas en materia social, ambiental y gobierno corporativo).
El universo de selección de las inversiones son las compañías cubiertas por la agencia MSCI ESG Research, aplicando después los filtros necesarios para elegir aquellas que cumplan con el ideario ético de la Iglesia Católica y para se seguirán las directrices de la Conferencia Episcopal Americana. Con el objetivo de promover la transparencia y la rendición de cuentas, el inversor de este fondo tendrá acceso al detalle de las inversiones, a un informe económico mensual, a las decisiones del comité ético del fondo y a un 'Informe Reddere' anual con información detallada sobre el componente ético de las inversiones y la trazabilidad de las donaciones generadas.
El fondo busca facilitar a los inversores la posibilidad de llevar la Doctrina Social de la Iglesia al ámbito financiero de una manera "novedosa, creativa y transparente", cuidando el rendimiento financiero y el impacto social de la inversión. Asimismo, Temperantia está diseñado para fomentar la inversión a largo plazo, "pensando en las generaciones que están por venir", y no en el "beneficio cortoplacista o especulativo".
Además, Julius Bär destinará el 17% de su comisión de gestión a las entidades beneficiarias donde el inversor podrá, de forma voluntaria, destinar anualmente una cantidad como donativo. Todo ello para ayudar a financiar proyectos para atender las necesidades materiales de las comunidades cristianas con la intención de apoyar los tres pilares de oración, misión y formación.