VALÈNCIA. (EFE) La industria cerámica española ha registrado una evolución "sobresaliente" en 2020 pese a la pandemia y ahora debe avanzar en mejorar su posicionamiento en mercados de renta alta, especialmente Alemania y Francia, y en incrementar su eficiencia, ante el incremento de los costes por los derechos de emisión en los próximos años.
El sector experimentó un crecimiento de la facturación del 2,3 % en 2020 respecto al ejercicio anterior, con un incremento del 4,4 % de las exportaciones y un retroceso del 4 % del mercado doméstico, a la vez que redujo la producción por tercer año consecutivo en un 4,3 %, algo positivo por el exceso que arrastra y que se ha traducido en un ahorro de caja de entre 80 y 100 millones de euros en el conjunto de la industria.
El comportamiento de "fortaleza" de la industria durante la pandemia, que partía de una situación financiera saneada, no debe hacer olvidar algunos aspectos que indican no se debe bajar la guardia, según ha indicado el socio director de Deloitte en la Comunitat Valenciana y Murcia, Juan Corberà, durante la presentación este lunes del último estudio elaborado por la consultora sobre situación y perspectivas del sector cerámico.
Entre ellos, ha citado la evolución de las materias primas, como el gas, los mayores costes de CO2 y las perspectivas estratégicas de planes de negocio e inversión para el futuro.