MADRID (EFE/Juan Javier Ríos). El nuevo presidente de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), Ernesto Castro, es partidario de que la exención del IVA se prorrogue "el máximo tiempo posible" y se amplíe a productos lácteos como el yogur para hacer frente a "la inflación" que "sufren" los consumidores.
En una entrevista con EFE, y en el contexto del Día Mundial de la Leche que se celebra hoy, Castro alude a esta medida que, en principio, estará en vigor hasta el próximo 30 de junio -salvo si el Gobierno decida prorrogarla- y que se aplica a alimentos básicos como la leche y el queso.
Es más, defiende que, una vez superado este período excepcional de rebaja y exención del IVA en algunos alimentos, lácteos que ahora tienen un 10 % de IVA, como los yogures, se queden definitivamente en un 4 %.
Preguntado por su gestión al frente de la industria, apuesta por una línea continuista para seguir con los objetivos que se ha marcado la Federación, recogidos en un decálogo publicado hace un año.
Explica que se trata de un decálogo que se puede resumir en tres objetivos principales: mejorar la competitividad del sector, fomentar medidas para asegurar la producción y transformación en España de sus lácteos y defender su valor nutricional.
La industria láctea analiza por qué el aumento de los precios en origen -en los meses en los que la inflación afectó de forma relevante a la cadena de producción en la leche- no se ha traducido en un incentivo para que aumente el volumen de producción.
Esto, según Castro, les ha llevado a la conclusión de que "el precio no es lo único que determina el volumen de producción", sino que hay "causas más profundas", algunas "evidentes" como la "falta de relevo generacional".
La federación mantiene que ese encarecimiento en la cadena de valor de la leche provoca que la industria viva un período "difícil" porque no ha tenido la misma capacidad para repercutir todo el incremento de costes.
Asegurar que haya una producción suficiente de leche nacional es importante para Fenil, no sólo para garantizar el abastecimiento al consumidor español, sino para poder impulsar sus exportaciones: "Tenemos condiciones, calidad para hacerlo" y es necesario "participar de ese gran mercado internacional" de alimentos lácteos. Para ello, eso sí, las empresas tienen que ser "realmente competitivas".
En cuanto a las importaciones y, con especial foco en la importante entrada de queso, cree que cada litro de lácteo exterior que entra supone pérdida de renta para el ganadero nacional y afecta al empleo de la industria.
Por otra parte, y respecto a la valorización de estos productos, Castro defiende que tienen un valor "indiscutible" y, por eso, es partidario de "dar acceso en mayor medida", especialmente a los jóvenes porque son "los consumidores del futuro".
Son unos alimentos "completos" que "se han ido adaptando a las distintas necesidades nutricionales" de la población, "desde los niños, a los ancianos o a las personas con intolerancia a la lactosa", añade.
En el contexto de las inminentes elecciones europeas, Castro reclama a las formaciones políticas que sepan trasladar a las instituciones comunitarias las "necesidades del sector" agroalimentario.
Es algo "muy importante" porque estamos "afectados por las decisiones que se toman en Bruselas" y que "luego se trasladan a la legislación nacional", señala.
Precisamente, subraya el "impacto" que tiene la legislación comunitaria especialmente para los ganaderos, porque "muchos" no pueden cumplir con "tantos requisitos, al no tener suficiente estructura".
Según recuerda, son granjas que necesitan "ayudas muy importantes para poder adaptarse a los requisitos medioambientales" y es una ganadería que es "la mejor protectora que hay del medio ambiente (...) porque viven de ello".
Y explica que la industria láctea española trabaja para ser "cada vez más sostenible" porque "está intentando reducir el consumo de agua o de las emisiones de gases de efecto invernadero".