MADRID (REUTERS). Colonial obtuvo un beneficio neto atribuible de 16 millones de euros en el primer trimestre del año, un 42% más que un año antes, impulsado por el incremento de su participación de control en la filial francesa Société Foncière Lyonnaise (SFL), los mayores ingresos por rentas y la reducción de los gastos financieros. La compañía en la que acaba de desembarcar la familia Puig elevó un 5% los ingresos por el alquiler de la cartera de edificios de oficinas con que cuenta en Madrid, Barcelona y París, que sumaron 70 millones de euros.
El 70% de estas rentas proceden de Francia, primer mercado de Colonial, en el que acaba de reforzarse, al elevar hasta el 58% la participación de control del 51% que hasta ahora tenía en SFL. El beneficio bruto de explotación (Ebitda), de su lado, se situó en 52 millones y arrojó un crecimiento también el 5%, según informó la inmobiliaria.
En el plano operativo, durante los tres primeros meses del año, Colonial firmó treinta contratos de alquiler, que suman 47.538 metros cuadrados de superficie y que generarán rentas anuales 16 millones de euros. De esta forma, al cierre del pasado mes de marzo, la cartera de la compañía que preside Juan José Brugera presentaba una ocupación media del 95%, un porcentaje que se eleva hasta el 96% en el caso de Barcelona y al 97% en el de París.
En el capítulo financiero, Colonial presentaba una deuda financiera neta de 3.552 millones de euros, un 1% superior a la de cierre de ejercicio, tras suscribir a finales del pasado mes de marzo una línea de crédito sindicada de 375 millones de euros con una decena de bancos.
Este endeudamiento equivale al 41,4% del valor total de la cartera de activos de la compañía, que se sitúa en unos 8.000 millones de euros, según la valoración realizada a la conclusión de 2016.