La locura del alquiler en València

VALÈNCIA. Alquilar en València es en este momento una misión imposible para muchos. El alza de precios continuada sumada a una paupérrima oferta está provocando un verdadero drama no solo a muchos jóvenes, que buscan emanciparse e iniciar un proyecto de vida, sino también a familias que ven complicado encontrar un piso que se ajuste a sus necesidades y a su economía doméstica. Y es que solo en los últimos cinco años, los valores se han encarecido un 77% hasta alcanzar los 1.656 euros de renta mensual del tercer trimestre de este 2024. Una cifra inviable para gran parte de la población, que está derivando en el auge del alquiler por habitaciones ante la imposibilidad de arrendar un piso completo a esos precios. 

Y ello sin tener en cuenta que en muchos distritos de la ciudad, como Ciutat Vella o l'Exiample, se superan ya los 2.000 euros al mes, mientras que en otros como Camins al Grau, que no ha sido una zona tradicionalmente cara, se rebasa la media en la ciudad y se llega a rentas de hasta 1.700 euros mensuales. Así consta en el último informe de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València (UPV), correspondiente al tercer trimestre de este 2024, y que refleja el "insostenible" desajuste entre la oferta y la demanda, poniendo, así, en evidencia la clara emergencia habitacional del mercado inmobiliario valenciano.

En este momento, València se ha convertido en una de las ciudades más demandas no solo en el contexto nacional, sino también internacional, aupada por noticias de grandes medios que la catapultan como una de las mejores ciudades del mundo para vivir. También, la llegada de muchas empresas internacionales y de nómadas digitales, gracias al teletrabajo, han generado grandes movimientos migratorios hacia el 'cap i casal' y un 'efecto llamada' que, sin embargo, el producto actual no puede absorber.

Esta demanda ha elevado precios y mermado el stock en los últimos años. Existen inmuebles, pero muchos de ellos minúsculos y a precios casi de oro. Solo basta con entrar en cualquier portal inmobiliario para empezar con la odisea: vivir en un bajo de 35 metros cuadrados en Patraix, que los propietarios ofertan como loft, cuesta ya 750 euros, mientras que el producto más barato que actualmente hay en València es un espacio de 24 metros cuadrados por 550 euros. Si se aspira a no tener que compartir la cocina con el baño ya se pone más difícil el asunto y se rozan los 900 euros.  

Concretamente, y de acuerdo con el informe de la Cátedra, el precio medio en la ciudad estaba en los 1.656 euros al mes en el tercer trimestre del año. Esta cifra es un 5% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior y casi un 2% más que hace solo tres meses. En cambio, si se compara con los 938 euros que de media costaba un piso en València a finales de 2019, el alza es del 77%. De hecho, la subida más importante se registró a principios de 2023, cuando se rozaron los 1.500 euros, mientras que a finales de 2022 aún se estaba en los 1.200 euros de media en la ciudad y en 2021 se registró un valor cercano a los 1.100 euros. No obstante, la bajada progresiva de la oferta y el dinamismo de la demanda han provocado este efecto alcista. 

La situación se agrava además en algunos distritos de la capital valenciana, donde los precios medios del alquiler se sitúan por encima de la media y se padecen incrementos que superan incluso el 15% en tan solo un año. Ocurre así en Extramurs, donde entre julio y septiembre de 2023 los precios rondaban de media los 1.550 euros y ahora, un ejercicio después, se encuentran por encima de los 1.800 euros, lo que refleja un espectacular aumento de más del 17%.

Pese a ello, en otras áreas de la ciudad los alquileres se hallan si cabe todavía más disparados. En los distritos más céntricos, como Ciutat Vella y el Pla del Real, lo habitual es encontrar ofertas de arrendamiento que se ubican por encima de la barrera de los 2.000 euros, a la vez que en l'Eixample es donde se alcanzan los precios más prohibitivos. De media, alquilar allí una vivienda supone una inversión mensual de más de 2.250 euros, una cantidad que ha ascendido un 8% respecto al tercer trimestre de 2023. 

En este sentido, los mayores incrementos en los precios del alquiler en relación a hace un año se registran en el distrito de Camins al Grau, donde de medida el coste se ha incrementado en más de 300 euros, hasta acercarse a los 1.800 euros mensuales, tras una más que relevante subida del 22%. Y en otras zonas en las que, tradicionalmente, el importe a abonar siempre ha sido más modesto, como Jesús y l'Olivereta, las tarifas ya se encuentran muy cerca de los 1.200 euros. 

De este modo, tan solo en dos distritos de València, como son Pobles de l'Oest y Pobles del Sud, es posible encontrar alquileres con precios que se ubican por debajo de los mil euros, un escenario que ya no se produce por ejemplo en Rascanya, donde el coste ha escalado por encima de los 1.110 euros después de un alza interanual del 22%. 

No obstante, y dada la rápida subida del coste de los arrendamientos, en estas zonas, como en Jesús, l'Olivereta o Patraix, los precios podrían considerarse modestos si se comparan con los más de 1.650 euros que marca la media para toda la ciudad. Una cifra que además varía en función del número de habitaciones de la vivienda, y que llega, siempre según el análisis de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la UPV a casi 2.200 euros en el caso de los alquileres completos de domicilios de cuatro habitaciones.

Una oferta de 1.564 inmuebles

Por el lado de la oferta, ésta se sitúa en un stock de 1.564 inmuebles, lo que supone una ligera subida respecto del segundo trimestre de 2024, cuando había 1.512, pero una bajada del 8% si se compara con el mismo periodo de hace un año, momento en el que la oferta llegó a las 1.733 unidades. 

En cualquier caso, la situación cambia en función de los distritos. De este modo, Ciutat Vella es el que ofrece mayores inmuebles disponibles 274, algo más que hace unos meses cuando había en alquiler 268 unidades. Le sigue l'Eixample con 191, que, en cambio, registra una pérdida de activos porque en el segundo trimestre de este año había 204 pisos disponibles. Después está Cuatre Carreres con 140, que también baja oferta respecto a hace tres meses; y Poblats Marítims y Extramurs, con 140 respectivamente y menos stock disponible. 

En cambio en Camins al Grau sube levemente hasta los 136; también aumenta en Algirós con 65; en la Zaïdia con 62; y Pla del Real con 60. Se trata de las zonas con mayor ratios de producto en alquiler.   

Con todo, los expertos tienen claro que para revertir este contexto, su solución pasa por una construcción masiva de viviendas, tanto en régimen de propiedad como de alquiler, pero con un foco claro en la vivienda de protección pública (VPP), más conocida como VPO. "Es crucial que las políticas públicas no solo fomenten la construcción, sino que también lo hagan con previsión y planificación, garantizando que las nuevas viviendas sean asequibles para la mayoría", concluye Fernando Cos-Gayón, director de la Cátedra.