VALÈNCIA (VP). Dos tercios de los asesores financieros certificados por EFPA España creen que los cambios normativos, derivados de la puesta en marcha de MiFID II, propiciarán un cambio en el modelo de asesoramiento vigente en España, según se desprende de un estudio realizado por EFPA España entre sus asesores certificados para conocer su opinión sobre el futuro del asesoramiento financiero en nuestro país. En la encuesta, realizada en el marco del estudio ‘Nuevos Modelos de Negocio en el Asesoramiento Financiero tras las Modificaciones Regulatorias de MiFID II del IEB y EFPA España, participaron 1.167 asesores certificados por EFPA.
¿Qué ocurrirá con el asesoramiento a minoristas? Tras la experiencia del Reino Unido, con la implantación de la normativa RDR, la mitad de los asesores EFPA considera que en España se dejará de ofrecer parcialmente un servicio de asesoramiento financiero para los clientes de este segmento, una vez se implante la nueva regulación, y un 10% piensa que se dejará de ofrecer totalmente. Por su parte, cuatro de cada diez consultados creen que MiFID II no evitará que se siga prestando este servicio a minoristas. En este sentido, casi tres cuartas partes de los encuestados consideran que existen soluciones como los fondos multiactivo, perfilados, etc. que pueden ser alternativas al propio servicio de asesoramiento para los clientes minoristas.
La mayoría de los asesores consultados por EFPA España (54%) apuesta porque el mercado transite hacia un modelo dual de asesoramiento. La transición exclusiva hacia uno de los dos modelos sería menos relevante. El 25% apuesta por un modelo independiente frente al 21,3% que se decanta por uno no independiente. Respecto a la eliminación completa de las retrocesiones en la prestación del servicio de asesoramiento, dos tercios de los profesionales piensan que seguirán existiendo, al menos, en el corto plazo.
¿Qué pasará con las empresas que ofrecen servicios de asesoramiento con MiFID II? Algo más del 40% de los asesores espera que se reduzca el número de compañías de este tipo, ante los mayores costes que traerá aparejada la normativa, mientras que un tercio opina que aumentarán por la mayor demanda de asesoramiento independiente, y el 25% restante no espera que tenga una incidencia significativa.
Más de siete de cada diez asesores señalan que los clientes de segmentos altos (banca personal o superior) estarán dispuestos a pagar “explícitamente” por el servicio, pero sólo si perciben un valor añadido en el asesoramiento prestado, mientras que el 26% piensa que no pagarán en ningún caso.
Sergio Miguez, director de Relaciones Institucionales de EFPA España, explica que “las cifras son elocuentes sobre la necesidad de que los clientes puedan reconocer el valor añadido en el servicio. Esta circunstancia junto a una formación adecuada y debidamente certificada serán los grandes retos para los asesores en el futuro. En realidad, tanto si pagan de forma explícita como si no lo hacen, los clientes tendrán que percibir el valor adicional aportado, ya que la competencia será cada vez más intensa para todos en el mercado”.
En cuanto al impacto que los nuevos clientes (nativos digitales) y las nuevas tecnologías puedan tener en los modelos tradicionales de asesoramiento, casi ocho de cada diez asesores consideran que figuras como los roboadvisors y las plataformas online serán cada vez más relevantes, pero siempre bajo la premisa de que el factor humano siga siendo clave en el servicio. Por su parte, apenas un 10% de los profesionales espera cambios radicales en el medio plazo.