Hasta una docena de títulos conforman esta radiografía del país, que desde la Primavera Árabe ha dado más voz a la voz femenina
VALÈNCIA. La Mostra de València-Cinema del Mediterrani sigue desvelando el programa de la segunda edición de su nueva vida que pone el acento en el cine hecho en el Mediterráneo. Hoy se ha dado a conocer un nuevo ciclo que fija la mirada en el cine egipcio hecho por mujeres bajo el título La revolución de la mujer en el cine egipcio. No es para menos, desde la Primavera Árabe, pese a todas sus complejidades, se ha hecho notar mucho más la voz femenina en las disciplinas artísticas, a pesar de estar siempre presente.
Ahora, La Mostra aprovecha para recuperar películas de anteriores a las protestas y otros dos films más actuales. En total, el ciclo lo formarán doce películas realizadas por ocho realizadoras, que además participarán, durante el festival, en una mesa redonda con el objetivo de acercar al público las diferentes realidades políticas, de género y culturales en Egipto.
Según explica la nota de la Mostra, desde mediados de los años noventa el cine egipcio, la industria cinematográfica más importante y la de mayor difusión del mundo árabe, ha incorporado exponencialmente la voz de mujeres cineastas. Hasta entonces, el número de directoras árabes era aún minoritario, sobre los que destacaron los nombres de tres pioneras: Aziza Amir, Assia Dagher y Mary Queeny. Sin embargo, los temas de los trabajos de estas realizadoras tenían un espíritu mucho más comercial y no buscaban reflejar reivindicación alguna sobre los derechos de la mujer. Es a partir de los 70, y especialmente los 80, cuando se empiezan a ver películas en las que la cuestión de género se empieza a explicitar.
Finalmente, es con la llegada de una nueva generación de directoras egipcias, las que surgieron en la primera década del siglo XXI, cuando surge un cine que empieza a preocuparse de manera central en la vida cotidiana de las mujeres. Este movimiento ha acabado funcionando como un catalizador importante del feminismo en Egipto y, por su proyección, en el mundo árabe. Una generación joven, cosmopolita, que conoce muy bien la situación y las problemáticas del mundo árabe, con una mayor educación cinematográfica, y que, unida a la viabilidad tecnológica, están dando lugar a singulares y múltiples propuestas.
Sobre la necesidad de esta incorporación del prisma femenino, la realizadora Hala Kalil, explica: “La presencia de mujeres en la industria del cine es crucial, especialmente en guion y dirección. Es muy importante contar con más guionistas femeninas, algo que nos falta en la industria egipcia. En mis tres películas he tenido dificultades para encontrar productores que se implicaran en una historia con protagonista femenina. A medida que aumente el número de guionistas, mejor será la imagen de las mujeres. Porque en nuestra sociedad no hay una mezcla real entre hombres y mujeres; hacemos todo lo posible para separar estos dos mundos. Como resultado, las dos partes tienden a crear algunos conceptos erróneos entre sí. Y eso se puede ver en las películas. Algunos guionistas masculinos escriben guiones sobre mujeres que no tienen ninguna relación con nosotras”.
Los doce films que conforman el ciclo se enmarcan en el periodo 2006-2018 y abarcan un arco temático muy amplio. De la realizadora y crítica cinematográfica Hala Khalil se podrán ver dos películas: en primer lugar, Kas wa lask (Cut and paste, 2006), una comedia satírica sobre dos treintañeros que planean casarse para abandonar Egipto, pero cuyos planes se complican; en segundo lugar, Nawara (2015) plantea una inteligente reflexión sobre las consecuencias de la revolución de la plaza Tahrir en una joven sirvienta de la élite egipcia. Con este trabajo, Menna Shalabi se alzó con el premio a la mejor actriz tanto en El Cairo como en Dubai.
El acento más comercial lo ponen los dos films de Sandra Nashaat, con dos thrillers de acción, que no renunciar tampoco a reflejar la situación sociopolítica de Egipto. En Masgoon Transit (Transit Prisoner, 2008), un habilidoso criminal debe convertirse en agente del gobierno para saldar una deuda con la justicia, metiéndose así en los entresijios del poder político del país. En El-Maslaha (2012), que fue un exitoso blockbuster, a pesar de retrasar en varias ocasiones el rodaje por los sucesos de la Primavera Árabe, la realizadora retrata el enfrentamiento entre un estricto oficial de policía y un peligroso narcotraficante.
Kamla Abou Zekri retrata en Wahed-Sefl (One-Zero, 2009) -presentada en Venecia- a una serie de personajes de diferentes estratos sociales que se juegan sus propias relaciones mientras buscan salir de la realidad cotidiana durante la Copa África de 2008. También se ha incluido en el programa su Yom lel-Sittat (A Day for Women, 2016), una tragicomedia enmarcada en el final de la era Mubarak en la que los hombres de un barrio pobre de El Cairo cuestionan que la piscina pública del barrio esté reservada únicamente para mujeres los domingo, reflejando cuestiones de género pero atreviéndose también con el fanatismo religioso.
Censurada en un primer momento, La Mostra también recupera la ópera prima de Nadine Khan, Harag W’ Marag (Chaos, Disorder, 2012), una comedia romántica sobre un triángulo amoroso en un barrio marginal de El Cairo. También se verá el arriesgado debut cinematográfico de Hala Lofty, premio FIPRESCI en Abu Dhabi: Al-khoroug lel-nahar (Coming Forth by Day, 2012) cuenta la historia de una joven y su madre, cuyas vidas se centran en cuidar al patriarca de la familia cuando este sufre una embolia.
En Tamantashar Yom (18 Days, 2011), diez directores egipcios componen, en un film colectivo, varios cortometrajes independientes que ofrecen testimonio de la revuelta que acabó con la dimisión de Hosni Mubarak después de treinta años en el poder.
Una de las realizadoras de este film colectivo, Mariam Abou Ouf, también es responsable de Bebo Wa Bashir (2011), una comedia protagonizada por una entrenadora de baloncesto que comparte piso con un baterista y de la relación que establecen entre estos.
En Villa 69 (2013), Ayten Amin intenta reflejar de manera realista la sociedad egipcia a través de esta tragicomedia protagonizada por un arquitecto con una enfermedad terminal que vive solo hasta que su hermana y su nieto se trasladan a vivir con él, con los cambios de rutina que eso conllevará.
Finalmente, Amal Ramsis presentará You Come from Far Away (2018), un documental sobre la extraordinaria historia de una familia palestina que, a lo largo del siglo pasado, se dispersó como consecuencia de la guerra civil española, la segunda guerra mundial o la guerra civil libanesa.